Mafalda, la más querida
Quino y el realizador Juan Padrón hablan de cine y de dibujos
Dicen que haciendo negocios son como Felipitos, y que si hubieran sido Manolitos les habría ido mejor económicamente con sus dibujos trasladados al cine. Quienes juegan a identificarse con las cualidades de esos personajes que acompañaron a Mafalda son precisamente su creador, el humorista Quino, y el dibujante y animador cubano Juan Padrón. Esta dupla, que se reunió con La Nación antes del inicio de la muestra "Primavera animada", acompañará hoy, en la Sala 1 del Hoyts, a las 20.30, la presentación de la película de animación que realizaron juntos entre 1985 y 1987: "Quinoscopios", seis cortometrajes que contienen 52 chistes de las tiras de humor realizadas por Quino. "A mí me molesta mucho trabajar para que la gente no vea lo que hago. Y si bien es cierto que siempre me resistí a que mis dibujos llegaran al cine, especialmente Mafalda, cuando lo hicieron -ganándome por cansancio- nunca suscitaron demasiado interés. Varias veces he escuchado este comentario: "En América latina, Mafalda arrasa, se vende como pan caliente". Pero no. En España las películas que se hicieron con mis dibujos se vieron mucho, pero en la Argentina no las vio nadie. Por eso digo que somos Felipitos para los negocios. Y por eso no pienso mucho en términos de animación", dice Quino, contundente.
Entonces recuerda que los primeros cortos de "Mafalda" se hicieron en 1972, "y el productor, Daniel Mayo, armó luego un largometraje que fue un espanto, con una visión medio rosadita del mundo. Yo le dije que sí por cansancio, porque me persiguió durante cinco años para poder hacerlo. Pero le había dicho que no quería participar en los guiones ni en nada".
El realizador Juan Padrón es conocido en el mundillo de la animación por lo politizados de sus largometrajes animados, como "Elpidio Valdés" (1979), que en su saga compuesta de tres films cuenta cómo fue la guerra de liberación de Cuba contra los españoles, que se verá también hoy.
Padrón y Quino se conocieron en el Festival de La Habana de 1984. Pero en realidad -otorga el papá de Mafalda- fue su mujer, Alicia, quien lo "animó" a aceptar que sus personajes se mudaran nuevamente del papel al cine. "Creo que los "Quinoscopios" ganaron mucho con la animación que hizo Juan. Yo participé en la selección del material y en la resolución de los gags, pero no mucho más allá de eso. En realidad, Juan es un equipo de animación en sí mismo. Me hacía las voces, los ruidos y actuaba todos los dibujos. La hicimos con mucho ron encima y nos divertimos mucho."
Mafalda levanta la voz
Quino es contundente al explicar que uno de los más grandes problemas a la hora de trasladar un dibujo a la vida animada es encontrarle la voz más apropiada a los personajes. "Yo creo que la gente rechazó un poco la voz de Mafalda. "Esa no es su voz", me decían, como si alguna vez el personaje hubiera tenido voz. Y he visto una versión doblada al mexicano que es un horror", cuenta Quino. "El público me decía lo mismo a mí cuando llevé el personaje de Elpidio Valdés al cine. "¿Y tú cómo te imaginas su voz?", le pregunté a un señor. "Como la mía", me dijo. "Y claro -le respondí-, es que la banda sonora de la historieta eres tú." Y eso pasa siempre en el pasaje de la historieta al cine."
Así fue como juntos concretaron unos 108 cortos de "Mafalda" de un minuto de duración cada uno. "Pero sin voz. Tratamos de contar el cuento sin diálogos -cuenta Padrón-. Pero fue duro el story board . Porque para evitar este problema de las voces y la desilusión de los lectores de la tira tuvimos que inventar ciertos truquitos. Siempre recuerdo cuando Felipito relata una excursión, y dice que se tiró de una cascada, entre otras cosas; entonces, Mafalda, para volverlo a la realidad, no le dice nada, simplemente, hace un chasquido con los dedos".
Padrón quiere volver a trabajar con Quino. "Llevo años detrás de él", dice. Pero sabe que, primero, debe convencer a Alicia, su mujer y consejera. "Habría que buscar una producción mixta porque el dinero que se invierte en una película de animación se tarda en recuperar. Y bueno, ya veremos", dice Quino. Por su parte, Padrón cuenta que está en plena producción de un nuevo film de animación, "Comando vampiro en La Habana", una mezcla de política con ciencia ficción que probablemente estrene el próximo año. "En Cuba, un estreno de un film de animación es todo un acontecimiento cultural, como si se tratara de un estreno de Mel Gibson. Nuestra suerte es que tenemos un Instituto de Cine en donde los directores y productores deciden todo. Ahora nos han dado dinero para comprar computadoras. Y vamos a crear una productora de animación, de manera que se pueda trabajar también para España. El Estado quiere mantener la producción cubana que se perdió en estos años de crisis. Ahora, lo más difícil es convencer a Quino para volver a hacer algo juntos."
Versión pirata
- A pesar de las veces que "Mafalda" estuvo en manos "piratas" que no pidieron permiso para su utilización, Quino no deja de sorprenderse. Ahora está indignado con la arquidiócesis de Salta que utilizó la imagen de Mafalda para un afiche, cuenta. "Hay una sucesión de imágenes y termina con Mafalda en un cajón, y dice: "Muy tarde para creer en Dios". ¿A quién le hago juicio, a la Iglesia?"
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