Lost, una serie de culto que siempre da para más
Hoy se pone en venta la sexta y última temporada
NUEVA YORK ( The New York Times ).- Recordemos cuando, en mayo, todos nos sentamos alrededor del televisor para ver el final de Lost (y si usted no lo vio, entonces, mejor deje de leer aquí), ese episodio amado y odiado de dos horas y media en el que el personaje de Matthew Fox, Jack Shephard, murió y finalmente supimos que el universo paralelo en el que vivió junto con los otros náufragos durante la última temporada era una suerte de vida después de la muerte.
Pero resulta que Lost todavía no terminó. Hoy saldrá a la venta en nuestro país el DVD de la sexta y última temporada (y un box set con la serie completa, a 600 pesos). Entre las muchas horas de material extra incluido hay un corto ansiosamente esperado por los fanáticos, El nuevo hombre a cargo , que sirve como coda a la conclusión de la historia (ver recuadro).
Fox habla sobre su vida después de la muerte en el misterioso universo paralelo con el que Lost terminó y sobre el día en que se despidió de Jack Shephard.
-¿Te resulta raro seguir hablando de Lost ?
-El hecho de que ya no esté al aire no significa que yo no tenga ganas de que la historia le llegue, en su máxima expresión, a la mayor cantidad de gente posible. Con la salida del DVD, muchos van a ver la serie por primera vez, hay un gran público que o todavía no experimentó nada de Lost o no vio la sexta temporada.
-¿Fuiste uno de los miembros del equipo que se autoimpusieron la "veda mediática" después de que el capítulo final salió al aire?
-Para mí no fue algo deliberado, creo que [los productores ejecutivos] Damon Lindelof y Carlton Cuse sabían que iba a haber muchas preguntas. Sé que hay quienes no quedaron conformes con el final, pero lo cierto es que yo no recibí ninguna reacción negativa.
-¿Viste a Lindelof comentar algunas de las reacciones negativas que recibió en Twitter?
-No podés complacer a todo el mundo. A un segmento de la audiencia solamente le importaban las preguntas que no se pueden responder. Algunos de los interrogantes que abordó la serie son preguntas filosóficas con las que todos tenemos que lidiar. Preguntas sin respuesta. Y algunos miraban Lost con una intensidad mayor, esperando una respuesta que no podían contestar ellos mismos.
-¿Tenías tu propia teoría sobre cómo iba a terminar todo?
-Nunca me dediqué a pensar dónde terminaría la serie. Solamente supe desde un principio cuál iba a ser la imagen final: el ojo cerrándose. Pero no imaginaba cómo llegaríamos hasta ahí y qué iba a significar eso para Jack: lo único que sabía era que se iba a redimir. Así que me dejé llevar.
-¿Desde un principio supiste qué representaba esa imagen?
-Creo que fue durante la tercera temporada que tuvimos una charla muy profunda que fue decisiva para el futuro de la serie y para el final de la historia. Y Damon tuvo la buena onda de darme esa única imagen, pero me ocultó buena parte de cómo íbamos a llegar hasta ahí, y lo valoré mucho. Desde un primer momento, quisimos jugar con los grises del heroísmo. Básicamente, la idea era presentarlo como este médico héroe que de repente se siente sumamente incómodo con ese papel, para después pasar tres o cuatro temporadas desarmando esa construcción. Al final de la cuarta temporada es un suicida. El punto era pasar las dos últimas temporadas de la serie reconstruyéndolo, en una especie de redención, para después sacrificarlo.
-¿Hiciste algo especial para prepararte para filmar la escena de la muerte de Jack?
-Sabíamos que iba a ser muy emotivo: después de seis años de luchar consigo mismo, llegar al momento en el que este hombre deja este mundo para ir a lo que sea que haya después -si es que hay algo- completamente en paz.