Después de tres años viviendo en San Marcos Sierras, el ex bajista de Los Piojos debuta el 1 de noviembre en La Trastienda con su proyecto propio
En sus 44 años, Micky Rodriguez tuvo una sola banda en su vida: Los Piojos. Y a esa banda le dedicó 20. Fue el bajista sonriente que llevaba el pulso de los temas más funk, el de la intro de "Tan solo", el que cantaba "Fijate", el conciliador cuando las papas quemaban en la interna del grupo y el que, después de la separación, siguió más cerca de Andrés Ciro. "Los Piojos fue lo más grande que me pasó en la vida, y si ahora estoy saliendo a caminar de vuelta, es porque tengo ese respaldo", cuenta recién llegado de San Marcos Sierras, donde vive hace tres años con su familia. Ahora su presente se llama La Que Faltaba, el nuevo grupo que activó allá con tres chicos a los que duplica en edad, y con los que acaba de editar un primer disco llamado Voy. "Los pibes tienen una formación musical muy buena y aprendo mucho, siempre me dan una mano en el armado de voces y en las progresiones de acordes. Tienen ganas de volar, tienen hambre de gloria. Cuando nos metimos en el estudio para grabar, me sentía como en la época de Chactuchac", repasa en un flashback directo a 1993.
¿En qué momento te hizo el clic en la cabeza para volver?
Cuando empecé a tocar la guitarra en casa y me armé un estudio. Me encerraba ahí y escribía, hasta que tuve 6 ó 7 canciones listas y pensé en armar una banda. En San Marcos Sierras fui a ver a un grupo que se llamaba Roma, donde tocaba un pibe llamado Matías y otro Rómulo. Me encantaron y los invité a zapar en casa. Y en la terminal de ómnibus conocí al que iba a ser el baterista, Pablo. Así empezó todo.
¿Cómo te sentís en el rol de cantante?
Es todo un tema, en el disco fue terrible. Me negaba mucho. Ahora estoy ejercitando, tomando clases, más constantemente. Cantar es un desafío muy importante y le tengo mucho respeto. Tengo como referencia a Andrés (Ciro), me apoyo mucho en él y le pido consejos. De hecho, lo invité a cantar unos temas en el próximo show en La Trastienda, el 1 de noviembre.
¿Vas a incluir temas de Los Piojos en el repertorio?
Van a estar los dos que canto yo ("Fijate" y "Un buen día") y después quiero hacer algunas versiones de temas que no hacíamos mucho en vivo, como "Civilización", "Merecido" y "Agua". Los que elegí ahora son para desarrollar esta etapa, después iré metiendo mano en el cajón de los recuerdos.
¿Se te abren las puertas siendo un ex Piojos o volviste a pagar derecho de piso?
Un poco y un poco. Ahora debuto en La Trastienda, cuando el primer show de Los Piojos fue en un barcito de Palomar. Tengo el privilegio de arrancar en un lugar que tiene renombre, es distinto. Y es como un volver a empezar, tiene que ver con la ilusión y la fantasía de ver qué pasa.
¿Es más complicado el camino al no haber sido el frontman del grupo?
Cada uno tenía una responsabilidad y una función, los cinco, y respetábamos esos roles. Sabíamos que Andrés era la cara visible, tenía esa función, ese carisma para enfrentar a las masas: era nuestro as de espadas. Es una cuestión histórica, eso fue siempre así en todas las bandas.
Tu último show en Buenos Aires fue en River: ¡del Monumental a La Trastienda!
Siempre me gustó tocar en lugares chicos, estar cerquita de la gente. Me encantaba tocar en el Luna Park con Los Piojos, por ejemplo. Disfrutaba mucho esas presentaciones más íntimas, aunque llenar estadios también tiene lo suyo. El show de River lo tengo guardado en una caja de seguridad...
¿Cómo viviste esa despedida? ¿Qué te pasaba por la cabeza?
Fue muy emotivo, en "Luz de marfil" me acuerdo que se me caían las lágrimas. Yo sabía que era la última vez que tocábamos y era algo muy fuerte. Estábamos convencidos que teníamos que parar, que las cosas estaban dadas así. Sabíamos el tesoro que teníamos en las manos y no queríamos que se desvirtuara la idea del disfrute del ritual.
¿Les quedó algún material pendiente?
Quedó mucho, filmamos casi todos los shows, pero hoy por hoy no hay idea de editar nada. Estamos cada uno en nuestros proyectos, cada uno con su historia. Pero nunca se sabe que nos depare el futuro…
¿Viste algún sucesor estos años, alguna banda que haya tomado la posta?
Estoy medio desconectado, pero veo que la cosa masiva está disolviéndose, la movida pasa por los lugares más chicos. Es difícil comparar porque nosotros veníamos de Sumo y Los Redondos. Nuestro legado quedará a partir del tiempo, dentro de un par de años vamos a tener unas páginas importantes en la historia del rock.
¿Te piden la vuelta los fans?
Sí, todo el tiempo. Siempre está el "¿Y cuándo vuelven Los Piojos?". No me molesta, los entiendo perfectamente pero no tengo una respuesta para darles. Yo sé que si algún día volvemos va a ser porque queremos estar juntos de nuevo y no por la guita. Hoy no me puedo imaginar un regreso, pero no cierro ninguna puerta. Viví 20 años de mi vida con esos amigos y la pasé fenómeno, fue una historia mágica. No puedo renegar de eso.
Por Nicolás Igarzábal
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