Mariano Peluffo: “De Telefé, me tienen que echar para que me vaya”
A punto de estrenar la segunda temporada de MasterChef, el conductor asegura que ni siquiera evaluó la posibilidad de pasarse a América para participar de la nueva edición de Gran Hermano.
Vuelve a la pantalla de Telefé con la segunda temporada de MasterChef. Ese regreso coincide con otro, el de Gran Hermano, el clásico reality que siempre lo tuvo cumpliendo alguna función, pero que, esta vez, tendrá que mirar desde su casa. Mariano Peluffo habló con Personajes.tv sobre cómo vive estas dos situaciones, sobre su relación con Elba -la ganadora del primer envío del concurso culinario- luego de la polémica sobre el cobro del premio y cuenta por qué decidió conducir un solo envío semanal, luego de años de sobreexposición.
-Se estrena la segunda edición de MasterChef, ¿qué nos podés adelantar?
-No cambia mucho con respecto al anterior en lo que tiene que ver con la temática, pero sí obviamente hay un premio más suculento. La cifra se subió un 40%, de 250. 000 a 350.000 pesos. Y también están más asentados los jurados en el sentido de que se han hecho más dueños del programa y los vamos a poder ver despotricar, enojarse, reírse... Yo creo que si el público se enganchó mucho con los tres, en esta temporada va a reconfirmar ese romance, sin dudas.
- Hablando del premio, hace un tiempo tuviste que salir a aclarar que Elba sí lo había cobrado porque había versiones que indicaban lo contrario, ¿qué fue lo que pasó?
-No sé si todo comenzó con una declaración de Elba o si dijo una cosa y salió publicada otra, pero te imaginás que en un programa que tiene el volumen de movimiento de dinero que maneja MasterChef nadie va a andar escatimando el premio. La verdad es que no hubo problemas con el cobro. Te cuento una infidencia: el año pasado hicimos El Emprendedor, que salió por Telefé, y el premio lo ponía nuestra productora, entonces, terminamos y había que transferirle los 250.000 pesos del premio a la ganadora. Ahí, los abogados nos dicen que hay que esperar unos 45 o 60 días desde que se emita la final para cubrirnos de que no haya ninguna oposición ni denuncia de plagio sobre el proyecto ganador. Entonces, hubo que avisarle a la ganadora sobre esa demora. Muchas veces hay cuestiones legales que no vas a estar explicando públicamente y que para cierta gente siempre es mejor decir: "No le pagaron".
-Entonces, las cosas con Elba están bien.
-Sí, por supuesto. De hecho, participa en esta temporada. Elba consiguió un protagonismo que es inusitado para este tipo de programas en el que lo que se mide no es su forma de ser o el talento artístico sino las cualidades de los participantes para determinado menester.
-¿Pensaban que iba a darse ese fenómeno?
-Lo de Elba fue muy lindo y no le han pasado más cosas porque ella eligió guardarse un poco y seguir con su vida. En un momento, ella fue invitada a Bolivia, la recibió el presidente Evo Morales y la condecoraron. Yo le aconsejé que se quedara allá un tiempo y aprovechara de alguna manera ese buen momento, pero ella privilegió que acá estaba su familia, que acá estaban sus amigos. A nadie le pasó por alto que lo que ocurrió fue groso y que seguramente pasará algo parecido con las historias de esta temporada.
-¿Lo que pasó con ella, de alguna manera condicionó el casting de los participantes de esta edición?
- No, para nada. De hecho, si vos mirás los 20 participantes que entraron, te das cuenta de que se tomaron los recaudos para que nadie piense: "Esta es la nueva Elba". Además, cuando ella quedó en el programa ni nos imaginamos que iba a pasar lo que pasó y eso nos da la confirmación de que lo que ocurre se vuelve inmanejable. Y precisamente eso es lo que lo hace genial. Si Elba hoy tuviera un local en un patio de comidas, todavía estaría la gente yendo a probar la sopa de maní. Este programa te da una posibilidad que es una sobrevida más allá del aire, que por ahí no te la da otro tipo de ciclos. Entonces, eso también está bueno. MasterChef termina en un momento, pero sigue existiendo un libro de recetas, sigue existiendo un sitio web de recetas. El programa te hizo conocido, peor vos tenías algo para ofrecer.
- Hablabas de otros ciclos y no podemos dejar de preguntarte por la vuelta de Gran Hermano, ¿cómo vivís esta etapa de la que, por primera vez, no formás parte?
-Va a ser el primer Gran Hermano que voy a ver desde casa... aunque en realidad, ni siquiera eso. Va a ser raro porque vamos a salir el mismo día. De todos modos, eso habla del buen momento que está pasando hoy la televisión: que aterrice Gran Hermano en América, que haya otra edición de MasterChef, la tira de El Trece con Lali Espósito y Mariano Martínez, más la tira dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Natalia Oreiro por Telefé... Muchas veces preguntan si en la tele se invierte y mirá, ahí tenés un choque de planetas impresionante.
-¿No te da un poco de curiosidad saber cómo va a ser esta nueva edición de GH?
-Sé que va a ser raro no participar, pero también es bueno tomarlo como una etapa que por diversos motivos terminó. Mi contrato siempre fue con Telefé, Gran Hermano es de Endemol, y cuando esa productora no renovó el contrato con el canal y firmó con otro, yo no tuve mucho margen... Sabía que no me iba a tocar. Tenía que ocurrir un cataclismo para que yo me vaya de Telefé, porque yo acá trabajo bien, cómodo. Casi podría decir que hago lo que quiero, en el buen sentido. Hice MasterChefel año pasado y arreglé con Tomas (Yankelevich, gerente de programación) que no iba a hacer más nada porque me parecía que esa exposición había estado buenísima y no la quería opacar con otra cosa. Ahora volvemos con el programa, que va a estar al aire por cuatro o cinco meses y vuelvo a no hacer nada. En realidad, sigo vinculado con el canal, produciendo El Emprendedor y un nuevo programa sobre bartenders... Mi productora tiene un vínculo muy genuino con el canal y muy asiduo. Además, me dejan hacer radio, me dejan hacer cable... La verdad es que no se me ocurriría dónde ir, de Telefé, me tienen que echar para que me vaya.
- ¿Esto de la exposición tiene algo que ver con lo que ocurrió durante la última edición de Gran Hermano, que al abandonar Jorge Rial terminaste conduciendo el programa más El Debate?
-Sí, a partir de ese último Gran Hermano tomé la decisión de hacer un ciclo por año. Hice Perdidos en la tribu, al otro año Perdidos en la Ciudad, y al otro MasterChef. Así y todo, la gente me dice: "Vos sos el flaco que vive en la tele". ¡No! ¡Ya no vivo más en la tele! Hoy quizá vive (Santiago) Del Moro, en la tele, o Guido (Kaczka), pero yo ya no.
-¿Renegás de esa etapa?
- No, para nada. Creo que la gente asocia eso con cierta capacidad de laburo o de ponerle ganas y eso lo tomo como un mimo, no como algo negativo. Una vez, hablando con Diego Gebel, que sabe mucho de tele, me dijo: "A vos la gente te salva. Si hacés un programa que no funciona, la opinión de la calle es ‘con el muerto que le tiraron, bastante hizo’. Nadie te entierra y ese es un capital que tenés que cuidar". Y es verdad, que la gente me salve a la hora de deslindar responsabilidades sobre los programas que no andan y que sienta que bastante hice para salvar el trabajo, es algo que no quiero que cambie. Si después de hacer MasterChef hago otra cosa, y otra, y otra, tengo más posibilidades de pifiar y de comerme ese capital. Por eso, así estoy súper cómodo, el programa anda genial y con eso y la productora fui ganando una estabilidad que hace que no piense como en otros años "si no hago algo cuando termina este programa, estoy complicado". En ese sentido, ahora navego con más tranquilidad.
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