La resurrección de Robert Downey Jr.
Múltiples escándalos lo mantuvieron alejado de cine por años, pero gracias a Iron Man resurgió de las cenizas; esta semana llega a nuestras salas con Sherlock Holmes
"Sos un sobreviviente del alma (...) me encantan esas largas canciones perdidas que vos cantás durante todo el año"
"El futurista" - Robert Downey Jr.
"Soy un hombre de canto y baile", dijo una vez Robert Downey Jr. y así definió a la perfección tanto su carrera como su tumultuosa vida. En su carrera lo vimos bailar en la reciente El solista, biopic de Joe Wright con Jamie Foxx, en la que imitaba los movimientos de Neil Diamond mientras entonaba una estrofa que mucho hablaba de él mismo ("Mr. Bojangles"). Y también lo vimos cantar, con mirada fija en la cámara que lo seguía mediante un plano secuencia en "I Want Love", video de Elton John con una letra que también decía mucho sobre Robert. "Salta tan alto y lentamente comienza a tocar el suelo", "Un hombre como yo está muerto en lugares donde otros hombres se sienten liberados". Neil, Elton... Robert.
Como si se tratara de una movida providencial, la música que suena en las películas en las que participa refleja la dicotomía que siempre fue su vida, escindida inevitable entre dos polos. Cielo-Infierno. Ascenso-Caída. Triunfo-Fracaso. Downey Jr. es uno de esos actores que magnetizan justamente porque saben bastante de la gloria perdida y de la gloria recuperada. No hubo etapa que no haya atravesado. Fue miembro del Brat Pack, esa suerte de conglomerado de actores al servicio de historias con y para adolescentes vistos en Ciencia loca (1985) del recordado John Hughes. También cultivó desde temprano su faceta wasted en Less than Zero (1987) y se animó a la comedia de enredos con Soapdish (1991). Pero algo faltaba. Ese papel que todo actor anhela, ese que te empuja al centro para que todos te miren. Ese papel fue Chaplin (1992). El resto es historia: nominación al Oscar y comienzo de la caída.
Robert Downey Jr. como Chaplin:
Los malditos 90
Mirá el video de "I Want Love":
Los benditos 00
La lista es interminable. Porque no resucitó con un solo papel, lo hizo a la grande (y con los grandes). La genial Entre besos y tiros (2005) donde se autoparodiaba como "actor perdido en busca del regreso"; Buenas noches y buena suerte (2005) de George Clooney; La rotoscopiada Una mirada en la oscuridad (2006) de Richard Linklater; la románticamente freaky Retrato de una pasión (2006); la autobiográfica película de Dito Montiel Tus santos y tus demonios (2006); y el ascético policial de David Fincher Zodíaco (2007) en la que, a modo cíclico, volvía a ese prototipo de wasted que solo él puede convertir en encantador. Y como si todo esto fuera poco, cuatro papeles más, dos de ellos consagraorios (Iron Man y Una guerra de película).
Y volvió a estar nominado al Oscar (de la mano del benstilleresco personaje de Kirk Lazarus). Y volvió a ser el canchero favorito (en la inminente Sherlock Holmes de Guy Ritchie). Y volvió a bailar y cantar (en El solista), con ese brillo recuperado, pero también con esas cicatrices, secuelas de sus viajes por el infierno. "Tengo un solo principio y ése es seguir adelante, moverme con confianza, esa confianza que te da el hecho de mirar hacia atrás y recordar lo que hiciste". No hay dudas: el futurista Downey sigue en movimiento. Los cinéfilos, agradecidos.
Trailer de Sherlock Holmes:
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