Las gatitas y ratones de Porcel, a 30 años de su estreno
El recordado ciclo se convirtió en uno de los grandes éxitos del humorista; libretos simples eran uno de los pilares del show por el que desfilaron desde Graciela Alfano y Jorge Luz hasta Georgina Barbarossa y María Fernanda Callejón
Si bien no estuvo tantos años en pantalla, el programa creado por Jorge Porcel aún permanece en el inconsciente colectivo. Basta escuchar “Earth, Wind & Fire”, la cortina musical interpretada por Brazilian Rhyme para que rápidamente aparezcan en la retina aquellos sketches liderados por el humorista secundado por grandes actores y un puñado de chicas bellas y sensuales. La apertura, de una duración hoy no posible (más de tres minutos), dado los vertiginosos tiempos del minuto a minuto en las mediciones del rating, tenía una estética que la vinculaba al musical Cats, salvando las distancias, claro.
Las gatitas y ratones de Porcel se emitió por Canal 9 Libertad, propiedad de Alejandro Romay, entre agosto de 1987 y abril de 1990. Si bien transitó por diversos horarios, los jueves por la noche fue el segmento tradicional que durante más tiempo ocupó. “El Rofo”, un vendedor de diarios que parodiaba a “El Rafa” (el diariero de la famosa telenovela), y “La carnicería” eran dos de los ingredientes más aplaudidos del menú del ciclo.
Libretos simples y algunos latiguillos como “¿No es fino?” marcaban una rutina reiterada y celebrada por los seguidores del show. La interpelación de Porcel tenía que ver con la crítica que los intelectuales le hacían a este tipo de formatos, considerándolos vulgares y chabacanos. Y algo de eso había. Aunque no lo catalogaba así la audiencia masiva que siempre colocó al programa de Porcel entre los más vistos de la televisión argentina.
Timón de proa
Los dos bloques en los que Jorge Porcel y Jorge Luz se convertían en “La Tota y la Porota” marcaban el punto más alto de las mediciones de audiencia. Los humoristas interpretaban a dos vecinas del barrio de La Boca que se encontraban en la vereda para conversar sobre temas cotidianos, no exentas de doble sentido. Mientras que Tota (Porcel) era pícara y siempre dispuesta al amor, Porota (Luz) se mostraba sumisa a su marido, recatada, horrorizada por las libertades y siempre espantada por las cosas que hacía su hijo a quien le gritaba un estruendoso “duarditooo” para encausarlo. “Tota, usted es fogosa”, le decía la Porota con un guiño en el que ficción y realidad se cruzaban.
Luego de repasar la actualidad, revivir anécdotas y rememorar a celebridades del espectáculo de otras épocas, las vecinas tenían la suerte de toparse en la propia vereda de sus casas con un famoso perdido que les consultaba sobre alguna calle de la zona. Así, luego del grito de bienvenida de ambas, compartían con la celebridad un buen rato. Sin golpes bajos y mucha picardía, transcurría este momento del programa.
Luz ha sido uno de los grandes actores argentinos. Desde su incursión en Los Cinco Grandes del Buen Humor hasta su trabajo junto a Porcel, demostró que sabía jugar su juego. Fue un partenaire de lujo para el “Gordo”. Una sola mirada bastaba para entenderse. Según confesó alguna vez, el sketch carecía de libreto, solo un punteo de temas y el conocimiento del invitado. Solo eso era suficiente para mantener la atención del público. El ida y vuelta entre ellos quedará por siempre como uno de los grandes duetos de la comicidad nacional.
Las Gatitas
El elenco femenino era otro de los pilares del programa. Las famosas “gatitas” eran un grupo de chicas hermosas, muy sexy, que se mostraban ligeras de ropa. Eran las protagonistas de los números musicales y de la apertura del show. Las “más dotadas” para la actuación lograban decir algún bocadillo sumamente breve en el marco de alguno de los sketches. Así, Sandra Villarruel se lucía con algunas palabras sueltas y mostrando su figura. A las hermanas Callejón también se las incluía en algún parlamento menor, al igual que Marixa Balli, Cecilia Narova y Susana Torales.
En otro status se ubicaban Beatriz Salomón, Amalia “Yuyito” González, Adriana Brodsky, Judith Gabbani, o Katja Aleman. Ellas participaban activamente, ya no solo luciendo sus cuerpos sino también intercambiando letra con el líder del programa. Ninguna de las chicas aparecía demasiado vestida, ni las más famosas ni las ilustres desconocidas y esta era una de las claves del formato: cuerpos esculturales y doble sentido. Visto a la distancia, el humor de Porcel se basaba en la utilización de la mujer como un elemento decorativo y al que se le podía faltar el respeto con chistes soeces... Pero la historia cambió y hoy no sería bien visto que un humorista le hiciese ocupar ese rol a una mujer. ¡Enhorabuena! La dinámica y los códigos del humor televisivo se modificaron al mismo tiempo que lo fue haciendo la sociedad. En definitiva, la televisión, en parte, nos define.
De chica sexy a legisladora
El programa de Porcel dio para todo. La doctora Sandra Bergenfeld llegó a legisladora, militó en diversos espacios políticos y supo trabajar en la Auditoria de la Ciudad. Nacida en el seno de una familia de buen pasar, dejó todo para dedicarse a la danza, estudió con Ricky Pashkus y fue una de las “gatitas” de Porcel.
“Salí de la burbuja cuando me metí en el mundo del show”, confesó alguna vez. Los prejuicios sobre su pasado se filtraron a la hora de decidirse al Derecho y la política. Sus opositores hicieron circular, hace años, fotos de ella con poca ropa. En aquellos tiempos era conocida como Sandra Rubio y con ese nombre realizó giras teatrales junto al capocómico.
Elenco estelar
Dado que el ciclo duró algunos años en pantalla, sus elencos fueron rotando. Una de las particularidades del programa fue lo heterogéneo de los nombres que secundaban a Porcel. Adolfo García Grau, Georgina Barbarossa, Ana María Giunta, Chico Novarro, Mario Sánchez, Graciela Alfano, y Delfor Medina son algunos de los intérpretes que conformaron el staff.
Porcel sabía elegir a sus compañeros de elenco, lograba una química especial con cada uno y los guiones, escritos por él y por Korneta, permitían que todos pivotearan de modo tal que la gran estrella del show resplandeciese. Era un formato a su medida. Creado, escrito y producido por él.
Figura controversial
Porcel fue un cómico adorado por su público, pero no el más querido entre sus colegas. Así como es imposible escuchar de boca de un actor una palabra crítica sobre por ejemplo Juan Carlos Calabró; Porcel sí ha cosechado algún que otro adversario. La misma Susana Giménez se ha encargado de confesar que el compartir sets de cine y escenarios teatrales con él no fue de las experiencias más gratas de su carrera.
Famoso por devorarse una pizza entera en su camarín entre grabación y grabación, Porcel se ha caracterizado por sus enojos y gritos en los estudios. Se decía que era muy exigente para justificar cierto destrato hacia su elenco. Amado u odiado, despertaba pasiones extremas.
La omisión de la familia Porcel
En los últimos años, la figura de Porcel comenzó a vincularse por episodios que fueron más allá de lo artístico. Luego de una vida intensa, en la que no se privó de noviar con Carmen Barbieri o Luisa Albinoni, el humorista tuvo una reconversión mística cuando se radicó en Miami, donde falleció en 2006. Involucrado con la prédica evangélica, se convirtió en orador en actos religiosos multitudinarios.
Una hija del corazón, varios amores y una ex mujer que se paseó por los canales contando sus penurias económicas fueron el legado no artístico. Pero fue su hijo el que cobró cierta notoriedad, luego de la muerte de su padre, al asistir a diversos programas desnudando su vida y sus carencias.
Su salud, debido a su sobrepeso y la derivación en enfermedades complejas, concluyeron con su vida a sus tan solo 69 años.
Más leídas de Espectáculos
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa