Marcelo Longobardi: “El Gabinete es un jardín de infantes conducido por tres maestras jardineras”
Desde sus vacaciones en Bariloche, adonde dio rienda suelta a su pasión por el golf, el periodista habló con LA NACION y no dudó en criticar a la mayoría de los ministros de Macri
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Son las 6 de la tarde y Marcelo Longobardi acaba de terminar de jugar la copa Galicia Éminent junto a su hijo, Ignacio, en Bariloche. No quedó conforme con su juego. Prende uno de los 12 o 13 cigarrillos que fuma por día -hasta el año pasado eran 24-, y luego ordena meticulosamente los palos de golf.
El periodista que lidera desde hace 18 años las mañanas en la radio lleva una semana y media de vacaciones y asegura que no tocó los diarios. Pasa sus días concentrado en disfrutar de su familia, su mujer Laura, las mellizas Delfina y Clara (10), Josefina (7), Franco (27), Ignacio (24) y Gastón (22) y el golf, la pasión que comparte con sus tres hijos varones.
“El golf ha sido muy bueno para nosotros porque nos unió mucho, sobre todo los viajes que inventamos desde 11 años”, dice a LA NACION en una charla distendida en el Club House del Llao Llao. Definido por su hijo Ignacio como un obsesivo, admite que no le gusta el frío y que toma vacaciones sistemáticas tres veces al año: en esta época, alterna entre Bariloche y Punta Cana, en julio piensa viajar a Escocia a jugar al golf con sus hijos, y se guardará unos días para viajar con su mujer.
-¿Cómo fue que empezaste a jugar al golf?
- Empecé hace 24 años. Mi hijo mayor, Franco, empezó a jugar a los 3 años incentivado por un profesor que había en el lugar donde vivíamos. Atrás de Franco (27) nos prendimos todos.
-¿Qué significa el golf para vos?
- Tengo el privilegio de tener tres hijos varones que juegan en el más alto nivel. No es algo común y tampoco lo es que tengan interés en jugar conmigo. Hicimos un grupo entre los cuatro para jugar de manera sistemática una serie de torneos entre nosotros.
-¿Cómo son esos torneos?
-Son terribles. Estamos divididos en dos equipos. Yo juego con Ignacio, y Gastón y Franco son el otro equipo. Eso es así desde siempre y es una competencia dramática. Pasamos días sin hablarnos. Vamos a hoteles a habitaciones distintas. Cada equipo tiene su indumentaria. Es una batalla campal que lleva muchos años que no tiene perspectivas de modificarse.
-¿Aprovechan para hablar de cómo va la vida en esos días?
-No, ninguna charla. Nos queremos matar. Me cuentan de sus cosas pero no en la cancha.
-¿Hablan todos los días, les estás encima?
-Sí estoy en contacto todo el tiempo. Tenemos un grupo de Whatsapp que se llama Longos y estamos en contacto por ahí. Les ando atrás para que me escriban cuando vuelven. Es mi única preocupación. El resto son chicos re ordenados y piolas.
-¿Ninguno quiso ser periodista?
-Franco trabajó un tiempo como comentarista de golf en la televisión pero no como periodista sino como deportista. Estuvo a punto de ser profesional. Cuando dejó su carrera profesional trabajó varios años en Golf Channel.
-¿Cómo es tu relación con tus hijas mujeres?
- Vivo con ellas. Son chiquitas, van a aprender a jugar al golf en algún momento (risas). Yo no me llevo particularmente bien con los chicos cuando son chiquitos, cuando crecen me voy llevando mejor. Soy un padre buenísimo, a partir de cierta edad.
-¿Qué tal es ser padre de mujeres?
-Estoy aprendiendo. Yo estaba muy acostumbrado a ser padre de varones y ahora tengo tres hijas mujeres, por lo tanto es una cuestión que tengo que aprender de grande. A los 55 años es una cosa que uno tiene que aprender, no es fácil. Uno no es automático.
-¿Tenés previsto dejar de trabajar por un tiempo?
-Sueño con eso. Pero no lo puedo hacer todavía. Acabo de renovar un contrato con Radio Mitre por los próximos cinco años.
-¿Algún otro proyecto dando vueltas?
-Sí, varios pero todavía ninguno cerrado…
-No le pegás mucho al Gobierno.
-Bueno, vamos a ver qué pasa este año. El año pasado fue como una especie de año de gracia general.
-¿Qué es lo más grave que ves de este Gobierno?
-Demasiado marketing. Hay que ver si Macri es un paréntesis o un proyecto de poder. Mientras eso no esté claro, la economía no se va a terminar de ordenar. No estoy viendo cuál es el proyecto político de Macri. En segundo lugar, creo que ese juego que hace Macri con Cristina Kirchner es muy peligroso, ha postergado el debate argentino de populismo y una cosa más lógica para la próxima elección y eventualmente para la próxima.
-¿Qué te parece el Gabinete?
-Me parece un horror. Tanto en los nombres en términos generales, como el formato que Macri diseñó. El Gabinete es un jardín de infantes conducido por tres maestras jardineras.
-¿Quiénes te parecen los peores del Gabinete?
-Te voy a decir quiénes me gustan. Me parecen buenos Rogelio Frigerio, Miguel Ángel Gutiérrez y Luis Caputo. Nicolás Dujovne es un tipo piola pero tiene su ministerio demasiado fragmentado. Abad me parece el mejor de todos.
-A las 4.30, ¿leés diarios papel o digital?
-Necesito tocar el papel. Ver las caras de las personas, leer los epígrafes. Internet no es lo mismo. Desde el punto de la edición, Internet aplana todo. En los diarios todavía hay edición y yo valoro la edición profesional.
- ¿Quiénes son tus amigos del medio?
-Jorge Fontevecchia, Jorge Lanata, Jorge Fernández Díaz, Alfredo Serra, Daniel Hadad, los Leuco, Luis Majul y Nelson Castro, el equipo de Cada Mañana. Y por supuesto, como estoy de vacaciones me estoy olvidando de la mitad.
-Además del golf, ¿qué te gusta?
-Viajar, la música, la ópera. Voy al Colón cuando puedo. Lo último que hice fue ir a ver a Coldplay. Salgo mucho menos de lo que quisiera.
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