La televisión también logra hacerse escuchar
Los 250.000 discos que vendió "Chiquititas" simbolizan el fenómeno de una pantalla chica que exporta sus éxitos a la música
Mejoró la iluminación, también la fotografía, incorporó el tipo fílmico en la calidad de grabación. ¿Por qué la televisión no iba a mejorar la música?
Ya "Badía y compañía" se había caracterizado, en la década del ochenta, por una cortina musical original, moderna y muy atractiva. Pero el contagio masivo comenzó de casualidad, cuando una cortina cambió de destino, fue a parar a "Zona de riesgo" y vendió 40.000 discos. Este año, los periodistas de Aptra le hicieron lugar al fenómeno con la incorporación del rubro "cortina musical" en los Martín Fierro. Ya el año último había desaparecido el de "programa musical", por falta de tales producciones.
Seguramente, las mejoras en la pantalla son fruto de la competencia generada a partir de la privatización de los canales. Sin embargo, no todos los envíos se han sumado a la creación musical. Será difícil para "Tiempo nuevo" abandonar "Fuga y misterio", de Piazzolla, que ya es hoy "el tema de Neustadt". Además, también será gradualmente como se abandone la costumbre de recurrir a las músicas de películas para elegir una cortina musical, como "Hora clave", que recurrió a "La misión"; "Mediodía con Mauro", que tomó "Amarcord" (no puede negarse el espíritu fellinesco del programa), o "La Passarella del addio", de Nino Rota, de "Hola Susana".
Trepados al éxito
Muchos músicos, además, se han beneficiado con la utilización de un tema de su autoría en un programa exitoso. Cómo negar el aumento de ventas de "Repertorio", de Jaime Roos, que incluye "Amándote"; el "Vivo por ti", de Andrea Bocelli, de "Hombres de mar", o los Chunguitos en "Poliladron" con "Me quedo contigo". La televisión vende, y aunque no venda, la cortina musical de un programa de televisión es un billete de lotería.
¿Por qué cantan?, se pregunta el espectador de las telenovelas de Verónica Castro, Andrea del Boca, Margarita de Francisco y Thalía, todas con diferentes resultados musicales y de ventas. ¿Por qué se habla de tanta competencia entre los músicos que han incursionado en la creatividad para TV?
Cifras millonarias
Los derechos de autor e intérprete son muy codiciados desde el momento en que las cifras que recaudan no son pequeños vueltos. Todos los canales de televisión pagan importantísimas cifras a Sadaic por cada cortina musical. Esa recaudación beneficia no solamente al autor, sino también a la editorial. ¿Qué es la editorial? No es la empresa discográfica, aunque puede estar relacionada. Es un socio del autor del tema que se ocupa de difundir la composición en otras latitudes o lograr que un cantante importante la incluya en su repertorio. Esta es la tarea que justifica su existencia: un músico puede de un día para otro pegar un salto económico si uno de sus ignotos temas es interpretado por Luis Miguel, por ejemplo.
¿Cuál es el porcentaje que va a la editorial? Entre nada _porque no es obligatorio tener ese socio_ y un 33%. No es extraño, entonces, que los canales _especialmente el 9, Telefé y el 13_ hayan pensado en formar su propia editorial, porque de esta manera podrían recuperar hasta un 33% de lo que inicialmente han debido pagar por derechos de autor. Además, el negocio de difusión ya está hecho: muchos de los programas exitosos de la televisión argentina lo son también en América latina, Italia, Israel, los países árabes y tantos más.
Desventuras de músicos en TV
Lito Vitale y Leo Sujatovich comentan su experiencia musicalizando programas
Lito Vitale y Leo Sujatovich se dedican a la música casi desde siempre, y son amigos desde que, con sendos 16 y 18 años, se encontraron en un estudio de grabación como tecladistas invitados del grupo Tantor, un desprendimiento de Aquelarre e Invisible. En la década del ´80 se toparon con los medios de comunicación y no pararon de componer muchos de los temas originales que más de un argentino habrá tarareado.
Vitale comenzó con el "Noticiero federal", de ATC, que conducían Mónica Gutiérrez y Carlos Campolongo, y a esta altura ya ganó dos Martín Fierro en el rubro Cortina Musical. Sujatovich, quien tiene más de un tema compuesto con Luis Alberto Spinetta, arrancó en pantalla en los tempranos ´80, y en los ´90 inventó el rap de "Atreverse" (adaptó y produjo el tema de Eladia Blázquez que cantó Sandra Mihanovich). En los Martín Fierro de este año estuvo ternado por su trabajo para la miniserie "Bajamar", compone música para radio, especialmente para Mitre, es autor de la banda original de la película "La furia" y lleva ganados cuatro Lápiz de Platino en el ámbito de la publicidad.
_En los últimos años, la televisión incorporó los conceptos de cortina musical original y música incidental original. ¿Esto marca una evolución?
Sujatovich: _La mayoría de la música incidental en los programas de tevé se saca de discos. Los que sí tienen temas incidentales originales muestran un avance estético, porque hace muchísimo más a la personalidad del producto.
Vitale: _"Bajamar" fue el primero, por lo menos que yo me enteré, en tener toda música original. Incluso hay tiras venezolanas con música incidental espantosa, pero que es original. Eso genera un gasto de producción que acá no están dispuestos a asumir.
Sujatovich: _Creo que debe de haber una gran dosis de evolución y otra de involución. En los años ´60, si había que hacer la cortina de un programa, había que pensar que la música para una orquesta de cuarenta tipos no se podía escribir en 24 horas. Hoy, ningún canal tiene su orquesta estable y saben que lo pueden llamar a él o a mí o a alguien que en un par de días le dé un boceto y por ahí hasta lo mandan al aire. Creo que había una mayor consideración hacia la producción musical.
Vitale: _Seguro. Incluso, a veces te preguntan si tenés algo hecho y que no hayas usado para otra cosa.
_¿La cortina de "Zona de riesgo", que ganó el primer Martín Fierro que se otorgó en ese rubro, era originalmente para "Telenoche"?
Vitale: _Sí. Me la rebotaron porque yo quería plantear una música que no fuera la típica para los noticieros. Luis Clur lo escuchó y dijo inmediatamente que no iba. Después, Di Guglielmo la puso en "Zona de riesgo".
Sujatovich: _¿De quién es la cortina de "Telenoche"?
Vitale: _Es de Eddie Sierra, hace un montón de tiempo que está.
Sujatovich: _Ojalá que uno siempre pudiera colocar una música que no va en otro lado. Cada tanto hago algún laburo que me encanta y se lo muestro a quien me lo encarga y le encanta...
Vitale: _...pero después...
Sujatovich: _...se pincha el proyecto. Y te queda ahí latiendo algo que todavía está caliente y decís: "Quiero que esto viva, quiero que subsista a través de otra vía". Aunque cuando tenés otra posibilidad hacés una cortina nueva.
_¿No es una condición sine qua non la relación con el producto?
Vitale:
_Evidentemente, en "Zona de riesgo" no fue así. También hice otra cortina para un programa de Julián Weich que se llamaba "Loco por vos" y que nunca salió al aire, que se usó para "Hola Papi", con Carlos Calvo, y funcionó. Tendría que ser un trabajo más serio de complicidad del músico con la historia, pero por lo general no pasa así.
Sujatovich: _A mí me gusta mucho el laburo personalizado. El trabajo para televisión más importante para mí fue el de "Bajamar", porque tuvo tratamiento muy fílmico. Como ya estaba todo filmado y me dijeron que la música tenía que estar para ayer, les dije: bueno, ya que es para ayer, compongo tres o cuatro temas y con eso hagan y deshagan lo que quieran, y terminé componiendo 125 temas. Eran cuatro capítulos de una hora, lo que suma más de una película. Tenía a los productores golpeándome la puerta, pero terminé musicalizando cada secuencia a cuadro. No hubo ni una repetición.
_¿Creen que desde la producción se le da más importancia a la música original?
Vitale: _El tema de las cortinas musicales nunca fue tomado demasiado en serio por los canales. En mi caso, a pesar de haber trabajado en producciones multimillonarias, como las de las telenovelas. En "Sheik", que fue un fracaso, gastaron un montón de guita, pero yo planteaba hacer una banda con músicos para incorporar un fraseo más humano y no había ni cien pesos para eso. Ya tienen un límite en la cabeza.
Sujatovich: _Absolutamente. Cuando llega el momento de encargar la música dicen: "ºAh! Teníamos que hacer una cortina! A ver... ¿a quién llamamos? Vamos a llamar a Fulano y decile que para pasado mañana queremos escuchar algo". Estuvieron antes planificando vestuario, se gastaron tres mil dólares en alquilar un sillón...
Vitale: _...en la fiesta de inauguración gastan doscientos mil mangos y vos te preguntás: ¿cómo puede ser? En las miniseries también pasa. En "Laberinto" me volvieron loco. Te piden un montón de cosas que no pagan, porque no está en el criterio de ellos pagarlas. Hasta decís: "Basta". Hice tres capítulos originales y después les di incidentales y siguieron poniéndolas ellos. En la Argentina la gente no está acostumbrada a pagar ese trabajo, que es muy exhaustivo y exacto. Obviamente, está además el famoso criterio televisivo que es hacer chan-chan.
Sujatovich: _En las series norteamericanas existe un crédito: Music Supervisor. El supervisor musical no es el director, ni el editor, ni el productor. Y no te dice: "Hacé algo tipo tch-tch-tchs". Habla tu idioma.
Vitale: _Es un problema eterno. Hice la música de un par de películas con las que no tuve buenas experiencias. Siempre está el director ahí casi tocando el teclado, y te dice: "No, no, no. Fijate si ese dedo...". Fueron dos películas con Jorge Polaco y era como para filmar las sesiones de grabación.
_¿Eso quiere decir que la música de la televisión se parece cada vez más al cine?
Vitale: _Los canales se han dado cuenta de que el derecho de autor es un negocio importante y empezaron a tener sus propias editoriales. Si ellos tienen parte de los derechos editoriales de toda la música de la tira van a recuperar una gran cantidad del dinero que pagan en derechos de autor. Entonces empiezan a pedirle a cada músico también incidentales. El problema es que te lo piden, pero no te los pagan o no hay una búsqueda artística interesante. Por otro lado, como no existe el supervisor musical, te volvés loco para saber si lo que hiciste va o no va. En las producciones independientes, como las de Suar y la de Bermúdez, son ellos los que dicen sí o no y es muy difícil llegar al personaje. Más allá de que es un trabajo lindo, que hago con muchas ganas y que me dio la posibilidad de tener un nombre, los problemas de comunicación con la gente que decide son tremendos.
Primero, los niños
Si algo ha quedado demostrado en lo que va de la actual década es que quienes más compran son los padres. Las ediciones discográficas de los programas infantiles televisivos no dejaron de figurar un solo año entre los de mayor venta en nuestro país, según los rankings anuales de Capif (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas y sus Reproducciones).
En el 90, el primero y segundo puesto de los placas más vendidas fueron para Xuxa y "La ola está de fiesta", que al año siguiente se aferraron en los diez primeros puestos junto a un notable undécimo lugar para "Gomazo", de Marcelo Tinelli. En el 93 terminó en octavo puesto "Juntos" del programa de Cris Morena. En el 93 y en el 94, Cris se quedó sola en los primeros puestos del ranking anual.
En el 95 irrumpió el fenómeno "Chiquititas" y ya en el 96 Telefé se apoderó del ranking de los más vendidos con el " Volumen 2" de las pequeñitas en el segundo lugar (el más vendedor fue Luis Miguel), "Tropimatch", interpretado por Sergio el Lobizón del Oeste (detrás de él quedaron Los Auténticos Decadentes, Julio Iglesias, Fito Páez y Ricky Martin) en el quinto, "Tropimatch 2" en el vigésimo puesto. Se mantuvo el éxito de la primera edición de "Chiquititas" en el número 33 e incorporó "La música de Dibu" en el 46 con mejor ubicación, por ejemplo, que "Fina estampa", de Caetano Veloso, en el puesto 82.
Los Cebollitas hicieron este año un buen debut de ventas que acompañó el éxito de sus compañeras de pantalla, quienes lanzaron su "Volumen 3" para las vacaciones de invierno, al igual que las Trillizas de Oro, quienes desde ATC han superado las cifras del "Hércules" de Disney.
La experiencia de Osvaldo Montes
En 1975 se fue a París, tocó con Los Calchakis, intérpretes de la música de "Estado de sitio", de Costa Gavras, y en el ´77, con la misma agrupación, subió a un escenario español junto a Mercedes Sosa. El periplo de Osvaldo Montes continuó a partir del ´79 en Canadá, donde ya se dedicó al cine y la televisión, hasta que en el ´92 _gracias a una pequeña participación de coproducción canadiense_ se le abrieron nuevamente las puertas de la Argentina con "El lado oscuro del corazón", de Eliseo Subiela. Luego siguieron "Tango feroz", "Amigomio", "Una sombra ya pronto serás", dos Cóndor de Plata, "De poeta y de loco", "Nueve lunas", dos Martín Fierro y el sueño cumplido de haber vuelto en forma definitiva.
_¿Es difícil el negocio de la música para televisión?
_Suceden muchas cosas, favorece la difusión diaria o semanal de cortinas. Te da la ventaja de no arrancar con un disco de alguien desconocido que hay que promocionar. Puede suceder que se arme una banda de sonido con cortina y distintas músicas, como hice con "Nueve lunas", "De poeta y de loco" y como estoy haciendo con "Archivo negro", y que no sean cifras masivas. Algunas superan números interesantes, pero otras son más que nada material de difusión. Ha habido casos excepcionales, pero a mí no me ha tocado. Pero el tema del disco es un negocio paralelo, por así llamarlo. Muchas veces he hecho música para películas que no se ha editado porque la película no tiene la envergadura que esperan los productores discográficos.
_¿Qué significa hoy hacer la música de un programa de tevé?
_En la Argentina es relativamente reciente la música original para televisión. Surge de una necesidad de una mejora del programa que incluye también el aspecto de la compaginación y la fotografía. Generalmente se hacen temas principales y luego se crea un banco de música en función del tema principal y derivados que el musicalizador utiliza luego con un criterio preestablecido. Nunca dan los tiempos ni el presupuesto para hacer toda la música original de cada capítulo, porque siempre habrá secuencias que demanden una nueva composición.
_¿Por qué en el disco compacto de "Hombre de mar" no hay tema principal y música incidental, como en "Archivo negro", sino que más bien se trata de una compilación de distintos intérpretes?
_"Hombre de mar" es una propuesta de Canal 13 en la que se tomó la canzonetta tradicional "Torna a Surriento", se hizo un arreglo muy importante y trabajé con un orquestador, Gustavo Spatocco, que es un colaborador permanente. También hice otros temas originales, pero luego por razones comerciales se cambió la cortina por un tema de Andrea Bocelli y se editó el disco con un compilado que se completó con artistas de Polygram.
_¿Algún día se abandonará el viejo recurso de musicalizar programas de TV con bandas de sonido de películas?
_Eso sucede acá porque la legislación lo permite. En otros países, como Canadá, uno se pregunta por qué es más frecuente la música original. Sucede que los productores independientes y los canales no tienen derecho de recurrir a esas bandas de sonido, porque no está permitido.
_¿Ni siquiera con autorización?
_La legislación protege la utilización del fonograma: no se permite usar música que no esté hecha específicamente para cada producto y es costoso tramitar una autorización. Me pasó en Canadá que el tema que yo había compuesto para un largometraje fue usado en una telenovela. Se hizo un juicio que duró un par de años, y lo gané, porque la legislación lo contempla. Por otra parte, eso permite que haya más trabajo para los compositores y limita la competencia, que es muy desleal. Un programa que se ilustra con la música de una película compuesta por Enio Morricone grabada por una orquesta sinfónica y en la que se invirtieron cientos de miles de dólares es muy difícil de emular o de reemplazar, aunque nunca logra la homogeneidad de la música original.
_¿Por qué compusiste y regalaste la música para la última entrega de los Martín Fierro?
_No. Eso fue una mala presentación durante el evento. Canal 13 Artear me encomendó la composición de un tema para la apertura de la entrega. Artear me pagó para componer y para producir un grupo de veintipico de músicos para que tocaran en vivo. Para que pudieran utilizar el tema libremente a perpetuidad, acordamos una cifra promedio por la difusión en cuatro temporadas de acuerdo con el mínimo que corresponde por Sadaic, que son 1500 pesos por cada año. Ellos hicieron ese acuerdo conmigo porque a su vez querían entregarle a Aptra en forma simbólica el tema grabado. Los derechos siguen siendo míos, lo que cedí fue el derecho de inclusión del tema para ese evento en los próximos años. Yo no regalo nada, salvo que sea para un fin benéfico.
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