Luciana Salazar se mostró devastada por la muerte de su mejor amigo Charles Raúl Sotelo: “Rota en mil pedazos”
En su cuenta de Instagram, la modelo se dejó ver muy afectada por el fallecimiento del estilista; horas antes, había publicado en un tuit sobre el hecho que luego decidió eliminar
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LA NACION
En horas de la madrugada, Luciana Salazar sorprendió con una serie de comentarios en sus redes sociales. A través de sus cuentas de Instagram y Twitter, reveló que su mejor amigo, Charles Raúl Sotelo, había muerto. Según se conoció horas después, el hombre fue encontrado sin vida por su hermana dentro del inmueble donde vivía.
La primera intervención de la modelo fue pasadas las 23 del lunes e impactó a todos. A través de un tuit, no solo dio a conocer la noticia de la muerte, sino que también dio a entender que se trató de un homicidio. “Mataron a mi mejor amigo. No lo puedo creer”, escribió en la plataforma. Sin embargo, el mensaje fue eliminado poco tiempo después, con el avance de la investigación de los causales de muerte.
Luego, en su cuenta de Instagram sí le dedicó unas sentidas palabras en las que mostró su dolor, pero descartó la versión del asesinato que había expresado en primera instancia. “Amigo, ¿qué pasó?”, comenzó en la historia que también incluyó una foto de ambos juntos. A continuación, manifestó su sorpresa y tristeza por el hecho: “No lo puedo creer, no lo puedo tolerar. Estoy rota en mil pedazos. Mi hermano, mi amigo, mi confidente, mi todo. Se me fue parte de mi vida”.
Según el parte policial al que accedió LA NACION, personal de la Comisaría Vecinal 14 b de la Policía de la Ciudad se trasladó a un inmueble ubicado en Nicaragua al 6000, barrio de Palermo, luego de que la hermana de Sotelo aseguró no tener noticias del paradero de su hermano desde el sábado. La mujer, que tenía una copia de las llaves, recibió a los efectivos y abrió la puerta del lugar donde vivía su hermano. Allí, descubrieron que el hombre estaba sin vida, hecho que fue confirmado luego por el SAME.
El cuerpo de Charles Sotelo, quien era dueño de la cadena de barberías Bacan, no tenía signos de violencia y no se encontró ningún faltante en el lugar.
Mientras todavía se investiga el hecho, aún hay pocas certezas y no se sabe cuál fue el causal de la muerte. En ese contexto, una joven que compartía gimnasio ocasionalmente con Sotelo dio su testimonio y contó que el viernes, un día antes de fallecimiento, el hombre entrenó normalmente.
En diálogo con Desayuno americano (América TV), la vecina, llamada Abril, se refirió este encuentro y a la dinámica del lugar donde vivía el estilista, que es un hotel pero tiene muchos huéspedes viviendo allí y unas reglas más parecidas a las de un edificio residencial.
Durante sus declaraciones, la joven expresó que solía cruzarse con Sotelo en el gimnasio del edificio y que se lo veía bien y sano. En esa misma línea, aseguró que el viernes no notó fatiga extrema ni ningún comportamiento extraño que pudiera indicar un problema de salud.
A continuación, dio un dato importante: los empleados del hotel no tienen la posibilidad de ingresar a los cuartos en caso de que los huéspedes no contesten. “No se maneja como hotel, no tiene tarjeta ni nada para entrar. La llave es personal de cada uno”, describió.
LA NACION
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