Tras dar a luz a Aurora, Mercedes murió el 6 de septiembre de 1954 por un brote de poliomielitis en Panamá; cuál es la historia detrás y la emblemática canción que todos conocemos
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“Carlos, tú que eres el hermano mayor, por favor, no desampares a tu hermano Fernando y a mis tres hijos”. “Yo me estoy muriendo”, dijo Mercedes desde la cama de un hospital de Panamá. Solo días antes, el 3 de septiembre de 1954, había dado a luz a una niña. El mismo día del nacimiento se quejó de que no sentía sus piernas. De hecho, llevaba días diciendo que no estaba bien.
La trasladaron al “hospital de los estadounidenses” en la Zona del Canal. Y es que Mercedes era una de las víctimas de un brote de poliomielitis que golpeaba al país. Tras intentar tranquilizarla, Carlos salió del hospital muy conmocionado. Horas después, la joven de 26 años moriría. Era el 6 de septiembre.
En medio del dolor, Carlos se acercó a un piano y, aunque no tenía formación musical, empezó a componer una canción. Esa historia me la cuenta Aurora, la niña que sobrevivió, y Raquel, una de las hijas del compositor.
¿Nos casamos?
“Es una emoción muy grande saber que ‘Historia de un amor’ sigue viva”, dice Aurora Eleta Casanovas desde Panamá.
“Fue hecha en homenaje a mi mamá. Mi tío me decía: ‘Tú eres producto de esa última etapa de tu mamá’. Por eso, escuchar la canción siempre ha sido muy emotivo para mí”, agrega.
El bolero compuesto por su tío Carlos Eleta Almarán habla del amor de los padres de Aurora: Mercedes y Fernando.
Siempre fuiste la razón de mi existir
Adorarte para mí fue religión
Y en tus besos yo encontraba
El amor que me brindaba
El calor de tu pasión
“Mi mamá y mi papá eran vecinos en el casco viejo de la Ciudad de Panamá. Ella siempre estuvo enamorada de mi papá”.
Fernando, a quien su hija describe como un visionario en el sector de las telecomunicaciones de Panamá, estaba en un viaje de trabajo en Cuba cuando llamó a Mercedes. “¿Por qué no nos casamos?”, le preguntó. Y ella respondió: “Cuando regreses a Panamá, hablamos”.
El matrimonio se celebró el 15 de agosto de 1950. “Creo que a mi mamá le fascinaba la personalidad de mi papá, él la deslumbró desde que era jovencita. La señora que la cuidaba me decía que mi mamá se ponía en el balcón y esperaba que mi papá pasara. Fue un amor platónico de toda la vida”.
En 1951, nació Mercedes y en 1953, Fernando. “Mi mamá estaba muy preocupada por cómo iba a quedar mi papá con tres hijos. Después, mis abuelos nos contaron cuán duro había sido para él”.
Construyendo una figura
Aurora cuenta que su padre era aficionado a la filmación en formato de 16mm. “Mi papá documentó mucho esos primeros años de la familia”, relata. Y agrega: “Recuerdo que nos sentábamos en las tardes, en las noches, y mi papá nos proyectaba lo que tenía de mi mamá y de alguna manera la conocimos a través de la maravilla del video. La veía tan natural, tan sencilla”.
Y, así, con ayuda de esas grabaciones y de lo que le contaban sus abuelos y los amigos de la familia, Aurora descubrió a su madre: “Dicen que la que más se parece a ella soy yo, no solo físicamente sino en la manera de ser”.
La noticia de su muerte no solo entristeció a sus seres queridos. “Entiendo que su sepelio fue multitudinario para la época. Fue una mujer muy dulce”.
Los hermanos
En 2004, Carlos le contó al periodista Rafael Candanedo, de Tiempos del Mundo, lo que Mercedes le dijo cuando lo mandó a llamar. “Don Carlos, hágame una promesa para morir tranquila. Prométame que siempre va a estar al lado de él (Fernando) para que no se derrumbe”.
“Le dije: ‘Tú te vas a poner bien’, que no se preocupara, que estuviera tranquila, que no pasaría nada y que yo estaba seguro de que no iba a haber ningún problema”.
Si bien “Historia de un amor” le hace honor al amor de Fernando por Mercedes y a su profundo dolor al perderla, también es una expresión del vínculo poderoso entre dos hermanos.
“Mi papá era muy sensible”, le cuenta a BBC Mundo Raquel Eleta de Arias, la menor de los cuatro hijos de Carlos. “Él vivió el dolor de su hermano como si fuera de él, sintió el dolor de tío Fernando tanto, tanto, tanto, que logró transmitir en la canción toda esa sensibilidad”.
Julián Salcedo, investigador del bolero, dice que “en tres hermosísimas estrofas, Eleta logra describir perfectamente el desgarrador suceso” y le añade “una carga muy fuerte de soledad”.
Ya no estás más a mi lado, corazón
En el alma solo tengo soledad
Y si ya no puedo verte
Por qué Dios me hizo quererte
Para hacerme sufrir más
“Muy diferentes”
Carlos nació el 16 de mayo de 1918 y Fernando el 10 de agosto de 1921, ambos en Panamá.
Tras la muerte de su padre, Carlos Eleta García, su madre, Aurora Almarán, decidió irse a su país de origen, España, con sus otras tres hijas. Los dos hermanos se quedaron en Panamá y allí desarrollaron sus carreras con éxito.
Aurora recuerda que eran muy diferentes: “El tío Carlos era bohemio. Lo veías hasta en la manera de vestirse: mi papá siempre formal, con corbata, y el tío más informal. Eran opuestos, pero muy unidos”.
Fernando se graduó de ingeniero en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), fue ministro de Hacienda y canciller de Panamá. “Me daba risa porque el tío Carlos siendo tres años mayor que mi papá, cuando lo saludaba o hablaba de él, le decía: ‘El Don’, porque siempre lo vio con mucho respeto y admiración”.
“En la casa, me decía ‘la secre’ porque le encantaba pedirme favores. De pequeñita era su ‘secre’ y yo me desvivía por él. Tuve una relación muy cercana con mi tío Carlos. En los últimos años salíamos a eventos musicales”.
“De sus sobrinas fui la que más se identificó con él. Es que era un personaje muy especial”.
El artista
Raquel me habla de “la gran admiración” que siente por su padre, quien murió en 2013. No solo por lo que hizo y conquistó, sino por su forma de ser. “Papá era una persona muy particular. Era tremendamente sencillo, muy empático, una persona que no guardaba prejuicios contra nadie, veía a todo el mundo igual. Humilde, generoso, muy campechano, chistoso, era muy positivo. Te emanaba vida”.
No tuvo formación musical, fue un autodidacta. “Era completamente empírico. No sabía las notas, tocaba de oído. Luego les decía a sus amigos músicos que vinieran a la casa y que le tradujeran en notas sus canciones”.
“Se las tocaba y los amigos, entre los que había muchos músicos porque era muy bohemio, las ponían en notas. Era muy visionario, yo lo veía como un renacentista, una persona con muchos talentos, pero sobre todo, como un artista”.
Y es que además se destacó en el tenis, en la crianza de caballos de carrera y en la promoción de boxeadores. “A Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán le vio la vena de campeón”.
La canción
Raquel cuenta que su papá “no se sentía tan seguro de sí mismo”. Por eso, cuando lanzó “Historia de un amor” decidió firmarla como Carlos Almarán.
“Le pregunté: ‘Papá, tú querías mucho a tu mamá porque le pusiste Almarán a tu canción, ¿te recordaba a ella también?’. Y me respondió: ‘No, yo no quería pasar vergüenza. No sabía a dónde iba a ir esa canción y por eso le puse Almarán, para que no me identificaran tanto a mí’.
Él jamás se imaginó lo que esa canción hizo. Obviamente, eso me lo contaba entre risas”.
Aurora, sobrina de Carlos, recuerda lo mismo. Y aunque no tuvieron tanto éxito como “Historia de un amor”, algunas de sus creaciones fueron interpretadas por grandes de la música, como Bienvenido Granda (“Nostalgia”), Los tres ases (“Un secreto”) y Ana Gabriel (“Caminos diferentes”).
Lo cierto es que estaba orgulloso de “Historia de un amor”: “Es lo más grande que he hecho”, le dijo a Candanedo. “Esa canción me salió del alma”.
Pioneros de la radio
Tanto Fernando como Carlos fueron pioneros de la radio y de la televisión en Panamá.
De hecho, cuando Fernando llamó a Mercedes para proponerle matrimonio, lo hizo desde Cuba, a donde fue para que lo asesoraran en su proyecto para montar una estación de radio. La isla estaba muy adelantada en ese sector.
Y el piano en el que Carlos empezó a componer “Historia de un amor” estaba en el tercer piso de esa emisora que fundó con su hermano.
“Mi tío Carlos siempre me dijo que Leo Marini (con la Sonora Matancera) fue el primer cantante en grabar ‘Historia de un amor’ y que, en 1955, el gran músico panameño Lucho Azcarraga le pidió permiso para tocarla en un barco que salía de Venezuela hacia el sur”.
La pieza llegó a oídos de Libertad Lamarque, quien “se enamora” y consigue con ella el Disco de Oro en 1955.
Sin fronteras
Raquel resalta “una particularidad de la canción que no siempre se ve porque uno se suele enfocar en la parte emotiva”. Y es que, “como decía papá, la forma en que la canción fue fraseada hace que la gente la pueda transmitir en todos los ritmos e idiomas”.
La canción cuenta con versiones en árabe, chino, francés, hebreo, inglés y ruso, entre otros.
“En un momento llegó a ser la más popular en Japón, donde, por supuesto, también ganó Disco de Oro”, cuenta el músico César Múñoz en el canal de YouTube “La Cata Musical”.
De acuerdo con el escritor, cuando miembros de la familia imperial de Japón visitaron Panamá, “pidieron que les presentaran al compositor de ‘Historia de un amor’”.
Aurora le dice a BBC Mundo que sus amigos cuando van al extranjero la contactan para contarle que escucharon la canción: “Me siguen llegando versiones”. Salcedo resalta que la pieza tiene “la misma actualidad de 1954 y seguirá siendo grabada permanentemente”.
Un aspecto fascinante de la pieza es que incluso sin letra es conmovedora, como lo muestran sus versiones instrumentales.
Nostalgia
El periódico La Estrella de Panamá contaba lo alarmante que llegó a ser la epidemia de polio en ese país. En enero de 1951, un decreto ordenaba “el cierre de todos los parques infantiles y campos de juego de la ciudad”.
“Las autoridades suspendieron las fiestas de Carnaval y todas las actividades públicas organizadas. Las restricciones permanecieron vigentes durante 15 días”.
Pero, el virus se abrió paso como lo hizo en otros países de la región. Según la Organización Panamericana de la Salud, en el área de Mesoamérica se reportaron 3.110 casos en 1954. Es el año en que nació Aurora y murió Mercedes.
“Cuando yo la veo en fotos, siento ese gran pesar de no haber podido compartir con ella. De pequeña me hizo mucha falta. Me hace falta. Pasé todo ese tema del polio que me afectó, me dio escoliosis, toda mi infancia con corsets, me operaron cuando tenía 11 años”.
“Soy fiel creyente de que Dios te trae y te lleva por algo. Muchas veces trato de imaginarme cómo hubiese sido mi vida teniendo a mi mamá, siempre es una añoranza. Cuando mi papá escuchaba ‘Historia de un amor’ su cara cambiaba, su expresión era de nostalgia, tristeza, pero de emoción también”.
“Y es que, aunque la canción es triste, provoca mucha ternura y eso es lo que yo siento cuando la escucho”.
Es la historia de un amor
Como no habrá otro igual
Que me hizo comprender
Todo el bien, todo el mal
Que le dio luz a mi vida
Apagándola después
Ay qué noche tan oscura
Todo se me ha de volver.
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