Murió el actor Jason Robards

FAIRFIELD, Estados Unidos.- El actor norteamericano Jason Robards falleció en Connecticut a los 78 años, luego de una larga enfermedad. Había obtenido dos premios Oscar por sus intervenciones en "Todos los hombres del presidente" y por "Julia", y en su larga carrera participó en más de setenta películas y en exitosas obras teatrales.

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Jason Robards había nacido en Chicago, en 1922, y a los cinco años de edad se instaló con sus padres en Hollywood. Atraído por los deportes, manifestó durante su adolescencia escaso interés por el mundo del cine, a pesar de tener a un actor como padre.

Sin por aquellos años tener una definida vocación, se alistó en la Marina y fue destinado a la base de Pearl Harbour durante la Segunda Guerra Mundial. A bordo de su navío, Jason Robards lee con fruición un ejemplar de "Extraño interludio", de Eugene O´Neill, y así es como decide convertirse en actor. Luego de la guerra, ya con su decisión tomada y en contra de la opinión de su padre, Robards se instala en Nueva York y decide inscribirse en la Academia Americana de Arte Dramático.

Su carrera de actor

En 1956, y luego de nueve años de figurar en pequeños papeles, obtiene el personaje principal de "The Iceman Cometh", de O´Neill, y su participación en esa pieza lo convierte en un exitoso actor. Tanto que durante su trayectoria escénica logra ser nominado seis veces al premio Tony.

Paralelamente, Jason Robards comienza una brillante carrera cinematográfica, ya que participó en más de setenta películas, entre cuyos títulos se destacan "La masacre de Chicago", "Viaje de un largo día hacia la noche", "Isadora", "La balada del desierto", "Tontos" y, sobre todo, "Magnolia", en la que encarnó al padre patético y moribundo. En 1977 y en 1978 ganó, como mejor actor de reparto, los premios Oscar por sus participaciones en "Todos los hombres del presidente" y "Julia", respectivamente. Robards, que se casó cuatro veces y tuvo seis hijos, en 1961 se había casado con la actriz Lauren Bacall. Ese matrimonio duró hasta 1973, en tanto que Robards continuaba sumando excelentes intervenciones tanto en la pantalla grande como en los escenarios, en los que personificó con notable talento a casi todos los personajes de las obras de Eugenie O´Neill. También la televisión le permitió encarnar difíciles papeles (Lincoln, Roosevelt, Nixon) por los que fue nominado tres veces para los galardones Emmy.

El actor siempre rechazó los elogios a su carrera. "Todo lo que sé sobre la actuación es que se trata de algo que tengo que seguir haciendo", señaló en una entrevista realizada en 1993.

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