Los diez secretos de En busca del destino a veinte años de su estreno
El detrás de escena de la película que convirtió a Ben Affleck y Matt Damon de actores desconocidos a estrellas ganadoras de premios Oscar
Hubo un tiempo, ya bastante lejano, en el que Ben y Matt o Matt y Ben eran solo amigos del barrio. Dos chicos despiertos con una ambición en común: ser actores. Y tal vez hoy mismo serían dos de esos muchos tipos que, aun con talento, quedan en el camino cuando se trata de triunfar en Hollywood. Pero no. Ben Affleck y Matt Damon son el par de amigos más famoso de la industria de cine actual, exitosos, reconocidos por su talento frente a la cámara (en el caso de Damon) y detrás de ella, lugar que ocupó Affleck ya con tres largometrajes estrenados como director y un cuarto, Vivir de noche, que llegará el último jueves de enero.
Sin embargo, el dúo es el primero en admitir que todos los reconocimientos por sus labores en estos últimos veinte años no hubieran existido nunca de no ser por En busca del destino, el film que escribieron juntos, protagonizaron y que les permitió ganar un Oscar al mejor guión original.
Lanzada primero en Nueva York y Los Angeles a principios de diciembre de 1997, la película fue el ticket dorado que les abrió las puertas grandes del cine a un par de jóvenes actores nacidos y criados en Boston, la ciudad que junto a sus habitantes inspiró buena parte de lo que hizo de En busca del destino, una película inolvidable. El aniversario de número redondo hizo que en cada aparición que hicieron Affleck y Damon en las premiaciones de la temporada para apoyar la candidatura al Oscar como mejor actor de Casey Affleck, el hermano menor de Ben, protagonista de Manchester junto al mar, y actor secundario de En busca del destino, los amigos revelaron anécdotas y recuerdos de la filmación que cambió su vida.
Una deuda impagable. Consultado acerca del inminente aniversario en la alfombra roja de los premios Globo de Oro, Matt Damon centró su respuesta en la persona sin la cual la película sencillamente nunca hubiera existido: Robin Williams ."Nos rompe el corazón no haber terminado de pagar esa deuda. Su decisión de aceptar trabajar en el film cambió completamente la trayectoria de nuestras carreras. Ben me dijo recientemente: «Es raro. Siempre sentimos que le teníamos que devolver lo que hizo por nosotros. Pensamos que teníamos tiempo para hacerlo, pero su despedida abrupta hizo que fuera imposible»".
El comienzo de todo. Damon era un estudiante universitario en Harvard. Cursaba su quinto año en la prestigiosa casa de estudios cuando a la hora de elegir algunas materias para completar su educación se topó con un curso de dramaturgia. El objetivo académico era terminar la cursada habiendo escrito un unipersonal. Pero ya para eso momento el interés del joven Matt apuntaba al cine así que él presentó al final del semestre un trabajo práctico de cuarenta páginas que era en realidad el comienzo de un guión cinematográfico. La semilla de lo que sería En busca del destino.
La trama se complica. Cuando Damon le mostró a Affleck su trabajo universitario, su amigo se sumó inmediatamente al proyecto y juntos imaginaron la historia de ese chico brillante y sus amigotes y de cómo reconociendo su genio el gobierno intentaba reclutarlo. "Era una suerte de Un detective suelto en Hollywood y Fuga a la medianoche. En esa época imaginábamos que Morgan Freeman interpretaría al psiquiatra y Robert De Niro sería el profesor que descubre al diamante en bruto. Así que grabábamos todo con nuestro equipo de música y practicábamos nuestras imitaciones de ellos. Eramos ingenuos y bastante vergonzosos", contó alguna vez Affleck.
La eternidad y un día. Ya instalados en Hollywood, con algunos pocas participaciones como actores en cine y nunca abandonando el proyecto de hacer su película Damon y Affleck finalmente consiguieron un agente y que varios estudios se interesaran en el proyecto, pero como suele suceder en el centro de la industria, sin estrellas contratadas y con un guión que requería mucho trabajo, durante años la producción del film no logró avanzar ni un centímetro. Los actores comprendieron que para que los tomaran en serio tenían que conseguir un director que quisiera trabajar con ellos como guionistas además de apoyar su condición indeclinable para firmar cualquier contrato: ellos tenían también que protagonizar la historia.
Una pequeña ayuda de los amigos. El tiempo seguía pasando y la película no ocurría. Para ese momento Affleck ya tenía más créditos a su nombre como actor y en ese camino conoció al director Kevin Smith para que los salvara y dirigiera el film. Pero aunque Smith rechazó ese ofrecimiento se encargó personalmente de que el poderoso productor Harvey Weinstein recibiera el guión. Cuenta la leyenda que, decidido, Smith se metió en la oficina de Weinstein y le aconsejó/ordenó: "Dejá todo lo que estés haciendo y lee esto ya".
Filmada por Mel Gibson. Una vez que Miramax, en aquel momento propiedad de Weinstein y una de las productoras independientes más exitosas y avasalladoras del cine, se hizo con el contrato para realizar el film que hasta ese momento pertenecía a su competencia, Castle Rock, los muchachos consiguieron un director. Mel Gibson empezó a trabajar con el guión, pero como su proceso de trabajo se demoraba por meses, Affleck y Damon empezaron a preocuparse de nuevo. Si seguía pasando el tiempo ya serían demasiado viejos para interpretar a dos muchachos en edad universitaria. Hablaron directamente con Gibson y el actor y director entendió su inquietud y aceptó dar un paso al costado. Y gracias a eso, Gus Van Sant ingresó al proyecto y en poco tiempo ya estaba listo para filmar.
Lágrimas en el set. Con la película en marcha, Van Sant trabajando y teniendo a Robin Williams en el papel del psiquiatra Sean Maguire y a Stellan Skarsgaard como el profesor, Damon y Affleck finalmente sintieron la emoción de que su sueño finalmente se estaba cumpliendo. Especialmente el primer día de rodaje cuando Van Sant gritó acción y ellos miraban una escena entre Williams y Skarsgaard. "Esos actores tan talentosos estaban diciendo nuestros diálogos y habíamos esperado tanto para que eso sucediera. Recuerdo estar sentado al lado de Ben y tener lágrimas corriendo por mis mejillas de lo feliz y aliviado que estaba de que realmente estuviera sucediendo todo", contó Damon hace algunos años a uno de los diarios más importantes de su ciudad natal.
Ellos dos y la multitud. Una de las escenas más famosas y recordadas del film es esa en la que los personajes de Williams y Damon charlan sentados en un banco de uno de los jardines públicos más concurridos de Boston. Y aunque en la película parece que Sean y Will son las únicas personas en el lugar, lo cierto es que realizar esa secuencia fue una pesadilla para los productores porque más de tres mil fans de Williams estaban ahí, apenas afuera del tiro de cámara, observando el rodaje.
El rey de la improvisación. Conocido por su única habilidad para la comedia y la improvisación Robin Williams aceptó el papel en el film a pesar de que su personaje no tenía las características de otros de su carrera en los que había podido ejercitar su impresionante talento. Sin embargo, fue su instinto para la improvisación el que aportó la inolvidable frase final de la película. Cuando en los minutos culminantes de En busca del destino, su personaje abre el buzón en el que Will le dejó una carta explicando que había emprendido un viaje para ir en busca de su novia utilizando la misma frase con la que Sean relataba el amor por su esposa, el guión no indicaba nada más que esa imagen debía superponerse a la voz de Damon "diciendo" la carta. Sin embargo, en cada toma Williams agregaba una frase hasta que dio con la indicada: "El hijo de puta se robó mi línea".
Un premio llamado Oscar. Felices de haber completado el film y de las buenas respuestas de público que empezó a recibir en sus primeras semanas en cartel, Damon y Affleck no podían siquiera imaginar lo que vendría después: ocho nominaciones al Oscar en las categorías más importantes y dos premios. Uno para Williams como mejor actor de reparto y otro para ellos dos en la categoría de guión original. Claro que antes de esa noche mágica en la que se convirtieron en los guionistas más jóvenes de la historia en recibir el dorado galardón, ambos pasaron por una de las campañas más sucias y peleadas de la temporada de premios. Una en la que empezó a correr el rumor que los persigue hasta estos días de que en realidad ellos no habían escrito el guión sino que había sido el veterano William Goldman, habitual colaborador de Castle Rock, quien le había dado la forma que llegó a la gran pantalla. Una locura que hasta el día de hoy desconcierta a Matt y Ben o a Ben y Matt. Como ustedes prefieran.
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