Mariano Peluffo, sobre el spoiler de la final de Masterchef: "Me da bronca pero la placa loca no empaña nada"
El conductor de reality habló con Personajes.tv después de que Crónica TV adelantara el ganador del certamen horas antes de que se emitiera el programa
Anoche terminó Masterchef, el reality conducido por Mariano Peluffo que cautivó al público y obtuvo una de las mejores mediciones del domingo. Si bien el programa fue una sorpresa a nivel audiencia, su última entrega fue empañada por una placa de Crónica que anunciaba el ganador horas antes de que se emitiera la gran final.Conocer de antemano que Elba sería la finalista despertó en los seguidores del ciclo un malestar que decantó en las redes sociales. Pero claro, ellos no fueron los únicos enojados por la situación, Peluffo también hizo su descargo al respecto.
Más calmado que ayer, el conductor del reality de cocina habló con Personajes.tv sobre la desafortunada decisión de Crónica TV. "Me da bronca pero la placa loca no empaña nada", dijo y agregó: "No lo tomo como algo corporativo ni algo hacia mí... ni como una guerra entre medios. Llegó el comentario y entre cuatro les pareció que estaba bueno publicarlo, me imagino que se deben haber arrepentido. Crónica juega al límite, es parte de su ADN. Y cuando jugás al límite, estás más cerca de la roja que los que no juegan".
-¿Qué pesó más anoche el enojo por el spoiler o la emoción por la final?
-Mirá... Me parece que son dos cosas distintas. El incidente menor no empaña el gran final de Masterchef. Fue un gran final para un gran ciclo. Me pone contento cuando se revitaliza el reality. Es un género que me encanta hacer, es el reality número 14 en el que participo. Pero por alguna razón la gente está esperando que no funcione, para decir que no hay que hacer mas realities. A mí me parece buenísimo que el género vuelva a tomar vigor, y mucho más con un tema como la cocina. La gente se enganchó, fue un ciclo súper cuidado, un gran producto y un éxito a nivel comercial también. Eso es lo que importa.
-Pero ayer, parecías enojado...
-Me enojó un poco, no te voy a mentir. Lo que me pone mal es el laburo que todos hicimos. No me cagan a mí... Lo que sí me parece es que está la gente que laburó horas, los participantes, los que te siguen... Me da mucha bronca, en lo personal no me cambia. Me da bronca esto de no cuidarnos en la industria.
-¿Tienen idea de cómo fue que se filtró la información?
-No teníamos ni la más remota idea de que iba a pasar algo así. No entra en la cabeza de nadie, no había provecho ni ganancia para nadie... Mucho menos para quien puso la plata. Es como pararte en la puerta del teatro donde está David Copperfield y decir "el conejo está en la galera". Sigo sin entender cuál fue el objetivo perseguido. Nosotros grabamos el viernes porque logísticamente era complicado hacer un vivo de 10 minutos un domingo a la noche. El día de grabación le pedimos a todos que por favor no saquen fotos, les dijimos que estábamos grabando la final de un programa, que por favor no se filtre.
-¿No se les ocurrió que podía pasar algo así?
-Ahora lo pienso y me parece que era más que obvio que se podía saber el resultado. Pero no se hizo énfasis porque nadie pensó que alguien iba a contarlo.
-¿Pensás que cambió algo que la gente conociera al ganador?
-La realidad es que el 99% de la gente disfrutó del ciclo, de la final, de cómo se desarrolló... Te enganchás con cómo está contado el cuento. El Titanic se hundió, todos lo sabemos pero igual vas a ver la película. ¿Me entendés? Quizá si se hubiera grabado mucho antes -hace un mes y medio, por ejemplo- capaz le hacía daño al ciclo. Pero no se arruinó la final, tuvimos un pico de 12 puntos de rating un domingo.
-¿Cuál fue la reacción de los seguidores?
-Hubo de todo, es una bolsa gigante. Yo me quedo con la gente que dijo "no me importa, es mi plan de domingo". Lo único que te podés llevar si hacés algo así son puteadas. No había nada que se pareciera a eso... Si la joda es contar los finales... de Guapas, de la nueva película de Damián Szifrón... un día no queda nada. La tele es ilusión.
-¿Por qué creés que Masterchef pegó tanto en el público?
-Me parece que fue una combinación de buenas historias, buenos personajes, de un conductor que está identificado con el género, de chefs versátiles que funcionaron súper bien y que generaron amores y odios y eso mueve la aguja. A todo eso sumale la cocina, somos un país donde la comida mueve a la gente y el reality volvió a poner en un lugar de importancia a la cocina en la tele... Volvió a tomar vitalidad, se impuso el comer bien, cocinar rico. La gente se interesó, mandaban mails pidiendo recetas. Me parece que está buenísimo lo que pasó y va a seguir pasando el año que viene.
-¿Sentís que hay prejuicios con los realities?
-No es un género fácil de hacer. No es fácil de entender y no es un rubro que se haya aceptado. Ya pasaron casi 20 años de Expedición Robinson y lo siguen considerando algo nuevo. Es más, había una categoría en Aptra a mejor reality y la cerraron.Yo que he participado en un montón nunca pude entender cómo a nadie se le ocurrió el monstruo que significaba hacer Gran Hermano. Veías los premios a mejor producción y no se contemplaba a GH. Me parece que hay una cosa con el status quo que impera en la tele a la que le cuesta lo innovador. Los realities tienen mucho público pero cuesta incorporarlos. Yo lucho mucho, me encantan. Cuentan historias de gente común con la que te podés identificar.
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