Los hijos de Sam: Netflix revela los secretos de un misterioso culto satánico

Netflix estrenó este miércoles la miniserie documental Los hijos de Sam: un descenso a los infiernos. En solo cuatro episodios de aproximadamente una hora, la producción de Joshua Zeman sigue una investigación que se pregunta si el famoso asesino serial estadounidense David Berkowitz, conocido como “el hijo de Sam”, no actuó solo.

El nuevo true crime de la plataforma de streaming aborda la teoría del periodista Maury Terry, quien sostuvo que detrás de los tiroteos que tuvieron lugar en Nueva York en la segunda mitad de los años 70 podría ocultarse una secta satánica.

Berkovitz, un macabro cartero estadounidense, mató a seis personas e hirió a otras diez entre 1976 y 1977. Es uno de los asesinos en serie más célebres de Estados Unidos, ya que fue referenciado en diversas series como Seinfeld y CSI y apareció en Mindhunter. Además, Spike Lee hizo una película basada su historia.

El “hijo de Sam” eligió él mismo su apodo, luego de haber dejado una nota en el coche de una de sus víctimas. Tras ser capturado, reconoció la autoría de los crímenes, repartidos en ocho tiroteos. Además, llamó la atención cuando dijo que lo hizo siguiendo órdenes de un demonio que había poseído al perro de su vecino.

Pese a que los ataques cesaron, Berkowitz afirmó más tarde que no actuó solo, suscitando una ola de teorías que se mantienen vigentes hasta el día de hoy.

Así, algunos sostienen que sus presuntos cómplices podrían estar caminando entre nosotros. Esta fue la versión que defendió Terry, quien dedicó décadas de su vida tratando de probarla. Llevó adelante una investigación paralela, que le permitió establecer conexiones entre estos asesinatos y una conspiración satánica. Cada descubrimiento del periodista fue publicado en decenas de artículos y posteriormente recopilados en su libro The Ultimate Evil.

Los que creen en las afirmaciones del “hijo de Sam” suelen señalar varias pruebas clave que no parecen coincidir con un único autor, así como grandes discrepancias en los informes de los testigos oculares que llevaron a que los bocetos de la policía se parecieran a personas totalmente diferentes.

Desde su detención, el asesino serial estadounidense pasó el resto de su vida en una prisión de máxima seguridad, en la que aún continúa cumpliendo las seis cadenas perpetuas a las que fue condenado.

El cineasta Joshua Zeman, responsable de Los hijos de Sam: un descenso a los infiernos, se topó con la investigación de Terry mientras rodaba Cropsey, un documental sobre la desaparición de cinco chicos.

En ese momento, varias personas y hasta la misma policía le indicaron que el caso podría estar ligado con el de Berkovitz. El realizador audiovisual contactó al periodista, quien le dijo que tenía suficiente material para hacer un documental que demostrara la teoría de “los hijos de Sam”. Fue allí que surgió la idea de comenzar con esta miniserie que acaba de estrenar Netflix.

En un principio, Zeman no estaba interesado en filmarlo, pero el contacto con Terry fue el inicio de una amistad entre ambos que llevó a concretar el proyecto más de una década después.

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