La bajista de El Otro Yo defendió a su hermano y cuestionó las denuncias de las víctimas
La bajista de El Otro Yo, María Fernanda Aldana, rompió el silencio y publicó un video en las redes sociales de la banda donde habló del proceso penal que enfrenta su hermano Cristian por abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y corrupción de menores en siete oportunidades, delito por el que puede recibir una condena de 20 años de cárcel.
María Fernanda, que no está citada a declarar en el juicio y su testimonio no fue propuesto por la defensa de su hermano, dijo en un video que la forma en la que acusan a su hermano fue “extraña” porque se tratan de hechos que pasaron hace 15 años. “Me acusaban a mí de ser encubridora y cómplice, cuando en ese momento nadie me vino a decir nada de algún problema que hubiera sucedido. Yo jamás vi nada fuera de lugar. Me parece muy injusto lo que estamos viviendo”, dijo, hablando frente a una cámara, con la mirada al piso o a los costados, en una casa de paredes color naranja.
La bajista escribió en el posteo que habló por sugerencia de su maestro krishna, Gurudeva Paramadvaiti. Contó que en tres eventos cancelaron las presentaciones que tenía arregladas, por lo que se siente censurada. “Siento una violencia muy grande hacia mi persona y mi familia. Estoy asombrada de lo que veo pasar. Creo que llegó el momento de hablar porque no estamos teniendo respuesta, ninguna veracidad, todo es mentira, confusión, no hay pruebas de nada. Cristian está detenido ilegalmente y hay un montón de detalles que así lo confirman”, dice en el video de 12 minutos de duración.
Cristian Aldana está con prisión preventiva desde el 22 de diciembre de 2016 en Marcos Paz y el juicio comenzó el 22 de mayo en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°25 de la Ciudad de Buenos Aires. En las dos primeras audiencias declaró A., una de las denunciantes, primero por más de 5 horas y luego 3 más. De las siete mujeres que llevan adelante la acusación, sólo ella hizo público su testimonio, las otras cinco lo harán de manera privada y una por escrito desde el extranjero, donde reside.
Al enterarse del video, A. se mostró muy enojada. “Después de los cientos de testigos, de la cantidad de denuncias y de este proceso judicial, ella lo sigue negando porque es cómplice. Esto es un manotazo de ahogado. El Otro Yo es una red de abuso sexual”, le dijo a Rolling Stone.
La tercera audiencia fue el 5 de junio, sin público ni prensa, donde comenzó su testimonio F., quien lo terminó de dar el 12 de junio. Ella pidió que Aldana no estuviera a su vista, por eso lo pusieron detrás de un biombo dentro de la misma sala. Por las características de los relatos, las mujeres pueden solicitar que su declaración sea de manera privada y sin tener al victimario tan cerca, mirándolas, pero para respetar su derecho de defensa tiene que estar dentro de la misma sala. Aún no se sabe la fecha de la próxima audiencia. Según fuentes cercanas a la parte querellante, F. se descompuso en la mitad de su exposición y tuvo que detenerse la audiencia. Su testimonio fue contundente y sostuvo la misma acusación que dijo en Primera Instancia. La próxima será C.
En el juicio, que es probable que se extienda por muchos meses más, el abogado particular que defiende a Aldana, Rodolfo Patiño, presentó más de 100 testigos para dar cuenta de cómo era el músico durante esos años. Los casos de abuso relatados ocurrieron en distintos momentos de la historia de El Otro Yo, entre 1999 y 2010, siempre en las oficinas del sello discográfico de la banda, Besótico. De hecho, en el video que publicó María Fernanda pide que quien haya ido a esas oficinas y tenga fotos se las envíe por mail.
Patiño presentó la semana pasada un recurso ante el Tribunal de Casación porque el TOC N°25 le rechazó “muchas pruebas, testigos y documentos”. Según el Juzgado, esa reducción en la cantidad de testigos fue un pedido para tener mayor celeridad en el proceso. Al final, después de un ida-vuelta de varios recursos la defensa logró que le acepten 60, pero igual lo apeló. “Rechazó sin argumento la prueba presentada. Si se puede resolver en el curso del debate vamos a evitar un perjuicio para todos porque este juicio va a ser nulo. Sino vamos a pedir la anulación del juicio. Habrá que hacer un nuevo juicio porque se está construyendo sobre barro”, le dijo a Rolling Stone.
La estrategia de la defensa parece ser trabar el juicio con recursos técnicos y desprestigiar a las víctimas. En los siete casos de las mujeres que acusan y de cuatro más que contarán su historia como testigos se respeta un patrón de conducta: todas eran fans, cuando empezaron a estar con él tenían entre 13 y 16 años, la mayoría no tenía experiencia sexual y tenían una situación familiar vulnerable, querían ser músicas y las contactaba a través del blog de El Otro Yo. Las aberrantes situaciones de abuso sexual relatadas por las mujeres, ahora mayores de edad, dan cuenta de mecanismos de conquista y silencio. “Nadie va a poder entender nuestra relación”, “así es el sexo con adultos” y “no le cuentes a nadie” son algunas de las frases que las mujeres relataron que les decía.
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