Martín Liberman: "Estaba de moda pegarme porque querían estar en mi lugar"
El comentarista deportivo que quiere expandir sus fronteras y convertirse en un conductor popular, habló con Personajes.tv sobre el vedetismo de su ambiente, sus detractores y por qué no se arrepiente de su paso por "Bailando por un sueño"
Volvió con su programa de Fox, también con otro de actualidad en Canal 26, espera debutar en Canal 9 con un nuevo ciclo de debate sobre fútbol… Se jacta Martín Liberman de haber trabajado veinte años seguidos en la televisión, pero aún tiene una cuenta pendiente: ser un conductor popular, que habla de todos los temas, no sólo de deportes. "No soy una pelotita picando", dice.
-¿Renegás de eso?
-Estoy lejos de renegar de eso. Es lo que me ha permitido ser quién soy, lo que me dio el nombre y lo que me dio lugar en la televisión, pero tengo otras inquietudes.
-¿Qué programa vas a hacer en Canal 9?
-Uno que ya había hecho en 2001, 2003 y 2005, se llama Polémica en los estadios. Le dije al productor: "¿Hace falta que se llame polémica?"
-¿Cuál es el problema?
-Y, porque no tengo ganas… polémica es quilombo.
-Vos sos muy polémico...
-Pero si hace falta... Hace cinco años, el nacimiento de mi hijo me cambió mucho. Escuchá esta locura: el día que cumplí 35 años hice una fiesta, había que venir vestido de blanco o de negro. Así era yo, extremo, hasta que me di cuenta, cuando nació mi hijo, que hay grises a veces. No podés estar todo el tiempo blanco o negro, blanco o negro porque te quedás solo peleando. La gente es falsa, es hipócrita y ahora a veces elijo el gris.
-¿Siendo así ganaste más de lo que perdiste o perdiste más de lo que ganaste?
-Siento que por ser como fui me gané un lugar, nunca me dejé llevar por delante. Y una cosa es que un jefe me diga lo que tengo que decir y otra cosa es que me pregunte si me parece bien lo que él quiere que yo diga. Nunca fui de los que repiten lo que quieren que diga; entonces a veces entiendo que tampoco soy muy útil y por eso a veces me ha costado sostenerme en el aire.
"No soy un tipo sencillo, a mí no me manejan"
-¿Cuándo te costó sostenerte?
-Trabajé en todos los canales de aire varias veces y sin embargo me ha costado mantener mi lugar en la televisión abierta. Y lo vinculo a que no soy un tipo sencillo, a mí no me manejan, yo no soy un títere de nadie.
-No sos chupamedias...
-Ni loco, lo último que hago es repetir lo que un jefe me diga.
-¿Te pasó claramente con alguna cosa, con algún famoso, con alguien?
-No puedo decir que haya habido un punto de inflexión que hizo que yo me quedara sin trabajo en algún momento, pero estoy seguro que es más fácil cuando vos tenés un proyecto llamar a un pibe un poco más dócil. Yo lo único que aseguro es que pocos van a laburar con la fuerza con la que lo hago y pocos se van a poner al hombro un proyecto como yo lo hago porque así soy.
-Ser frontal te trabaja en contra, hay muchos foros en Internet que se llaman "odio a Martín Liberman".
-Sí, fue en la época del Mundial 2002, hace 13 años. En ese momento era como una moda "péguenle a Martín" y eso me hizo más fuerte. Me dolía, ¿eh? A mí no me da lo mismo que hablen mal de mí o que hablen bien. Me importa, pero me importaba mucho más antes.
-¿Por qué pensabas que te pegaban?
-Yo sentía que me pegaban porque yo ocupaba un lugar que ellos querían ocupar.
-Pero el público no quiere ser periodista...
-Pero los que más me pegaban eran mis colegas. Me decían "sinóniman" por ejemplo, porque trato de no repetirme y a veces para presentar la noticia utilizaba sinónimos. Y bueno, si me van a pegar por decir sinónimos, bienvenido; por lo menos agarré un par de libros y tengo un poco de caudal.
-¿Nunca hubo una crítica que hayas tomado?
-Un montón, un montón. Me acuerdo cuando empecé ejercer, un día le digo a Marcelo Araujo -con el que hoy estoy en las antípodas, pero que fue uno de mis formadores, un tipo al que yo quiero y quise muchísimo- "pero escuchá Marcelo, ¿lo que yo estoy diciendo está mal?" "No, está perfecto y tenés razón; pero hay cosas pibe que a los 20 años no se dicen".
"Es un desastre el ambiente de los periodistas deportivos"
-Una vez dijiste que los periodistas deportivos estaban todos peleados, que eran peor que las vedettes.
-Y lo sostengo, es un desastre nuestro ambiente.
-¿Por qué? ¿Son competitivos, son inseguros…?
-Terrible, terrible. Nuestro ambiente es muy difícil, muy difícil. Si a vos te gusta lo que hace el otro y tenés ganas de comentarlo, genial. Si no te gusta, no lo mires, pero andar hablando en los medios de lo que hacen los demás... A mí me deja tranquilo que yo no empiezo las peleas, pero si me buscás, contesto y más si considero que es una crítica injusta. Y en ese momento, en 2002, cuando estaba de moda pegarme, yo era bastante joven, tenía 27 años y comentaba el Mundial por América, tenía mi programa en Fox, hacía otro los domingos y tenía el mío propio en Chile todos los fines de semana… Estaba de moda pegarme porque querían estar en mi lugar.
-¿Ahora te pegan mucho?
-Mucho menos. Incluso me he encontrado con algunos que me pegaban y me han pedido disculpas. Lo único que les dije yo fue: "Está todo bien, pero me hiciste mucho daño al pedo". No es que no pasa nada, sí pasa. Yo vi llorar a mi mujer, no fue fácil.
-¿Vos nunca criticaste a nadie?
-Sí, claro, respondí a agresiones, pero no agredí. Yo lo que hago con los colegas es destacarlos. Es cierto que es muy difícil hacer amigos en esta profesión, todos quieren tu silla.
-¿Tuviste o tenés amigos futbolistas?
-Sí, claro, y dejé de ser amigo el día que no entendieron de qué trabajaba, Maradona por ejemplo.
-¿Por qué te hiciste amigo de Maradona?
-Lo conocí trabajando y él fue muy respetuoso de mis gustos, de mis deseos, de mis decisiones, entonces pudimos ser amigos. Nos decíamos todo lo que teníamos que decirnos entendiendo cada uno cuál era su límite.
-Y un día…
-… no lo entendió más. Fue cuando le dijo a Toti Pasman lo de "la tenés adentro". Yo le dije que me parecía una vergüenza que el técnico de la selección nacional, vestido con ropa de la selección argentina y con el escudo de la AFA, en una conferencia de prensa internacional diga que un tipo la tiene adentro y que la chupa y que no sé qué.
-¿Por Pasman te peleaste con Maradona?
-Porque Toti es mi amigo, sí.
-Pensé que te había traicionado en un negocio.
-Aparte fue lo del negocio. Se venía desgastando la relación.
-¿Qué negocio habían hecho?
-A mí me gusta hacer negocios; papá toda la vida fue un comerciante, traía llaveros de China y yo estampillaba mercadería para ganar plata y salir los fines de semana. Bueno, soy inquieto. Y, en 2008, me invitan a la Eurocopa y ahí conozco al presidente de una marca de relojes que auspiciaba el torneo; y comiendo en su casa en Suiza me pregunta si podía arreglar una reunión con Maradona. Ahí salió el negocio y después hubo algunas cuentas que no terminaron como debían.
-¿Fue él o fue Claudia? Da la sensación de que Maradona no tiene idea de las cuentas...
-El seguramente se rigió por lo que Claudia le dijo.
-¿Te debe plata todavía?
-Ya está perdida, no importa.
-¿No?
-No. Me dolió, porque a Diego lo amo.
-¿Todavía?
-Sí, lo voy a querer toda la vida.
-¿Qué pasa con Diego que produce tanto amor en los hombres?
-Porque me dio mucho, me dio todo. Fui su amigo, fue una relación muy sincera mientras fue amistad y fue una amistad muy larga, fueron 14 años de una relación incondicional, de darme las notas exclusivas…
"Con Diego [Maradona] lo viví todo. Entonces en mi corazón y en mi cabeza puede mucho más todo lo que viví con él, que un puñado de dólares".
-Te ayudó bastante en tu carrera.
-Claro que sí. Yo no soy Maradona ni soy un producto de Maradona, pero claro que me ayudó mucho porque una nota con Diego te hacía destacar.
-Las cosas que habrás visto...
-Todo lo que se te ocurra, con Diego lo viví todo. Entonces en mi corazón y en mi cabeza puede mucho más todo lo que viví con él, que un puñado de dólares que me hubieran venido genial.
-¿Qué diría él de vos ahora?
-Seguro va a decir barbaridades porque él evidentemente no me quería a mí como yo lo quiero a él. Me dolió terminar así.
-¿Con alguien más te peleaste así tanto como con él?
-Con Ramón Díaz, con él también tuve una relación intensa y de amistad. Cubriendo la selección y River me tocó estar muy cerca de Ramón. Y empezamos a encontrar cosas en común y nos hicimos amigos. Un día me enteré que había hablado mal de mí, lo llamé para aclararlo, me dio vueltas, lo volví a llamar, me cortó el teléfono.
-¿No se mezcla todo al hacerse amigo de los entrevistados?
-Yo nunca mezclé porque estaba en juego mi credibilidad. ¿Cómo hago para decir con Ramón Díaz campeón en San Lorenzo que es un burro? ¿Porque estoy peleado? No.
-¿Los hinchas te dicen cosas?
-En todas las canchas me dicen cualquier cosa. En la Independiente soy de Racing, en la de Racing soy de Independiente, en la de Boca soy de River y en la de River soy de Boca.
-¿Vas con tu hijo? ¿Qué dice cuándo ve eso?
-No. Lo libero de esa situación y él va a la cancha con amigos míos y con sus hijos.
-¿No va con vos?
-No.
-¿No fuiste nunca a la cancha con tu hijo?
-Yo no voy a la cancha con mi hijo. No tengo ganas de que un estúpido elija decirme algo y mi hijo la pase mal y no entienda qué está pasando. Es tal vez el único lugar de mi profesión que me da un poco de cosita, lo lamento, realmente lo lamento. El me pregunta "¿y por qué no podemos ir juntos a la cancha, papi?" Ahora es chiquito, tiene cinco años, pero pronto me voy a liberar, voy a decirle quién soy, iré a la cancha y el que tiene ganas de decirme algo me lo dirá y listo.
-¿Vas a volver al "Bailando..."?
-No creo. Creo que estuvo bueno haber ido y haberlo hecho. A mí me gusta bailar; me divertí, la pasé bien, trabajé en la productora más importante que tiene la Argentina. Me dio popularidad, me acercó a la gente.
-¿Te cambió un poco la imagen?
-Me conocieron. Lo que tenían de mí era un programa de fútbol, de discusión... Traje, corbata, eso que te aleja.
-Las mujeres no quedaron muy contentas con esas imágenes tuyas y la bailarina cocinándote en Brasil...
-¿Qué tiene de malo? Mi mujer sabía perfectamente que ella cocinaba. Marcela confía en mí.
-Quedó raro.
-Era la primera vez que la bailarina salía del país, ¿qué se supone?, ¿que la deje sola tirada en Río de Janeiro?
-Tiene 25 años, no es una nena.
-Yo sentía que era de mal pibe dejarla tirada sola en el hotel.
-¿Se la bancó tu mujer? ¿Nunca estuvo celosa?
-¿De Ana? Jamás. Le molesta mucho más las cosas que me escribían en el Twitter o cómo se me acercan hoy las chicas a partir de eso que pasó en el "Bailando…" Marcela hasta le llevaba regalos a Ana. Se vieron algunas veces, en algunos ensayos y cada vez que yo bailé, mi esposa estuvo al lado mío y venía al camarín previamente. Es verdad que cambió un poco mi vínculo con las mujeres o con las chicas jóvenes desde el "Bailando".
-¿Que quieren?, ¿darte un beso?
-Son muy expresivas, son muy efusivas. Se te acercan fuerte, apoyan. Yo me río, soy un señor grande.
-Ahora está de moda que los de 50 salgan con chicas de 20.
-Yo estoy bien como estoy por ahora.
-¿Cuánto hace que estás casado?
-En abril cumplimos 12 años de casados y hace 14 que estamos juntos.
-¿Hiciste mucha plata con el periodismo?
-Me fue bien.
-Pero hiciste negocios aparte, no solo sos periodista...
-No, no, yo no me quedo con un sueldo, no. Siempre tuve ambición, entonces también vendo y produzco. Ahora estoy desarrollando una página web sobre running… Trabajo mucho. Me considero periodista, conductor, productor y empresario. Todo me costó en la vida, incluso tener un hijo, pero eso me hizo más fuerte.
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