La vigencia del príncipe andro dark del under
Mosquito Sancineto celebra tres décadas de improvisación y trabaja en El marginal 2
Su nombre es sinónimo de improvisación. La convirtió en match, en juego, en contienda, en divertimento, en boom durante los 90. Mosquito Sancineto improvisa desde que era chico en su casa de Almagro, mucho antes de hacerlo durante tres décadas en un escenario junto a las generaciones que él formó en la materia; lo hacía a los 7 años en el living de su casa acompañado por su perra Viti y su gata Puchi, que hacían las veces de compañeras de juego y hermanas de la vida. "Me disfrazaba, armaba escenas, les hacía voces y sus propios movimientos completaban el resto. La soledad te lleva a lugares creativos muy copados cuando la sabés invertir en eso", enfatizó el multifacético artista.
Con su gracia heredada envuelta en misticismo dejó de usar su nombre de pila y adoptó el apodo del delgado y verborrágico personaje que encarnó en su debut cinematográfico en el film Los chicos de la guerra, de Bebe Kamin. Luego, en los albores de 1988, el Centro Cultural San Martín fue sede de un taller de improvisación dictado por el docente francés Claude Bazin y en ese curso, Mosquito encontró su esencia: "Era adolescente y me encantó, volví a descubrir mi mundo de infante. Descubrí que nunca hay que abandonar al niño interno que uno tiene, eso te salva de muchas circunstancias, no por ingenuidad, sino por la combinación de inocencia, experiencia y juego permanente", afirmó Sancineto.
El destino le insinuó recorrer la senda de la cultura under porteña y comenzó a frecuentar sitios artísticos multidisciplinarios como el Parakultural, Medio Mundo Varieté, Ave Porco, Paladium y el Rojas, donde se nutrió del arte de personajes como Batato Barea, Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese y las Gambas al Ajillo. "Aquellos espacios lúdicos eran muy necesarios después de la dictadura cívico militar, sobre todo para la juventud de ese momento. Yo rompí con la estructura convencional que tenía como actor, estaba detrás de una carrera, de la fama más estructurada y me pesaban muchas cosas, incluso mi identidad sexual -profundiza-. Yo no quería ser hipócrita, menos con eso, y tampoco quería exponerlo de una manera patética? Quería vivirlo lo más natural posible y encontré eso en el escenario, podía jugar con mi propia identidad".
Definir esa identidad andrógina potenció su capacidad de hacer papeles femeninos también a la perfección y le abrió puertas diversas: en 2011 participó de Antígona Vélez, de Leopoldo Marechal, en el Cervantes; luego formó parte del elenco de Muñeca, de Armando Discépolo, en el Centro Cultural de la Cooperación, y La farsa de los ausentes, en el San Martín, en ambos casos bajo la dirección de su mentor Pompeyo Audivert. Actualmente participa de Las destructoras, una historia de bailanta, de Alfredo Megna, junto a Laura Manzini y Victoria Orquin, dándole vida a Roxy, en lo que será recordado como el primer musical de su carrera que puede apreciarse hasta el 21 de este mes, en El Método Kairós.
Además cabe destacar que acaba de finalizar la grabación de El marginal 2, donde encarna a Fabiola, líder del pabellón trans de la cárcel San Onofre. "El día del casting conocí a un actor que compartiría la prueba conmigo y le propuse improvisar, le gustó la idea porque me conocía de ese rubro, y cuando llegó el momento estuvimos como 20 minutos jugando con los textos. Les encantó. Él interpreta al Ninja y yo a Fabiola -adelanta Mosquito-. Todo lo que propuse fue bien recibido".
Esa anécdota televisiva ilustra con claridad que en la cultura argentina, la improvisación teatral es sinónimo de Mosquito Sancineto, así al menos lo grabaron a fuego las generaciones de estudiantes que formó durante treinta años de trayectoria que ameritan celebrarse cada día por lo que la autogestión artística implica, y que tendrá su noche de festejo magnánimo hoy, a las 22, en el ND Teatro, y contará con invitados como Cecilia Roth, Anamá Ferreyra, Rita Cortese, Gastón Pauls y Juan Palomino, entre otros actores. "La dinámica de Salpicón de Mosquito va a ser similar a la de mis shows habituales, donde el público va a tener que decir un título a viva voz y va a agregarlo a la ensalada de estilos. Incorporo músicos en escena y el homenaje a gente que me acompañó en este camino", expresó el colorido artista.
El plan de Mosquito es llevar su Salpicón a otros escenarios, y paralelamente volver con su clásico show de improvisación en mayo, junto a un nuevo elenco formado por antiguos estudiantes que en la actualidad han adquirido más herramientas actorales. "Es hora de hacerme cargo de quién soy y de lo que he generado con la impro. Caí en la cuenta de cuántos grupos han nacido de este árbol genealógico, cuántos improvisadores hay ahora, y me reconforta notar que cada compañero hizo su propia carrera, aunque todos hayan salido del estímulo de mis clases y que ese saber se haya propagado por el país es muy importante. Ahora quiero disfrutar de todo lo que construí", afirma.
A su aniversario con la improvisación se suma su regreso a un viejo amor: la radio. "Extrañaba la magia del éter, desde mi paso por Radio Nacional junto a Tom Lupo que no hago nada en el medio. Desde mediados de abril me van a encontrar los martes, a las 18, en Le Banquet de Mosquito, un magazine cultural que saldrá al aire para toda América Latina por la flamante Radio TU", concluye.
Salpicón de Mosquito
Hoy, a las 22.
ND Teatro, Paraguay 918.
Las destructoras
Sábados, a las 21.
El Método Kairós,El Salvador 4530.
Le Banquet de Mosquito
Martes, de 18 a 20.
Radio TU https://www.radiotu.com.ar
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