
La universidad del aire cumple un año
La emisora de la UBA ofrece música, programas y servicios que van más allá de la comunidad académica
El próximo martes 20, FM 90.5, la radio de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cumple un año de permanencia en el aire. La inauguración de la emisora tuvo lugar durante el mandato de Oscar Bosetti, por entonces subsecretario de Medios de Comunicación de la casa de altos estudios durante el rectorado de Guilermo Jaim Etcheverry, tras una ardua lucha técnica y legal ante el Comité Federal de Radiodifusión y la Comisión Nacional de Comunicaciones. Después de varios meses, se logró la definitiva puesta en el aire.
La radio está ubicada en un antiguo petit hotel de tres plantas ubicado en Arenales 1371. La emisora ocupa la planta baja y en el primer piso se encuentra la sala de ensayo para el coro y la orquesta de la UBA. La antena de transmisión de 75 metros está emplazada sobre la terraza de la Facultad de Medicina: su alcance actual es de 37 kilómetros y espera lograr una recategorización del servicio para alcanzar una llegada a los 70 kilómetros. LA NACION reunió a sus responsables para interiorizarse del funcionamiento de la señal.
"La UBA permite emitir conocimiento y cultura a través de varios medios y la radio es uno de ellos -dice el actual subsecretario de Medios de la universidad, Ariel Sujarchuk-. Primero, en las aulas, y luego a través de las actividades de extensión universitaria, de su sitio en Internet, del Centro Cultural Rojas y de los conciertos en la Facultad de Derecho abiertos a todo el público de manera gratuita. La radio es un proyecto más completo y buscamos que sea heterogéneo, ya que el público al que nos dirigimos también lo es, hay desde graduados, alumnos, profesores, todas las clases sociales, y las corrientes de opinión. Es un puente que traza la Universidad con la comunidad."
-¿La programación es diaria?
-Hace seis meses teníamos una radio en el aire con programación acotada, reducida a los informativos y a algunas emisiones del programa Memoria UBA y con una gran limitación. La música que emitíamos era con licencia de Radio Nederland; por lo tanto, no podíamos emitir temas en castellano. Cuando pudimos revertir esta situación, negociamos con Sadaic y Capif, y en poco menos de dos meses logramos una programación musical excelente a cargo de Gustavo Waingortin. La cuestión es que la UBA hoy atraviesa una situación de crisis y una gran escasez presupuestaria, así que sobre la base de lo poco que tenemos tratamos de gestar nuevos hechos. Lo importante es que cada gestión no debe refundar la historia de esta radio, sino seguir construyendo.
- ¿Cómo definirían su programación?
-Está basada en la divulgación de los conocimientos que brinda la universidad hacia afuera. Y lo hacemos con un lenguaje simple y preciso. Consideramos las 13 facultades de la UBA, con todo ese espectro de intereses, acompañado por muy buena música para que los oyentes se sientan a gusto sintonizándonos.
"Nos alcanza"
"Si bien lo que tenemos acá no es lo mejor ni es lo más moderno, nos alcanza para hacer el aire, la edición en el estudio de grabación de los programas en vivo y grabados, y realizar notas", precisa Waingortin, que además de la programación musical es el coordinador de la operación técnica. "Creo que está bien encaminada la radio -agrega-. Contamos con dos estudios: uno, de emisión, y otro, de grabación, sala de producción y redacción, donde están todos los medios para que los profesionales que aquí trabajan estén informados, y contamos además con un buen equipo de operadores."
- ¿Cuál es el estilo musical de la FM?
-Estamos haciendo contactos con las discográficas. Por el momento, el panorama es variopinto. Nos interesa lo nuevo, como el rock indie, que tiene como ejemplo a Los Natas, un grupo con movida propia dentro del público que encuadra la universidad. Tenemos también jazz, después de las 20, y música lounge. También incluimos en nuestra programación temas de bossa nova y música electrónica, hits de rock y pop, tango y folklore, fusión y clásicos nacionales e internacionales. Y el anhelo que tenemos es que de acá a un tiempo se puedan organizar festivales con la música que se está escuchando en la radio. Pensamos, por ejemplo, en un festival en la Ciudad Universitaria.
Programación
"Tenemos doce horas de programación en el aire, entre las 8 y las 20. En esa franja horaria están los informativos a cada hora, y cada media la información tiene que ver con cada unidad académica en particular, con todas las novedades y los datos de extensión universitaria de cada facultad. A su vez están los ciclos que tienen que ver con extensión y agenda cultural. Pero la musicalización está en el aire las 24 horas", afirma Paola De Tito, coordinadora de producción.
Los programas son Escenario UBA (magazine con debates, entrevistas, los temas de la semana y la agenda cultural, los viernes, a las 10); La brújula (información sobre carreras, contenidos, salida laboral y orientación vocacional, los martes, a las 10); Encrucijadas (un especialista dialoga sobre temas de la actualidad nacional e internacional, los jueves, a las 19); UBA XXI (que acompaña los cursos de educación a distancia con docentes y especialistas invitados, los lunes, a las 19, los miércoles, a las 13 y los viernes, a las 9), y varios microprogramas.
-¿Hay móviles?
-Sí, y se ocupan de seguir los actos institucionales, las actividades del Consejo Superior y todo lo que se haga en las unidades académicas. También se cubren las actividades culturales de cada facultad.
-¿Y en cuanto a la audiencia?
-Las llamadas y los mails nos sirvieron para darnos cuenta de que no sólo los estudiantes se enganchaban con la radio. También había personas mayores que se suman como oyentes, y siguen los sorteos que todas las semanas realizamos con entradas para espectáculos y libros de Eudeba y del Centro Cultural Rojas. En ese ida y vuelta descubrimos que nuestros oyentes exceden lo universitario. Así, la radio se volvió mucho más interactiva, tanto con los oyentes como con las distintas unidades universitarias. La gente se comunica y hasta solicita temas musicales.
- En su trayectoria como productora, ¿siente que la emisora recibe una cantidad similar de materiales, como ocurre con otras FM?
-La radio de la UBA no tiene publicidad y se solventa con el presupuesto de la universidad, pero podemos pasar avisos de nuestra casa o las hojas del Hospital de Clínicas, del Instituto Gino Germani y del Rojas, así como distintos spots publicitarios para darle a la emisora el color de la radio, adaptado a las posibilidades de la UBA. Lo interesante es que existen muchos proyectos para nuevos programas, pero faltan ajustes porque tiene los tiempos de una radio común. Primero se hace un piloto, se escucha, se elabora y luego recién sale al aire. Yo ingresé hace seis meses y me encontré con que la mayoría de los proyectos estaban funcionando muy bien, con muchas ideas. Para mí, se trata de un gran compromiso con la radio y la universidad. Siento que esta emisora es el fruto de la paciencia y del amor, y eso es lo más importante a la hora de trabajar en esta FM. Y me gustaría anunciar que aspiramos en 2007 a que la FM 90.5 ya se pueda escuchar desde Internet a través de banda ancha.
Por adentro
- Integran el staff de la radio de la UBA Ariel Sujarchuck (subsecretario de Medios), Paola De Tito (coordinadora de producción), Nicolás Schonfeld y Paula Bartolomé (responsables de artística institucional), Eduardo Aliverti (voz institucional), Geraldine Murisasco, Pablo García y Pablo Giunta (redactores-locutores), María Teresa Foccaracio (locución), Oscar Bosetti, Oscar Martínez Zemborain, Gabriel Rocca y Luciana Kulekdjian (conductores), Claudia Bustamante y Leticia Pereyra (producción), Mauro Secco, David Maruhniak y Gustavo De Giorgi (operadores), Gustavo Guaingortin (coordinación técnica) y Javier Gratz (responsable técnico).