María Leal: "Me dio bronca que hagan la remake de Grande pá!
La actriz habló sobre por qué no está de acuerdo con volver a éxitos pasados, su actual presente en el teatro y las razones de querer regresar a la televisión
Después de tres años, una temporada en Buenos Aires, dos en Mar del Plata y una gira por todo el país, María Leal y sus compañeras se despedirán de la obra 8 mujeres en pocos días. Ella, la protagonista, habla de su trabajo con pasión. Pero también se divierte con otros temas menos solemnes. Está instalada en un hotel sencillo de Mar del Plata, donde tiene función lunes y martes. El resto de la semana, se traslada junto a todo el grupo a distintas ciudades de la Costa para hacer la función. Cuando la obra termina, María siempre le haba al público. A veces lo reta porque sonaron algunos celulares, otras le cuenta intimidades de las actrices...
-¿Sos la cabecilla del grupo?
-Sí, siempre. Es una condición mía desde chica, como yo no despierto competencia... No sé por qué, seré el patito feo. Pero por ejemplo Alejandro Doria, cuando hacía Atreverse, me ponía siempre cuando había elencos de muchas mujeres. Como para equilibrar.
-¿Y entre ustedes siempre estuvo todo bien?
-Siempre bien. Es una cuestión de inteligencia básicamente. Si nos peleamos, se nota en el escenario, no te quepa la menor duda. Entonces, puede haber diferencias entre unas y otras, pero siempre tratamos, antes de empezar, de agarrarnos de las manos, hacer un "ommmm" para estar focalizadas y aunadas. Pero es bravo. Es convivir en los micros, dormir... Pasás más tiempo con tu equipo que con tu familia. Es difícil, pero no hay desacuerdos.
-¿Tenés otros proyectos para este año?
-Quiero dos o tres meses sabáticos. Hay una propuesta para conducir un programa de televisión, me están esperando desde el año pasado, me llamaron en septiembre. Pero yo dije: "no, no, no, estoy con las ocho mujeres. No me gusta hacer dos cosas al mismo tiempo porque si no, dejás de vivir. Y la tele de hoy, querida... Yo sé que tengo que volver a hacer tele, pero...
-¿Por qué "tengo que volver"?
-Porque la tele te da popularidad entre la gente más joven. Mi hijo menor que es economista y publicista (el otro es psicoanalista, y uno es rubio y otro es morocho, mirá las diferentes vidas de cada uno) me dice: "Mami, vos ya sos marca registrada".
-Claro, sos la "mamá" de las chancles.
-Pero mirá: para trabajar en televisión, te tenés que levantar a las cinco de la mañana para estar a las siete en el canal. Ahí te maquillan, empezás a trabajar a las ocho y hasta las seis de la tarde estás en el canal. ¡Entrás y salís de noche! Y cuando vas a tu casa, si sos de la guardia vieja y del conservatorio, estudiás el texto del otro día, comés y te vas a dormir. No podés hacer nada más. Y encima, te sacan el 35% la AFIP, el 10% el representante y el 6% Actores. Suma 51% de impuestos. En cambio, haciendo teatro no pagás impuestos. Y tenés el contacto directo con la gente, recorrés el país. Yo vengo haciendo gira desde chica y es maravilloso ir a devolverle a toda esa gente todo lo que te dio. Yo lo vivo de esa manera. Vos pensá que toda la educación de mis hijos, los colegios, las universidades... Todo se lo debo al público que me dijo que sí cuando yo hacía televisión.
-Grande pá! fue un hito en tu vida, ¿fue lo más importante que hiciste?
- Grande pá! y Hasta las manos. Ese programa fue un antes y un después también. Me gané nueve premios y pude vivir distintas realidades. Cada diez días viajaba al interior y recorrí lugares donde no existía la televisión y no sabían quién era yo. Lo hice después de Grande pá!, o sea que yo era re famosa en todas partes. Y conocí chicos que no lo sabían, porque no había televisión en ese lugar. Lugares donde no sabían lo que era el Sida... Me metí en las villas, estuve con chicos de la calle... En Hasta las manos trabajaba desde la mañana hasta la noche todos los días para salir al aire en vivo una vez por semana. Y en Grande pá!, Arturo y yo grabábamos un solo día por semana porque el día de los exteriores, les decíamos a los autores: "Pongan a las chicas, que las chicas hagan exteriores". Fue como una beca, fue maravilloso.
-Trabajabas poco, ganabas mucho, te reconocían, te querían...
-Todo, todo, todo.
-Son cosas que pasan una vez en la vida.
-Eso se lo metíamos en la cabeza cada día a las chicas. "Esto es una vez. Ahora van a tener que volver a empezar". Yo tuve suerte porque yo había hecho éxitos y fracasos. Entonces siempre ejemplifiqué: esto es un barquito, de un lado está uno, del otro está el otro, y uno tiene que estar en el medio para no marearse ni con una cosa ni con la otra, y seguir haciendo una carrera larga. ¿Viste toda esta gente que surge y que se hace famosa de un día para otro? Yo los espero dentro de 47 años a ver qué les pasa.
-¿Qué mirás en la tele?
-La verdad es que miro películas. También me gusta Tiempos compulsivos, por ejemplo. Amo a Daniel Barone como director. Y miro programas políticos: Nelson Castro, Joaquín Morales Solá, toda la grilla. Son interesantes y aparte esos te los pasan después a la una de la mañana. Entonces cuando estás yirando, volvés al hotel y mirás un poco. Pero por ahí también pongo 678. Me divierto porque son tan distintos que ya te suena a disparate total.
-Sos como una madre, pero a esta edad, ¿ya te gustaría hacer de abuela?
-Y qué sé yo, en algún momento, Arturo y yo haremos de abuelos.
-Ahora Telefé quiere hacer la remake de Grande pá!
-Y no pudo. A mí me llamaron para hacer ese programa.
-¿Para hacer qué personaje?
-No, ni quise saber para qué, me dio bronca. ¿Cómo me van a llamar para hacer la remake? No está bien. Me dio como cosa…
- Pero ahora hay una tendencia a rescatar cosas del pasado.
-Sí, lo que pasa es que el productor, Quique Estevanez, se debe de haber traicionado a sí mismo: cuando vio lo que habían grabado no le gustó porque su cabeza y la de la gente del canal, lo que hacían era comparar. Y era lo mismo que iba a hacer el público. Grande pá! hay que dejarlo ahí, como un ícono. Hay unos libros que escribió uno de los autores para Arturo y para mí haciendo de abuelos. Está buenísima la idea, pero es riesgoso.
-¿Sería con las mismas chicas?
-No, no, obviamente con chicos chiquitos.
-¿Y con Arturo tenés relación?
-Y, cuando nos vemos nos queremos. El año pasado, estuvimos juntos en la entrega de los Estrella de Mar. Nosotros nunca quisimos hacer temporada con Grande pá! en Mar del Plata, fijate qué locos. Hacíamos temporada de invierno y reventábamos, pero en verano nunca quisimos.
-¿Por qué?
-Arturo me convenció, me dijo: "Es un lugar de competencia, de locura, no vayamos, no vayamos, María", y yo decía: "¿Arturo, te parece?". Y Estevanez: "Se compran un departamento cada uno, se compran un piso en Alvear". Nunca quisimos venir. Y el año pasado, nos encontramos y Arturo me dice: "¡A la peor temporada vinimos a parar vos y yo!". Nos matábamos de risa. Nos hablamos por teléfono, nos hemos juntado por este proyecto y con las chicas siempre estoy en contacto.
-A ellas les pasó eso de que terminó el programa y no pasó nada más.
-Sí, Agustina (Cherri) siguió trabajando, le fue bien pero después se quedó criando chancles. Julieta (Fazzari) tuvo dos hijas, quiere trabajar pero es muy difícil. Nancy (Anka) hace algunas cosas, trabaja. Gabriela (Allegue) directamente no. Gabi se puso a estudiar traductorado y tiene dos nenas divinas.
-No sólo laboralmente sino también emocionalmente el programa fue fuerte para todos.
-Obvio, yo seguí comiendo con ellas una vez por semana durante mucho tiempo. Después una vez por mes pero nos seguimos viendo seguido hasta hace dos años. A la chiquita no porque las grandotas le tenían celos.
-¿Se comunican por Twitter, por Facebook?
-Yo no tengo Twitter, sí Facebook pero muy encerradita. ¿Sabés por qué tengo? Porque tengo un hijo que vive afuera. Y por mi nieto que también está ahí, entonces los espío. Mi hijo un buen día me dijo: "Basta, si querés estar conectada conmigo, vas a tener que usar una computadora y meterte en este mundo".
-¿No tenías?
-Nada. Ellos estaban llenos de computadoras pero yo no. Y entonces ahí empecé con una notebook, empecé por eso para estar conectada con él que viajaba y estaba haciendo un master. Pero yo no siento la necesidad de estar todo el día contando lo que hago. La gente pone, por ejemplo: "Hoy es un día que tengo fiaca y quisiera tirarme unas vacaciones"… Yo me paso la vida tratando de desaparecer, solamente aparecer en mi trabajo y veo a toda esta gente con esa necesidad de que todos sepan qué es lo que está haciendo y me resulta raro.
-¿Y los videos hot?
-Qué bárbaro, che, qué bárbaro. No lo entiendo. No sé por qué ahora se graban con celulares. Nosotras no le sacábamos una foto al pito de nuestro marido. Ponete una película pornográfica si te gusta eso, está perfecto, si es una buena película pornográfica, ¡mirala! Si son relindas para divertirse un rato.
-Es verdad que no se sabe mucho de tu vida. Ni en los momentos de gran exposición con Grande pá! se supo.
-En esa época yo tenía un acuerdo: hacía una nota por año para cada revista.
-¿No te hacían guardias? ¿No te inventaban romances?
-No, no. Y era una etapa muy productiva para mí, pero nadie nunca me atrapó en nada. Y a esta edad ya está, ahora no se habla de eso. Con suerte, se practica.
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