Mank: 11 cosas de Ciudadano Kane que debés saber antes de ver la película de David Fincher en Netflix
Mank -el nuevo largometraje de David Fincher- ya está en Netflix. Aclamado por la crítica, la historia de sobre cómo vivió Herman J. Mankiewicz (guionista de Ciudadano Kane,) la producción y rodaje de la célebre película de Orson Welles en 1941 tiene todo para ser una de las grandes protagonistas de la temporada de premios.
Un filme que narra cómo se gestó la que está considerada como una de las mejores películas de todos los tiempos y que, desde 1989, está en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América para su conservación para la posteridad en el Registro Nacional de Cine por ser "cultural, histórica o estéticamente importante".
Con semejantes antecedentes, es imposible no mirar antes la obra maestra de 1941. Pero además de revisar la obra de Welles, hay 10 datos sobre Ciudadano Kane que vale la pena saber antes de enfrentarse a lo nuevo de Fincher en Netflix.
1. Ópera prima de Orson Welles
Ciudadano Kane es considerada la primera película de Orson Welles como cineasta, ya que Too Much Johnson, que realizó en 1938, fue un proyecto que no llegó a terminar, mientras que The Green Goddess, Around the World y The Miracle of St. Anne fueron cintas que dirigió y escribió Welles en cine mudo en forma de cortos, pero que, actualmente, se encuentran perdidas.
Welles, con solo 27 años, optó al Oscar a la mejor dirección y se hizo con la estatuilla al mejor guión original. Pocos debuts han sido tan laureados y reconocidos con el paso de los años como el suyo.
2. Un guión conflictivo
No habría película de Fincher si este conflicto no hubiera existido. Oficialmente, aparecen acreditados como guionistas de Ciudadano Kane tanto Welles como Mankiewicz. Ahí no está tanto el problema, sino en de quién fue la idea de escribir una historia inspirada en el magnate William Randolph Hearst.
Según escribió Simon Callow en Orson Welles: Hello Americans, Mankiewicz no tomó de buen grado que Welles recibiera prácticamente todo el reconocimiento por la película. El biógrafo explicó que Herb Drake, publicista de Welles, le advirtió que Mankiewicz pensaba atacarle públicamente sobre el tema de los créditos del guión. Finalmente, ambos llegaron a un acuerdo, pues Welles no dijo en las entrevistas de promoción de la cinta que él fuese el único autor.
3. Hearst intentó destruir la película
A inicios de los años 40, William Randolph Hearst era uno de los magnates con mayor influencia en la opinión pública estadounidense. Cuando se enteró de que Welles había hecho una película inspirándose en él, montó en cólera.
Dueño de varios medios de comunicación, buena parte de la prensa sensacionalista que leían los estadounidenses provenía de Hearst y el magnate lanzó una dura ofensiva contra Welles y RKO, el estudio que produjo la cinta. Tales fueron las presiones para "eliminar la película", que el jefe de prensa de la MGM, Nicholas Scheck, llegó a ofrecerle a RKO condonar todas las pérdidas si "destrozaba" la película.
4. Intentos de censura
La forma de actuar de Hearst llegó a ser catalogada como un grave intento de censura. Tales fueron las amenazas, que RKO decidió que, para evitar problemas, se hiciese un pase privado con los abogados del estudio y Hearst. El equipo judicial del magnate exigió eliminar partes de la cinta que ofendían al multimillonario y unas escenas suprimieron y otras se mantuvieron pero con recortes. Eso sí, estos cambios contaron con la supervisión de Welles y de Robert Wise, el encargado del montaje de la cinta.
5. El boicot surtió efecto
Pese que se evitaron demandas multimillonarias por parte de Hearst, su boicot surtió efecto entre el público. Prueba de ello fue que el Radio City Music Hall de Nueva York rehusó cubrir el estreno, debido a la amenaza de Louella Parsons, una de las periodistas de Hearst y despreciada por Hollywood por su intromisión en la vida privada de los artistas. Parsons amenazó al propietario del local con publicar información muy comprometida sobre su abuelo.
La ópera prima de Orson Welles fue un estrepitoso fracaso de taquilla, provocando pérdidas de 160.000 dólares para RKO, una cifra elevada para la época. Curiosamente, esto marcó el destino de Welles como cineasta, pues ninguna de sus siguientes películas fueron éxitos comerciales.
6. Hearst no fue la única inspiración
Aunque la principal fuente de inspiración de Mankiewicz y Welles para crear a Charles Foster Kane fue Hearst, no fue la única referencia. El proceso de escritura del guión de la cinta tuvo dos versiones cohesionadas. Tanto Mankiewicz como Welles escribieron un borrador a solas y luego los pusieron en común. La versión de Mankiewicz era una crítica hostil y directa a Hearst, al cual odiaba visceralmente; mientras que la versión de Welles tomó inspiración de otras figuras muy importantes como Howard Hughes, Samuel Insull y Harold Fowler McCormick.
7. Solo ganó un Oscar
No es atrevido decir que Mank podría llegar a tener más Oscar que Ciudadano Kane. La cinta de 1941 consiguió nueve nominaciones, pero solamente obtuvo una estatuilla, la correspondiente al mejor guión original para Mankiewicz y Welles. Este resultado tan escueto se debe, efectivamente, al boicot provocado por Hearst. De hecho, varios allegados del magnate abuchearon a Welles cuando ganó el galardón.
8. Revalorizada en Francia
Pese que la crítica que no pertenecía a medios de Hearst apreció la película en su estreno, el prestigio y reconocimiento con el que cuenta actualmente Ciudadano Kane vino años más tarde. Fue en 1946, cuando el filme llegó a Francia, el momento en el que llegaría la revalorización definitiva del largometraje.
El filme fue aplaudido unánimemente por la prensa gala, llegando a ser alabado por Cahiers du cinéma y reconocido, posteriormente, por cineastas tan prestigiosos como François Truffaut o Jean-Luc Godard. André Bazin crítico de cine, escribió en su ensayo La evolución del lenguaje cinematográfico que Ciudadano Kane "marcó un nuevo rumbo y una era completamente diferente en el cine". Gracias al apoyo de Europa, la cinta de Welles pudo ser 'profeta en su Tierra', al llegar el reconocimiento (tardío) de la prensa estadounidense.
9. Retrato del periodismo
Además de ser Ciudadano Kane un título imprescindible sobre el periodismo en el cine, suele nombrarse cuando se celebra el Día de la Libertad de Prensa por cómo analiza el poder de los medios de comunicación, el proceso que ha vivido el filme en sí está reconocido como un ejemplo de la libertad de expresión, al haber sufrido amenazas y boicots por parte de Hearst, quien intentó derribar uno de los derechos más fundamentales de la democracia
10. La escena inspirada en Mankiewicz
Un elemento real que también pasó a Ciudadano Kane son los problemas con la bebida que tuvo Mankiewicz durante la escritura del guión. Una escena de la cinta muestra a un crítico de teatro dormido sobre su máquina de escribir, lo que provoca que no entregue la reseña a tiempo. Ese momento, fue sacado de una anécdota real que vivió el propio Mankiewicz. Estos problemas con el alcohol están también muy reflejados en la cinta de Fincher.
11. Reivindicación que terminó en polémica
En 1971 fue cuando Pauline Kael decidió reivindicar plenamente a Mankiewicz como impulsor principal de la idea de Ciudadano Kane. Además de publicar un duro artículo sobre Welles en The New Yorker, escribió un ensayo, 'Raising Kane' ("Criando a Kane"), en el que, prácticamente, atribuía toda la autoría, tanto de la idea como del guión, a Mankiewicz, dibujando a Welles como un "aprovechado" y oportunista.
Dichos comentarios no cayeron en saco roto, Welles amenazó con demandarle por difamación. Además, se encontró con un rechazo frontal de varios intelectuales y críticos. En 1972, Peter Bogdanovich rebatió en Esquire la postura de Kael. Según comentó el propio Fincher en una entrevista con Vulture, él mismo tuvo que confrontar con el guión de su propio padre, que sigue la línea dura de Kael, obligándose a suavizar el retrato que su progenitor hizo de Welles.
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