Con Clint Eastwood, Morgan Freeman, Hilary Swank
Un relato potente y conmovedorno todo es lo que parece : aunque media película está dedicada a registrar con extrema crudeza los avatares en un ring, Million Dollar Baby no es exactamente un filme sobre boxeo, como tampoco lo era Toro salvaje (Martin Scorsese, 1980). Hay, sí, una aspirante treintañera que quiere meterse en esa ruda disciplina quizá para redimirse de las muchas batallas que ha perdido durante una vida más bien tormentosa. Hay un entrenador veterano bastante huraño y distante, empeñado en no preparar mujeres y con algunas cuentas pendientes en su pasado profesional. Y hay un encuentro entre ambos, momento desde el cual la aspirante a estrella boxística comienza un entrenamiento lleno de asperezas y sacrificios hasta convertirse en una atleta casi invencible, cuyas presentaciones suelen concluir con un knock out en el primer round.Pero ésa es apenas la peripecia argumental. En manos de un director menos inteligente y sensible, podría haberse transformado en un filme de boxeo (aun en un buen filme de boxeo), del mismo modo en que algunos aspectos más bien convencionales de la historia podrían haber desembocado en el más franco y hueco melodrama. Pero Clint Eastwood no es un director cualquiera, como lo probó con filmes como Bird (1988) y Río místico (2003), sin olvidar esa joyita que es Medianoche en el jardín del Bien y del Mal (1997). El lazo entre maestro y pupila se va fortaleciendo con pequeñas complicidades en medio de un clima de extrema austeridad, pues el viejo Clint ha decantado su modelo narrativo hasta reducirlo a lo esencial. Esa economía de recursos, que concede a las imágenes una conmovedora potencia expresiva, se vuelve aún más contundente en la segunda mitad del relato, que transcurre casi toda en un cuarto con diálogos secos y una cámara atenta a los mínimos detalles de los protagonistas, siempre reveladores de estados de ánimo profundos. La misma discreción se extiende a la puesta de cámara y el montaje, que en las largas y extenuantes secuencias que suceden en el ring se apartan de cualquier artificio o virtuosismo.
Otras noticias de Críticas
Más leídas de Espectáculos
De no creer. El increíble cambio de Emma Vich a cuatro meses de la final de Gran Hermano
“La vida es más dura que la ficción”. Thelma Biral: por qué dejó Brujas, la extraña enfermedad que la aqueja y el amor que no pudo ser
Una temporada fugaz. El reality de parejas conducido por Alejandro Fantino finalizó sin cubrir las expectativas de público
En la noche porteña. Encontraron a Mauro Icardi con otra mujer en medio del escándalo con Wanda Nara