La trágica muerte de Peter Ivers: un martillo al lado de la cama y un misterio que cumplió 40 años
A los 36 años, el cantante fue víctima de un sangriento crimen; un descuido policial hizo que su caso nunca obtenga justicia; qué se sabe de sus últimas horas de vida
- 7 minutos de lectura'
En la actualidad, cientos de músicos cautivan con sus producciones al exponer su arte. En la mayoría de los casos, el camino hasta que el público acceda a sus canciones es largo y con muchas frustraciones. Aunque algunos no llegan a cumplir sus más profundos deseos de triunfo, siempre hay revancha. Peter Ivers podría encasillarse en este grupo. No se puede saber a ciencia cierta cuál habría sido el momento culmine de su carrera, porque su proyección del futuro quedó trunca con su muerte. Un misterioso asesinato que aún hoy, 40 años después, es un verdadero enigma.
La vida de Peter tuvo vetas dignas de una ficción. Cuando tenía apenas dos años, su padre -Jordan Rose- murió por un cáncer de pulmón. Apenas poco tiempo antes, junto a su madre -Merle Rose- se trasladaron desde su Illinois natal hacia Arizona en búsqueda de respuestas médicas ante el diagnóstico devastador.
Después de la muerte de su marido, y tras un tiempo de duelo, la mujer encontró el amor nuevamente de la mano de un hombre de negocios llamado Paul Isenstein. Pero no solo eso, sino que hizo algo que cambió y marcó para siempre el destino de su nueva familia y, particularmente, el de su hijo. Tomó la guía telefónica y eligió de la lista un apellido que usaron desde entonces los tres: Ivers.
A partir de allí, los días de Peter transcurrieron en Boston, acompañado por su familia y rodeado de música. Merle lo hizo explorar diversos estilos y las melodías comenzaron a ser un importante aspecto en su vida. Tanto es así que, en un principio, eligió estudiar lenguas clásicas en la Universidad de Harvard, pero luego decidió cambiarse para estudiar su gran pasión.
El sueño de la música y la proyección de una fructífera carrera
La música comenzó a ser el hilo conductor de la vida de Peter, destacándose como un haz de la armónica. En 1969 lanzó su primer álbum, Knight of the Blue Communion, que le valió algunas críticas debido a que consideraban su trabajo un tanto rebelde. Esto fue una traba para la discográfica Epic a la hora de querer comercializarlo.
No obstante, los halagos -aunque escasos- fueron variados y esto le abrió algunas puertas entre los artistas de la época, que se vieron impresionados por la visión musical que tenía. Tanto es así que el reconocido productor Lenny Waronker, destacado en la discográfica Warner, se convirtió en su mentor para lo que serían sus próximos lanzamientos. Poco a poco, empezó a hacerse un espacio en la industria, o al menos eso creía.
A cinco años de su primer álbum, lanzó el segundo. Fue un fracaso. El tercero, que vio la luz en 1976, también. Las ventas fueron muy bajas y las críticas desgarradoras, debido a su propuesta que entrelazaba el jazz, psicodélico, pop y la música clásica. Pese a esto, entre sus colegas, era considerado como un verdadero experto en la materia. Por esto, tardó poco en enfrentar nuevos desafíos como lo fue ser el creador la película Eraserhead por pedido del director -y amigo suyo- David Lynch. Fue un éxito. Siguió este camino musical con otras buenas críticas, como para la pieza que creó para el film Ron Howard Grand Theft Auto.
La siguiente veta en la que Peter brilló fue como productor musical, hasta que en 1981 recibió la invitación de su amigo, el reconocido director David Jove, para ser el conductor del ciclo televisivo New Wave Theatre, que era parte de Night Flight.
El programa proponía un formato de un falso vivo en el que convivían la música, el teatro y la comedia y le daba un importante espacio a músicos emergentes. Este rol fue crucial para el entonces conductor, ya que su rostro tomó aún más repercusión y sus fracasos musicales, poco a poco, quedaron en el olvido gracias a las múltiples propuestas laborales que recibió.
Los días del artista estaban colmados de trabajo, tenía como desafío superarse día a día y, en el plano personal, atravesaba un buen presente junto a su pareja Lucy Fisher, también productora musical. Pero, un inesperado y macabro giro le puso fin a todos sus logros.
Una muerte sin explicación
Los Ángeles fue el lugar que acunó a Peter, luego de una larga búsqueda por encajar. Por fin, su arte comenzó a tener el reconocimiento que esperaba y su trabajo se extendió al mundo del cine, el teatro y la escritura. De esta manera dejó atrás el rechazo que vivió por sus propuestas consideradas “adelantadas” para la época. Pero, como en otras tantas historias de carreras brillantes truncas, Ivers se sumó a la lista de trágicos finales.
La madrugada del 3 de marzo de 1983, su amiga Anne Ramis se preocupó por no obtener respuestas ante las reiteradas llamadas que le hizo y se acercó hasta su casa en el centro de la ciudad. Golpeó y nadie la atendió, pero su presencia no pasó inadvertida. Un vecino, que la notó alarmada, se ofreció a ayudarla a entrar para poder dar con Ivers, o alguna pista sobre su paradero.
La escena con la que se toparon una vez que cruzaron el umbral de la puerta fue la menos esperada: el cuerpo de Peter estaba sobre la cama de su habitación. La sangre derramada por el lugar daba cuentas de una muerte traumática, que sin dudas se debía a un ataque.
Un martillo cerca del cadáver del hombre de 36 años casi confirmaba las sospechas. Rápidamente, autoridades policiales llegaron al lugar, lo mismo que los amigos del cantante apenas se enteraron. Sin embargo, este noble gesto de sus allegados fue el determinante para que - tiempo más tarde- la investigación no avance debido a la contaminación de la escena del crimen.
Los días posteriores al hallazgo del cuerpo las incógnitas se sumaron y las respuestas no llegaron, ni lo harían en el futuro. Con el poco trabajo policial que se hizo, se determinó que efectivamente se trató de un crimen y que el arma homicida fue un martillo. Además, confirmaron que el atacante ingresó a la casa al forzar la puerta y, al irse, se robó un quipo de música. Esos fueron los únicos datos recopilados. Fue Lucy Fisher quien se puso al frente de la situación y expresó aún más dudas, al contar que en la propiedad no era necesario hacer fuerza para abrir la puerta y nunca estaba cerrada.
Al notar en casi nulo accionar policial, Lucy contrató a un investigador privado en búsqueda de justicia por la muerte de su gran amor. Durante un año buscó respuestas que no llegaron. Sobre lo ocurrido esa noche en el loft hubo dos teorías. La primera indicó que se produjo una violenta pelea entre la víctima y David Jove, jefe de New Wave Theatre, ya que en el último tiempo tenían una mala relación.
La segunda hipótesis colocó a Ivers como víctima de un supuesto ladrón que ingresó a la propiedad, quiso robar y, al encontrárselo, lo asesinó. Esto coincide con la falta del equipo musical en el departamento.
Este año se cumplieron 40 años de la muerte del compositor, productor y presentador de televisión. Se trata de cuatro décadas de puro misterio, el cual es probable que perdure hasta la última persona que recuerde la vida y obra de Peter Ivers, que sin dudas supo ser un innovador en el mundo del arte.
Temas
Otras noticias de Celebridades
Más leídas de Espectáculos
"Pacto de sangre". Airbag: la banda que sobrevivió a estafas, sigue “al costado” de las modas y llena estadios
Polémica. Un panelista se cruzó con Carlos Ruckauf por Wanda Nara y abandonó el estudio
¿Con quién? La primera salida nocturna de la China Suárez tras sus días en Madrid con Franco Colapinto
Tenía 79 años. De qué murió Roberto Giordano