Los documentales que se llevarán nuestra atención
En toda transmisión de los Oscar suele haber altibajos. Esos momentos en que uno se levanta del sillón para resolver alguna urgencia o buscar otra cerveza. Algún segmento musical algo tedioso, un monólogo de exagerada corrección política o la entrega algún premio técnico, de esos que más bien nos importan para la suma total de estatuillas que acumula una favorita, pero que no nos dicen mucho más. Hasta hace unos años también entraba en esa categoría de instantes sacrificables el anuncio de los ganadores a mejores cortos y documentales, fundamentalmente porque por más interesantes que nos sonaran sus títulos, no teníamos acceso a ellos. Gracias a las plataformas de streaming que tienen a los documentales entre sus géneros más populares, eso, afortunadamente, cambió. Como ya se dijo en esta columna, hoy la narrativa fílmica de no ficción encierra la conciencia de la época, con sus valores y debates, influye en nuestra mirada del mundo y no nos deja indiferentes.
Esta noche, cuando la Academia de Ciencias de Cinematográficas de Hollywood anuncie sus ganadores, prestaremos atención a los documentales nominados, cuyas temáticas reflejan problemáticas sociales, políticas y ambientales de primer orden.
Una de esas historias es Honeyland, que se enfoca en Hatidze, una mujer macedonia que se dedica a la "caza" de abejas para salvarlas. Pero la intrusión de apicultores nómades en la zona ponen en peligro su proyecto conservacionista y su propia vida.
El drama de Siria es protagonista de otros dos documentales nominados. Uno de ellos es For Sama, descripta como una carta de amor de una madre, Waad Al-Kateab, a su hija recién nacida, en la que le expone las razones por las que ha decidido permanecer en Alepo y unirse a la revolución que enfrenta al régimen de Damasco. Muestra el rostro femenino de la guerra civil y la destrucción de la ciudad. The Cave revela en tanto la historia de las mujeres que intentan salvar vidas en un hospital subterráneo conocido como La Cueva en medio del brutal conflicto.
The Edge of Democracy describe la conmoción política y división social en que se sumió Brasil durante los últimos meses del gobierno de Dilma Russeff, destituida por el Congreso en medio de denuncias de corrupción.
Y American Factory cuenta lo que sucede en una planta abandonada de General Motors en Ohio cuando la compran los chinos y, tras la euforia inicial por su reactivación, emerge el choque cultural entre los trabajadores y sus nuevos empleadores orientales.
Cualquiera de estas producciones que resulte ganadora, todas ellas iluminarán nuestra mirada sobre la dimensión de los conflictos que afligen a buena parte de la humanidad. Una razón suficiente para que esta noche se lleven, al menos, toda nuestra atención.