La verdad sobre la salud de Luciano Pereyra: "Estuve en coma farmacológico y tuve mucho miedo"
Siete años atrás, Luciano Pereyra sufrió varios trastornos motores en el esófago que obligaron a su internación durante largos períodos. El cantante volvió a padecer dolencias años más tarde, y mucho se especuló respecto a su salud.
La enfermedad le hizo mirar la realidad desde otra óptica y cambió su visión de la vida, reconoció ayer el artista en el programa Podemos Hablar, conducido por Andy Kusnetzoff, en el que contó cómo fue su paso por la clínica y lo que sintió en esos difíciles momentos.
Hoy, su salud "está muy bien", recalcó, aunque afirmó haberlo pasado "muy mal". "Fue un momento durísimo y con muchas emociones", señaló.
"Todo empezó con un trastorno en el esófago. Me fui a hacer ver y tenía un divertículo en el esófago, los cuales se dan uno en un millón. No son comunes. Me dijeron: 'lo hacemos rápido y salís', pero estuve 30 días internado. Pasó una vez y volvió a salir un divertículo en el mismo lugar. La segunda vez, estuve otros 35 días internado. Me indujeron un coma farmacológico y fue duro de verdad. Se había abierto la herida de manera interna, una fístula; eso se fue al pulmón, creo nuemonía y me agarré un virus intrahospitalario. Era una atrás de la otra", contó el exitoso artista.
Pereyra dijo que "fueron muchas cachetadas" y reconició que tuvo "un montón de miedo". "No quería escuchar música; ni a nadie, o de repente quería ver a todo el mundo y de repente era estar en la habitación de un sanatorio o de un hospital y decir: afuera qué está pasando con mis viejos, con mi hermano, con mi familia y amigos. Era duro y triste", recordó.
En una ocasión, el músico pasó un Día del Niño internado y, como regalo, un médico le anunció que venían a retirarle un drenaje. "Ahí empecé a valorar otras situaciones y la salud, que uno valora pero a veces no le das tanta importancia", comentó.
El artista contó, además, que ahí se dio cuenta de la importancia de los afectos. "En una situación tan difícil como la que pasé, el éxito es tener a la familia que tengo, a mi novia en ese momento -que estuvo ahí", a los seres queridos.
Durante una de sus estancias hospitalarias, una fan suya que estaba internada en la habitación contigua le mandaba cartas y él le respondía desde la cama. "Nos comunicábamos por cartas. Ella estaba muy enferma y en el sanatorio San Camilo, que es atendido por hermanas, en la habitación me ponían estampitas y fotos mías -que yo quería tirar a la m...-, porque me veía tan mal, que transformar toda esa energía interna tan mala que uno tiene en buena energía era difícil", confesó.
Desde entonces, y al ver "que aún había gente más jodida que uno", el cantante comenzó a dar valor a otras cosas. "Vengo de una familia de gente que laburó toda la vida; gente del interior que vino a Buenos Aires y que se instaló en Luján. Mis viejos levantaron su casa ellos y por eso yo creo en el laburo, no creo en la suerte. Y valoré que mis padres nos dieran herramientas a mí y a mi hermano para poder estudiar", agregó.
Luciano Pereyra dijo que para él "todo se intensificó mucho más" tras las situaciones que le tocaron atravesar. "Esto me ayudó muchísimo y hoy estoy disfrutando mucho", apuntó.
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