La radio cumple 30 años y está peor que nunca: novena en el ranking de las más escuchadas, padece de una identidad confusa y fuga de cerebros pero Pergolini y Olmedo tienen un plan para salvarla
Este mes, cuando Rock & Pop empiece a celebrar sus 30 años de vida, habrá atravesado todas las etapas posibles entre un nacimiento auspicioso y una caída vertiginosa: revolución estética y musical, alumbramiento de iconos, consagración, mudanzas, cambios de dueño, pérdida de liderazgo y de figuras. En los últimos años, la FM cayó drásticamente en audiencia. Según Ibope, en septiembre quedó novena en el ranking de las más escuchadas, por detrás de Pop, La 100, Metro, Aspen y Radio Disney.
"Esto no fue algo que pasó de la noche a la mañana", dice Daniel Grinbank, fundador y primer director de la radio. "Hubo muchos desmanejos, como cuando se incorporó el fútbol, con el programa de Mariano Closs, en 2012. Antes había un concepto, y eso se fue perdiendo junto con los lineamientos musicales porque no hubo una dirección artística clara." Entre la salida de Grinbank en 1996 y hoy, también se fueron Lalo Mir (en 2004), Bobby Flores (en 2006) y el director artístico Enrique Prosen (en 2009), pero el punto de quiebre fue la partida de Mario Pergolini, su máxima figura, en 2012. Cuando el conductor fundó Vorterix y se fue, el share de Rock & Pop cayó del 9,15 al 6 por ciento.
El desgaste, sin embargo, ya había comenzado: ese año, por primera vez en 18 temporadas, Cuál es? (el programa emblemático de Pergolini) perdía el dominio de la mañana ante Mañana campestre, el programa de Santiago del Moro, de Radio Pop. Prosen recuerda cómo empezaron a cambiar las cosas. "Durante 2008 y 2009, la radio estuvo en proceso de venta y eso generó mucho desgaste", dice. En ese contexto, él mismo decidió dejarla. "Cuando yo me fui, a Mario [Pergolini] le quedaba un año de contrato. Sabiendo eso, y que el grupo se iba a vender, huí despavorido."
A fines de 2013, sin embargo, Pergolini regresó a Rock & Pop, pero con una posición gerencial, luego de que la emisora fuera traspasada del grupo de Raúl Moneta al de Matías Garfunkel y Sergio Szpolsky (sus accionistas en Vorterix). "El que pasó fue un año de transición", dice ahora Pergolini. "La radio había perdido muchas cosas, además de la audiencia, así que hubo que ordenarla."
Junto a él, volvió a la radio Gustavo Olmedo, que desde enero de 2014 ocupa la silla de la dirección artística. Su programación incluye a Ernesto Tenembaum en la primera mañana; a Clemente Cancela en la segunda, y a los ya conocidos Juan Di Natale y Eduardo de la Puente a la tarde. La crisis de Rock & Pop responde, para él, a que el rock dejó de ser exclusividad de la radio. "Además, creo que faltó renovación. Hubo un cambio fundamental cuando se fue Enrique Prosen y entró Pablo Lete: se sufrió mucho", dice. Bobby Flores, que ahora se dedica a su propia radio, Bit Box, en FM 93.3, coincide con el diagnóstico: "La salida de Prosen fue la extremaunción de la radio".
Recuperar el lugar perdido es el desafío de la nueva conducción. "Tenemos que apostar a que la identidad sea la marca", explica Olmedo. "Si la marca no hubiera sido tan fuerte, la radio no habría resistido tantos saqueos", agrega Grinbank. En ese sentido, Olmedo intenta conservar el espíritu de la radio: "La música hoy se escucha de otra manera, diferente", dice. "Entonces me pareció que había que cambiar algunas cosas, como ese discurso de actitud de rock que solía tener la radio. A mí no me interesa discutir qué es rock y qué no." Prosen también está seguro de que la gente no escuchaba Rock & Pop por la música: "Las figuras tuvieron siempre más peso, aunque no se pudo conseguir un recambio. Pero hoy tampoco hay una radio de rock que le haya arrebatado el lugar, que esté por arriba de Rock & Pop".
Aunque Pergolini cree que la convivencia de dos radios de rock dentro del mismo grupo no es posible, todo indica que Vorterix seguirá apuntando al mundo digital, mientras que Rock & Pop intentará afianzarse en su nuevo camino, con eje en la marca y el balance musical. "Ahora somos familia, y a la familia no se la mata, sino que se la ayuda", dice.
En la noche del 16 de febrero de 1995, después del último show de la primera visita de los Rolling Stones a Argentina, Daniel Grinbank había juntado al grupo fundador de la radio en una oficina que había montado en el estadio de River. "¡Por la decadencia de Rock and Pop, que empieza en este momento!", brindó delante de Pablo Kohlhuber, Enrique Prosen, Miguel Martínez, Fernando Moya y Roberto Costa. También estaba ahí Bobby Flores, que captó el mensaje. "Ya no teníamos motivos para existir. Antes de empezar con Rock & Pop en 1985, en las reuniones que hacíamos en la casa de Grinbank, Daniel nos decía que esa radio se hacía para traer a los Rolling Stones: el objetivo ya estaba cumplido", dice ahora Flores. Al año siguiente, quizás ya satisfecho, Daniel Grinbank vendió la radio al grupo mexicano CIE y se afianzó en su carrera de productor de shows. Casi veinte años después, ese brindis de febrero de 1995 vuelve a cobrar actualidad.
Por Gabriela Pepe
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