Molly Ringwald criticó duramente a El club de los cinco
En 1985 el director John Hughes estrenaba El club de los cinco, piedra angular del cine adolescente y uno de los retratos más populares de esa edad en la pantalla grande. La película fue un éxito absoluto, convirtió en estrellas a sus protagonistas y al día de hoy es una de las favoritas del público. Pero una de las actrices del film, Molly Ringwald, recientemente escribió un artículo en The New Yorker donde reexaminó el film y el lugar de la mujer en esa historia.
Ringwald contó que vio nuevamente el flim junto a su hija de diez años y, cómo en el marco del movimiento #MeToo, encontró aspectos que le parecieron repudiables, sobre todo los que están centrados en su personaje, Claire, y la relación que mantiene con John Bender (Judd Nelson), el alumno rebelde que una y otra vez se comporta de forma inapropiada con ella. En su texto, Molly se refirió a un momento en el que Bender, escondido debajo del pupitre de Claire, mira su ropa interior. "Sigo pensando en esa escena; la última vez que pensé en ella fue durante el último otoño, momento en el que numerosas mujeres alzaron su voz acusando de abuso sexual a Harvey Weinstein, cuando el movimiento #MeToo ganó fuerza", dijo y agregó: "Si las actitudes hacia el sometimiento femenino son sistemáticas, y creo que así son, tiene lógica pensar que el arte que consumimos juega un rol a la hora de reforzar esas mismas actitudes".
Focalizándose aún más en la dinámica entre los personajes, Molly apuntó: "Lo que ahora puedo ver más que nada es cómo Bender acosa sexualmente a Claire a lo largo de todo el film. Cuando no está sexualizándola, él se saca su bronca interna agrediéndola, diciéndole patética o reinita. Es su rechazo el que lo inspira. Claire es despectiva con él… y él jamás se disculpa por nada. Pero, sin embargo, se queda con la chica en el final".
Por otra parte, más allá de sus objeciones, la actriz destacó que ese film "combina la furia y el miedo que los adolescentes sienten al estar aislados". "Ver que otros pueden sentirse de la misma manera, quizá sea un bálsamo para los traumas que experimentan muchos adolescentes", detalló.
En el cierre de su ensayo, Ringwald declaró que el gran objetivo que el director logró fue hacer que los adultos se tomaran a los adolescentes en serio, y que ahí reside el gran valor de su obra. Por último, ella concluyó diciendo que depende de las nuevas generaciones el seguir debatiendo alrededor de esas películas.