Monty Python, una despedida de leyenda
Los comediantes dijeron adiós en un show inolvidable
Un viejo clásico. Protagonizado por cinco viejos clásicos. Anteanoche, en un estadio O2 de Londres repleto, los cinco Monty Python sobrevivientes -John Cleese, Michael Palin, Terry Gilliam, Eric Idle y Terry Jones- se despidieron de sus fanáticos y de la serie de shows que los reunieron por primera vez sobre un escenario después de más de tres décadas de negarse a hacer exactamente lo que hicieron. Revisar, reescenificar y rescatar -no del olvido, sino del espíritu miniatura de YouTube- sus sketches más famosos, sus canciones más pegadizas y ese humor entre surrealista y absurdo capaz de los pasajes más elevados y de los momentos más escatológicos. La última función Monty Python Live (Mostly) fueundeleite para sus seguidores en todo el mundo, que en algunos casos pagaron muchas libras para verlos en vivo y en otros esperaron la emisión televisiva de la fiesta.
En el cable local, la espera fue bastante más larga de lo esperado. Es que aunque The Sundance Channel había anunciado que daría el show en vivo y directo, a las 15.30, por problemas técnicos terminó pasándolo a las 23. Así, los pacientes espectadores televisivos pudieron ver las inoxidables y brillantes viñetas del loro muerto y la oficina de discusiones jugadas por Palin y Cleese o escuchar la inspirada canción de los filósofos de Idle. Los espectadores también pudieron comprobar que algunos sketches no envejecieron con toda la dignidad esperada y que otros justifican la estatura de leyendas de la comedia que mantienen los Python. Esos que cerraron esta nueva -¿última?- aventura cantando con unas sonrisas que se replicaron alrededor del mundo aquello de "Always Look on the Bright Side of Life", la canción himno de su film La vida de Brian, y de tantas otras también