‘Amy estaba a salvo y en el paraíso", dice el fotógrafo Blake Wood, responsable de esta imagen a la vez inquietante y serena de Winehouse en las playas de Santa Lucía. En diciembre de 2008, la cantante había llegado a la isla del Caribe junto a su padre, su guardaespaldas, una amiga y el mismo Wood para recuperarse de su adicción a las drogas y el alcohol. Fueron casi seis meses en los que permaneció aislada y en armonía, nadando, haciendo yoga, meditando y andando a caballo. "Aunque la escena tenga un halo mortuorio, en ese momento ella estaba más lejos que nunca de la muerte", dice Wood. "Estaba feliz y llena de vida."
Winehouse, que ya era una estrella de 24 años, y Blake, un aspirante a fotógrafo de 22, se conocieron en enero de 2008 en la casa de Kelly Osbourne, en Londres, y automáticamente empezaron a construir una amistad que se extendería hasta la muerte de la cantante, en julio de 2011. "Era una amiga extremadamente leal", dice Wood. "Éramos dos outsiders intentando ser felices."
Amy Winehouse, el imponente libro de Wood recientemente editado en Argentina por Taschen, expone ese vínculo de cercanía a través de 85 fotos inéditas, en las que el fotógrafo capitaliza su lugar de privilegio para exhibir el perfil menos visto de Winehouse. "Me interesaba mostrarle a la gente ese lado oculto de Amy, lejos del escándalo, la tragedia y de toda la mierda que solían mostrar los medios", dice Wood. "Acá podrán ver su costado más auténtico."
¿Qué encontraste ahora al ver todas estas fotos compiladas en un libro?
Me hace sentir bien haber registrado algunos de los momentos más felices o poco conocidos de Amy. Técnicamente podía haberlo hecho mucho mejor, yo era bastante chico e inexperto, aunque ya hacía años que sacaba fotos. Pero estoy feliz por el resultado, es auténtico. Por momentos me pregunto qué pensaba yo en ese momento, estando ahí con ella, viéndola luchar contra toda esa atención...
Debe haber sido delicado acercarte a ella con tu nombre [el mismo de Blake Fielder-Civil, su ex marido]
¡Sí! Recuerdo el día que la conocí, se presentó, me presenté, y me tiró "¡No, vos no sos Blake!". Fue un momento raro. Pero después fue parte del chiste y me terminó diciendo "Blake el bueno".
¿Por qué creés que se acercó tanto a vos?
No lo sé, quizás se sintió identificada conmigo y mis problemas existenciales. Ella siempre se sentía sola y bajo presión, así que buscaba afectos de verdad. Y yo realmente la quería. Creo que eso nos hizo bastante unidos y nos hizo compartir muchos momentos.
¿Te sorprendió su muerte?
No precisamente. Su cuerpo estaba cada vez más débil y era muy difícil cuidar de Amy... Su partida todavía duele.