Las mujeres según Susan Seidelman
Habla la realizadora de cine y televisión
MAR DEL PLATA.- "¿Quién es esa chica?", se preguntaba en su canción Madonna en los años ochenta. Y se preguntan ahora, a la vez, una señora de sombrilla y heladerita de telgopor y otra de pantalones pinzados que salen del hotel Costa Galana. La que pasa rodeada de periodistas es la directora norteamericana Susan Seidelman, que vino a integrar el jurado de la competencia de La Mujer y el Cine, en el festival marplatense.
Melena larga y sedosa
Aunque Seidelman luzca un cabello oscuro, largo y sedoso, ya no es una chica. Nació en Filadelfia, pero vive en Nueva York. Y dice que odia Los Angeles "porque el sol te hornea la cabeza y te hace una masa uniforme", dijo a LA NACION. No hace falta preguntarle cuántos años tiene a esta mujer de la generación de Madonna, cuando ella misma se encarga de resaltar su participación en el feminismo de los años 70.
De ahí su interés por estudiar cómo funciona la mente femenina. Rápidamente señala algunas de sus exponentes del género en la literatura y el cine: los libros de Virginia Woolf, Jane Austen, Margaret Attwood o Edna O’Brien; las películas de Jane Campion, Margarett von Trotta, Agnès Varda.
Seidelman sabe que, a pesar de haber dirigido varias películas y programas de TV, como "Sex and the city" en su primera temporada, uno de los puntos de partida de cualquier charla que se le presente con un periodista será siempre haber dirigido a Madonna en "Buscando a Susan" (1985). Era su primer largometraje y la primera actuación de Madonna, que todavía no era "chica material" ni sex symbol, y mucho menos estrella pop. "Ella recién estaba surgiendo -cuenta Seidelman-. Cuando empezamos a filmar nadie la reconocía en la calle; sólo hubo uno que dijo: «¡Cindy Lauper!» Pero nueve semanas más tarde, para cuando el álbum de Madonna «Like a virgin» se ubicaba primero en las listas de ventas, tuvimos que poner un cordón policial para mantener a la gente alejada de ella."
En la Argentina ya comenzó la sexta y última temporada de "Sex and the city" (por Cinecanal), con el rotundo protagonismo de Sarah Jessica Parker. Y Seidelman está en Mar del Plata. Dice que en los últimos años no seguía mucho la serie, pero se permite recordar los primeros capítulos sobre las cuatro solteras de Nueva York, el porqué de su éxito y hacer algunas críticas sobre la evolución de este programa a lo largo del tiempo. "Antes la serie no era tanto sobre las mujeres y su relación con los hombres, sino sobre la relación entre ellas -apunta-. La amistad entre cuatro mujeres muy distintas entre sí, que tal vez en la vida real no serían amigas. Pero a los espectadores hombres les gustó la posibilidad de «espiar» a un grupo de mujeres hablando de sí mismas. Y a las mujeres les permitió fantasear con la amistad femenina, con la posibilidad de reunirse todos los días, de juntarse para tomarse un Martini o un Cosmopolitan a hablar de la vida. Sí, muy fashion."
Más relaciones
Con el éxito inesperado, la serie empezó a estirarse en los Estados Unidos. Una nueva temporada, otra y otra. "Entonces los escritores necesitaron establecer más relaciones, más tensión, porque si no ¿cómo vas a hablar de sexo? Entonces hubo que incluir novios, maridos, ex maridos, amigos, amantes. Ahora el sexo está totalmente presente, pero ya no genera tanto escándalo como al principio."
Ninguna de las actrices de "Sex and the city" se conocía antes de la serie. Es claro que hoy el mayor protagonismo lo tiene Sarah Jessica Parker, que devino además productora, y en segundo lugar Kim Catrall. Pero cuatro actrices conocidas que se juntan en un set para hacerse las amigas y hablar de ellas mismas no presentan una situación fácil para ningún director. "Después del primer episodio todas se conocían y se querían, pero al llegar al cuarto ya se odiaban. Cada tanto volvían a quererse. Constantemente tuvieron esos vaivenes. Pero creo que esa relación contribuyó a la serie", cuenta Seidelman, que en cine dirigió a otro grupo de mujeres para "Gaudí afternoon": Judy Davis, Marcia Gay Harden, Lili Taylor y Juliette Lewis.
Su hijo de 14 años le pide un poco más de plata. "Cuando yo era joven creía que era muy cool, que sabía todo. Hoy me digo a mí misma que no soy una madre típica, que hago películas, que me gusta la música, pero para mi hijo no sé nada. Está bien...", dice con un suspiro esta feminista ante el adolescente que ya piensa en filmar películas. Ella, mientras tanto, termina su guión sobre una mujer que en los setenta se enamora de un líder hippie y se va a vivir con él a una comunidad en San Francisco.
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