Larissa Riquelme, la Cenicienta hot
Un día le sacaron una foto en el Mundial de Sudáfrica y su vida cambió para siempre; lanacion.com habló con la voluptuosa figura, que ahora baila por un sueño; accedé al video
Pudo haber sido cualquiera. Pero no. Fue ella. Larissa Riquelme. La mujer que estuvo en el lugar justo en el momento indicado: viendo a Paraguay jugar contra Italia durante el Mundial de Sudáfrica. El fotógrafo de AP pudo haber retratado a cualquier otra mujer. Pero no. Hizo foco en ella, quien, por miedo a que le robaran el celular, lo resguardó en un lugar que atrajo las miradas de todo el mundo. Literalmente. El resto es historia: producciones de fotos en más de 30 países, tapas de Playboy y, ahora, el sueño cumplido de bailar en el éxito televisivo de Marcelo Tinelli. Nada mal.
Una en un millón. "Hace un año todo cambió muchísimo, ni yo puedo explicarlo", cuenta Larissa Riquelme a lanacion.com mientras un auto la lleva a los ensayos de Bailando por un sueño. Ese cambio, claro, es el que se produjo el famoso "día de la foto", que alteró la cotidianeidad de esta chica de Asunción de 26 años.
"Creo que estuve con la ropa justa y el celular en el lugar justo - bromea Larissa -, aunque ya sabía cómo manejar los medios antes de esta explosión", asegura y recuerda sus épocas de modelo y conductora en Paraguay donde, según sus propias palabras, es "una celebridad cotizada". De la noche a la mañana, La Novia del Mundial comenzó a viajar continuamente para producciones fotográficas (¡30 países en un año!) y su imagen dejó de ser la de "una chica más. "Me siento muy feliz, por eso disfruto el momento más que pensarlo y le pongo mucho empeño a todo", expresa. Con ese empeño, llegó a la Argentina convocada por Ideas del Sur para ser una de las estrellas de Bailando por un sueño 2011.
"Marcelo es dueño de hacer lo que quiera conmigo". Con esas palabras, Larissa alude a los sketchs previos al baile del conductor, particularmente al que protagonizó con ella en la primera gala de Pop Latino, en el que se la pudo ver emulando la foto del celular y Marcelo hablándole a este. "Él es el dueño - reitera Riquelme -, y estar a su lado es estar al lado del número uno".
La modelo también cuenta lo mucho que miraba el programa antes de ser parte de él y los nervios que le generaban el empezar a bailar. "No es para nada fácil, el jurado intimida, yo además no soy bailarina... pero considero que se admira tanto a las bailarinas profesionales como a las que no lo somos" y define a esta edición como "la más desafiante de todas". ¿Pero qué tiene Larissa para diferenciarse de más de veinte participantes? ¿Podrá repetir la historia del Mundial y ser la chica que se distingue del resto? Ella, por su parte, dice que le aporta al show "carisma, simpatía y naturalidad".
Solo el tiempo dirá si Larissa Riquelme volverá a ser tocada por la varita, esa misma que le dio popularidad instantánea. Por lo pronto, la mujer familiera por excelencia, que viaja a Asunción cada vez que puede para estar cerca de sus padres y sus hermanos, se muestra insaciable. "Ahora tengo en mira un viaje a Europa para hacer más fotos. No, no me voy a conformar con esto. Yo quiero más". ¿Quedó claro?
Participación.