Lo mejor y lo peor de la alfombra naranja de los Kids' Choice Awards

Seguramente muchos transeúntes se sorprendieron ayer, en el regreso a casa, al pasar frente al Teatro Coliseo. Allí, decenas de adolescentes se amontonaban sobre las vallas de seguridad que hacían de cordón entre la calle y la entrada del teatro. ¿Qué hacían ahí, rompiendo con la monotonía del microcentro? Esperaban, nada más ni nada menos que a sus ídolos. Y no a uno, a todos juntos.

En aquella histórica sala porteña se llevó a cabo una nueva edición de los Kids’ Choice Awards Argentina, la entrega de premios que reconoce a las figuras más emblemáticas para el público adolescente. Por ahí pasarían algunos de los actores sub 25 del momento, los youtubers y las bandas más taquilleras, con esperanza de llevarse el emblemático zepelín naranja a casa.

Estaba anunciada la presencia de Lali Espósito, Mariano Martínez, Nazareno Casero (ups!), Benjamín Amadeo (ups! de nuevo), Fer Vázquez de Rombai y Agustín Casanova de Maramá, además de los protagonistas de Soy Luna, el tanque pre-teen del momento. Y aunque las fanáticas se esforzaran, sólo podrían verlos pasar dentro de sus autos, porque la alfombra naranja –sí, naranja, el color insignia de Nickelodeon, el canal organizador- se encontraba en el primer piso del teatro. LA NACION dijo presente para contar los entretelones de la fiesta de la que todoso los teens querían ser parte.

Los más simpáticos

Puntual y muy lookeada llegó Sofi Morandi. La actriz de Heidi… estaba nominada como Revelación Digital. Por eso, a quienes conocen sus divertidas participaciones en su canal de YouTube, no les sorprendió su simpatía a la hora de enfrentar a las cámaras y los requerimientos de la prensa. Tan simpática fue, que batió récords de estadía en la alfombra naranja.

Si bien la improvisada pasarela no les daba a los invitados mucha posibilidad de movimiento, él se las rebuscó para zafarse de las sonrisas y las poses obligadas. Saltó. Saltó más alto. Y más alto aún, haciendo gala de su conocida facilidad para las acrobacias. Nazareno Mottola fue uno de los primeros en llegar, y sin dudas el más simpático con la prensa y los chicos que no paraban de pedirle fotos.

Chicos privilegiados

Si bien muchas adolescentes tuvieron que conformarse con ver pasar a sus ídolos de lejos, un puñado de chicos tuvo mejor suerte. Los hijos de la chimentera Pilar Smith, Simón, Franco y Margarita corretearon por el hall del teatro junto a dos amiguitos. Mucho más tímida resultó Elena, la hija del conductor Gerardo Rozín. Listos para bajar la escalera desde el segundo piso hacia la alfombra naranja, la pequeña vio el gran tumulto de gente y no quiso saber nada con bajar. ¿Quién ganó la batalla? Elena. Rozín tuvo que bajar y encarar solo las cámaras.

Las más elegantes

Algunos eligieron un look más casual, y otros, decidieron vestirse como si se tratara de la entrega de los Martín Fierro, o una cena de gala. Dentro de este último grupo, una de las que más se destacó fue Adriana Salonia. La actriz de Heidi, bienvenida a casa eligió un vestido largo, verde esmeralda, con un hombro descubierto. Y a pesar de que ya no es una teen, despertó los suspiros de los señores y los comentarios más benévolos de la platea femenina. Valentina Zenere, la malvada de Soy Luna, también se lució con un vestido blanco con crop top, con una falda semiabierta y sandalias altas a tono.

Galancitos

Los minutos pasaban y los varones se hacían desear, hasta que llegó Gastón Soffritti, sonriente y elegante. Minutos después, hicieron su entrada los dos conductores de la ceremonia, Victorio D’Alessandro y Franco Masini. De remera y jean, fueron los que despertaron más expectativa entre las pocas teens que habían logrado llegar hasta la alfombra naranja.

El cuarto en hacer su entrada fue Fernando Dente, que sorprendió con el pelo decolorado y teñido de gris claro.

¡Sonrían!

Flashes por acá. Flashes por allá. Todos sonrieron y posaron para las cámaras, pero ninguno de los presentes pudo resistirse a la tentación de sacarse una selfie. Solos y acompañados, la posición favorita de la mayoría fue de espaldas a la valla, con el tumulto de fotógrafos y camarógrafos de fondo. Al fin y al cabo, son estrellas y qué mejor manera de dejarlo en claro que subir esa postal en sus cuentas.

De amor y de ausencias

La postal más tierna fue la de Flor Vigna y Nico Occhiato. Ella estaba nominada a Trend Girl, y como ya lo hizo en el piso de ShowMatch, acudió a la cita con él, su novio y compañero de Combate. Tomados de la mano, no tuvieron vergüenza en besarse frente a las cámaras. Es más, lo hicieron cada vez que se lo pidieron. Es que los fotógrafos querían captar la mejor imagen de ese amor.

“¿Y Lali? ¿Y Mariano Martínez? ¿Y Nazareno Casero? ¿Y Benjamín Amadeo? Bien, gracias”. Esa fue una de las frases más escuchadas en la alfombra naranja. En un momento, alguien gritó que venía Mariano y todos se amontonaron sobre las vallas. Falsa alarma. Ni él ni los demás “hombres de Lali” llegaron al teatro. Ella tampoco, porque está de gira con su banda.

Ellos en banda, ella sola

Como de costumbre, los muchachos de Rombai y de Maramá llegaron juntos. Se rieron, hicieron bromas y enfrentaron en dos grupos a las cámaras. Un ratito más tarde llegó ella a la alfombra naranja.

Vestida íntegramente de amarillo, la mexicana Karol Sevilla, protagonista de Soy Luna, lució su gran sonrisa. Antes, ya habían pasado por ahí sus compañeros de elenco, pero ella es la estrella teen del momento, y como toda estrella, se hizo esperar.

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