Martín Bauer: "Imagino el Argentino con espectáculos que estimulen al público"
Comenzó la temporada de la gran sala pública de La Plata, en un año que estará marcado por el inicio de grandes obras de infraestructura
Martín Bauer es una figura significativa en el mapa de la gestión cultural. Lo ha demostrado en el CETC, en el Colón Contemporáneo, en el Tacec y en el Ciclo de Música Contemporánea del Teatro San Martín. Con los cambios políticos en la provincia de Buenos Aires, el Instituto de Cultura lo designó como director general y artístico del Teatro Argentino de La Plata.
En la programación que comenzó ayer se intercalan nombres como Zubin Mehta, Peter Rundel, Cristian Drut, Ana María Stekelman, Ensamble Modern, Cuarteto Arditti, Paula Almerares y Rubén Szuchmacher, entre otros, junto a títulos como Giselle, De materie, Don Quijote o Cosi fan tutte. "Mi experiencia con el ciclo Colón Contemporáneo es que, por suerte, no hay material que no tenga su público. Lo que tenemos que hacer es buscarlo", dice como si ese fuera su Norte para esa gran nave de arquitectura brutalista que cuenta con 900 empleados a bordo.
Bauer ya conoce el Argentino. Durante la dirección de Leandro Iglesias y Marcelo Lombardero (2009/2014) creó y programó el Tacec, su centro de experimentación, en el que durante este año se presentarán propuestas de Beatriz Catani, Rafael Spregelburd, Romina Paula y Margarita Fernández, y en el que, llamativamente, no habrá ningún trabajo coreográfico.
Aunque al cierre de esta edición la página del Teatro Argentino no diga nada al respecto, la temporada 2016 abrió ayer y continuará mañana con una función gratuita del oratorio Elías, Op. 70, de Félix Mendelssohn, interpretado por la Orquesta y el Coro con la dirección de Carlos Vieu y Hernán Sánchez Arteaga. Culminará en octubre, cuando se cierre el teatro para iniciar una obra de infraestructura anunciada en estos días que implicará una inversión de 490 millones de pesos y que terminaría a fines de 2017.
"La demora en el anuncio de la programación tuvo que ver con la elaboración de ese plan de infraestructura -aclara Bauer en diálogo con LA NACION-. Durante el verano, Enrique Bordolini, un especialista a quien es un lujo tener como director técnico de la sala, preparó un informe sobre el estado del escenario. Lo cierto es que así como está ahora es una limitación para cualquiera; por esa razón, será parte fundamental de los trabajos que se iniciarán en octubre. Hay que tener en cuenta que, en los últimos 15 años, al Argentino no se le hizo nada. Por suerte, la actual gobernación decidió invertir una suma importante de dinero para recuperarlo. Encararemos la obra de manera tal que no impida la actividad del teatro.
-Parece ser la contracara de lo que está sucediendo en el Teatro San Martín, en donde la actual dirección decidió cerrar el teatro para poder terminar la obra.
-No sé si es la contracara, diría que es diferente. Si no le das bola a la experiencia que tuviste, sos un tonto. En el San Martín hubo una estrategia que, evidentemente, no funcionó. Este caso es diferente porque la obra por encarar afecta directamente el escenario y la fachada. Eso implica que los cuerpos estables puedan seguir trabajando y nos obligará a nosotros a presentar la programación en otros espacios, como el auditorio de parque Centenario, la Usina del Arte o el Coliseo Podestá de La Plata.
-El último trabajo de este tipo que se hizo en el edificio del Argentino fue instalar una discutida reja perimetral...
-Que yo no habría hecho, pero que no la voy a sacar porque la acaban de instalar. Tuvo su lógica, pero responde a una lógica que yo no comparto.
Martín Bauer formó parte de la recordada gestión del Argentino de Iglesias y Lombardero. Durante parte de ese lapso, el Colón estuvo cerrado por obras de infraestructura, justamente las que este año comenzarán en el Argentino. Luego asumió Gabriel Senanes, que duró menos de dos meses, hasta que Jorge Telerman, ex número uno de Cultura provincial, designó a Valeria Ambrosio.
-¿Qué rescataste de las anteriores gestiones para poder proyectar la tuya?
-Habría que recordar que con Iglesias y Lombardero nos habíamos ido de la dirección del Colón en diciembre del 2007 debido a un cambio político en la ciudad y la llegada de Mauricio Macri como jefe de gobierno. Los que llegaron al Colón [se refiere a la dirección de Martín Boschet y Horacio Sanguinetti] se equivocaron horriblemente y nosotros, como equipo consolidado, pasamos al Argentino. Sobrellevamos la situación bastante bien hasta que vino un problema de desfinanciamiento brutal que nos hizo volcar. A la distancia, no repetiría aquella experiencia. Lo que ahora cambia es que hay una dirección más orgánica con los planes de la Secretaría de Cultura y de la gobernación. A mí la cuestión política me importa, pero relativamente. En este momento, esa coordinación con la provincia le viene bien al teatro. En esta recorrida, también tuve una reunión con Valeria Ambrosio que fue muy interesante y que me ayudó a armarme un panorama más integral. Ella intentó hacer algo que no le funcionó: convocar a puestistas con experiencia en el teatro musical, pero lo hizo con una intención no alocada. Como de esa programación quedó sin estrenar La Bohème, con dirección de Ricky Pashkus, esa ópera abrirá la temporada lírica de este año. En honor a la verdad, me encuentro con un teatro mucho más ordenado y lo imagino ofreciendo espectáculos que estimulen al público.
-Hace años creaste el Tacec. Ambrosio lo cerró porque consideró que no estaban dadas las condiciones de seguridad, pero ahora vuelve al mismo lugar.
-No soy experto, pero no creo que estemos violando alguna normativa. Si es necesario, vamos a tomar las precauciones que correspondan. Defiendo ese espacio ubicado debajo del escenario principal porque ya tiene una historia y una atmósfera especial; ni en Buenos Aires hay un lugar parecido.
-¿Con qué presupuesto contás?
-Alcanza para lo programado. Duplica el del año pasado y nos permitirá pagar los contratos artísticos adeudados, que son muchos. Y quiero decirte una cosa sin que sea un reproche a nadie: deber a un artista es inmoral. Yo no lo voy a hacer, así de corta. No vamos a hacer nada que no se pueda pagar, lo aseguro. Me parece una aberración no pagarle a un artista. No importa quién contrajo la deuda. Si no podés pagar, andate.
-Estás a cargo del Teatro Argentino, del Colón Contemporáneo, de Ciclo de Música Contemporánea del Teatro San Martín y del Teatro Caminito. ¿No es mucho?
-Seguiré sólo con el Argentino y con el Colón Contemporáneo.
La temporada del gran teatro de producción de la provincia de Buenos Aires inicia su marcha. Como le sucedió al Colón, como le sucede al San Martín, una marcha cuyo rumbo también estará guiada por arquitectos, ingenieros y obreros de la construcción.
En la ciudad de las diagonales
Ópera
La Bohème, de Giacomo Puccini, con puesta de Ricky Pashkus; De materie, de Louis Andriessen, con dirección musical de Pedro P. Prudencio; Così fan tutte, de Mozart, con dirección musical de Rubén Dubrovsky y puesta de Rubén Szuchmacher, y Written on Skin, de G. Benjamin y M. Crimp, con dirección musical de Pablo Druker y puesta de Cristian Drut.
Ballet
Giselle, Don Quijote y Tríptico, programa de Martín Miranda, Carlos Trunsky y Ana María Stekelman.
Tacec
Propuestas de Margarita Fernández, Rafael Spregelburd, Romina Paula y Beatriz Catani.
Conciertos
De los compositores Rimsky Korsakov, Ginastera, Beethoven, Mahler, Tolosa, Stravinsky, Bartok y Bernstein.
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