Leonor Benedetto: “Hay una sobrevaloración del sexo”
La memoria y el olvido es el tema que domina la conversación mantenida por la actriz y el periodista Pablo Sirvén, en la emisión de esta semana del programa Hablemos de otra cosa, que se emite por LN+
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La elección no es para nada casual: Leonor Benedetto protagoniza en el Multiteatro con mucho éxito la comedia Perdida mente, en la que encarna a una jueza que va perdiendo la memoria y las reacciones que eso va provocando en ella, en su hija (Julieta Ortega), su empleada doméstica (Ana María Picchio), su abogada (Patricia Sosa) y una amiga (Karina K), que van poniendo de manifiesto, a su vez, otro tipo de disfuncionalidades más emocionales. “Intento transmitir -amplía Leonor- que todos tenemos alguna discapacidad. Los normales en apariencia también tenemos muchas dificultades.”
¿Cuál es el “toc” de Leonor Benedetto?: “Yo, personalmente, reconozco que me perturba mucho el desorden. Me importa mucho más una casa ordenada que una casa limpia”, confiesa.
Esta emisión cuenta, además, con un valioso bonus track: la visita del doctor Daniel López Rosetti, para hablarnos de las particularidades de la enfermedad del Alzheimer que, a medida que la expectativa de vida se alarga, extiende sus efectos a mayor cantidad de personas.
“Hace poco cumplí 80 años, cumplir años es una celebración. Cada cumpleaños es un vencer a la muerte”, nos cuenta la actriz en el hotel Alvear Icon, de Puerto Madero, la locación elegida esta vez por Hablemos de otra cosa para llevar adelante este encuentro televisivo.
Resulta más que interesante la mirada sobre el paso del tiempo que tiene Leonor Benedetto. “Hay un folclore negativo sobre el paso de los años”, y advierte que se enfatiza mucho más en las mujeres, como si hubiese una “fecha de vencimiento”, marcada por la pérdida de la fertilidad que en su avance el calendario termina por imponer.
“Cuando cumplí 40 años fue como haber cometido un delito”, recuerda al respecto. Y ahora tiene exactamente el doble y ya no tiene ningún complejo. “Espero muy tranquila el devenir, no se me va a acabar nada: voy a escribir”, informa; algo que ya hace en su cuenta de Instagram a propósito de temas puntuales existenciales y filosóficos. Su próxima idea es salir de ese mundo virtual y armar con ese material una instalación que el público pueda recorrer y llevarse impresos aquellos textos que más puedan interesarle.
También Benedetto habla de esa memoria tan particular y tóxica que es el rencor. “Me puedo encontrar con mi peor enemigo -detalla- y lo saludo amablemente. Con los años perdemos el rencor y aparece la compasión. En este momento de mi vida, miro hacia adelante y lo de atrás son fotos. No soy nostalgiosa. No creo que todo tiempo pasado fue mejor. Me he ido quedando con lo mejor de cada momento de mi vida.”
Recordar es crucial para un artista que, en muchos casos, debe memorizar larguísimos parlamentos. “Yo tengo muy buena memoria, el mecanismo es visual”, informa.
Se suma con su voz autorizada, el doctor López Rosetti para hablar sobre el Alzheimer y otros desajustes cognitivos. “El paciente con Alzheimer -apunta- registra lo que le está pasando y lo sufre. Es importante conversar sobre las enfermedades sin golpes bajos. Todo el conjunto de demencias son muy distintas unas de otras”.
También el conocido facultativo planteó cómo seguir con la vida diaria y el acompañamiento de las familias, ya que el entorno de un enfermo de Alzheimer también resulta afectado en su psicología ya que en muchos momentos la convivencia se torna difícil y desgastante. “Sé mucho de Alzheimer -revela López Rosetti- porque mi mamá murió de esta enfermedad”. Y agrega: “Lo primero que se pierde con el Alzheimer es la memoria episódica (qué hice ayer o esta mañana). Quienes tienen Alzheimer, seguro tengan un familiar con la enfermedad, que es más frecuente en las mujeres y después de los 65 años”.
López Rosetti revela que caminar es bueno para alejar la llegada del Alzheimer. “Caminar es un fertilizante natural y hay que comer sano, frutas y verduras, evitando las grasas. No hay obesos longevos, es una verdad dura, pero cierta”, completa. “Tener jogging cerebral -López Rosetti se refiere a procurar ser intelectualmente inquietos- es tan recomendable como la actividad física.”
También el doctor Facundo Manes -inspirador de la obra que protagoniza Leonor- sumó sus conocimientos sobre la enfermedad.
La ocasión fue propicia, asimismo, para evocar anécdotas y recuerdos del paso de Leonor Benedetto por programas de éxito descomunal como Rolando Rivas, taxista, en 1972. “Es reverencial el respeto que hay que tenerle a [Alberto] Migré”, expresa Leonor. Ni qué decir, la telenovela Rosa de Lejos que en 1980 paraba al país, tal era la atracción que tenía sobre su vasta audiencia.
“Es bueno tener éxito cuando elegiste el camino”, dice su protagonista. Pero ella quería huir de ese suceso y así lo hizo: se fue por unos años de la Argentina. Por eso un día, Alejandro Romay le dijo: “Estás arruinando tu carrera”. Benedetto se explica: “Sufrí tanto que dije ‘esto no lo puedo soportar’. Me exilié del éxito y me fui a España. Durante varios años no quería volver a trabajar”.
También pretende olvidar su paso por algunas películas subidas de tono. “Las lobas es una de las peores películas que vi en mi vida”, dice resignada por haber formado parte de su elenco.
Cerrando la charla, Leonor Benedetto aporta su mirada sobre el sexo y los vínculos. “Hay una sobrevaloración del sexo”, dice. En cambio cree que “la amistad es la manifestación más noble del amor humano”.
Lúdica y misteriosa asevera que “sería agotador ser el único objeto de deseo de mi pareja” y deja caer un comentario insinuante: “La fidelidad no está entre las virtudes que me adornan”.
Hablemos de otra cosa se emite los viernes, a las 23, por LN+.
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