La otra cara de la casa de Sofía Vergara: detalles impensados de la cocina y un “show” de baños

La vida de los famosos de Hollywood es muy ostentosa. Autos por motón, joyas valoradas en cientos de dólares, ropa de diseñador y mansiones gigantescas son solo algunos de los lujos que poseen las estrellas del cine y la televisión.

Una de ellas es la colombiana Sofía Vergara, quien en 2020 adquirió una enorme casa junto con su esposo, el también actor Joe Manganiello. La actriz fue reconocida en la industria del entretenimiento por producciones como Modern Family (2009), Dos locas en fuga (2015), Chef: la receta de la felicidad (2014), entre otras.

Además, según la clasificación anual de la revista Forbes, para 2020 se convirtió en la actriz mejor pagada del mundo, con 43 millones de dólares ganados solo ese año. La vivienda, situada en la lujosa zona de Beverly Park en la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, es una mansión de estilo toscano que compraron por 26 millones de dólares.

Entre los vecinos de la pareja se encuentran celebridades como los actores Eddie Murphy, Sylvester Stallone, Denzel Washington, Mark Wahlberg y el músico Rod Stewart. Construida en 1999, la propiedad pertenecía al beisbolista Barry Bonds, quien la compró en 2002 por 8,7 millones de dólares, según confirmó el medio estadounidense Los Ángeles Times. Desde octubre de 2014, el inmueble había estado en el mercado inmobiliario y había pasado por cinco dueños.

¿Cómo es el nuevo hogar de Vergara y Manganiello?

De acuerdo con un video publicado por el Grupo Fridman, una compañía inmobiliaria de Estados Unidos que se especializa en propiedades de lujo, la casa de la barranquillera cuenta con 1.8 acres y 17 mil metros cuadrados de espacio habitable, el cual decoraron con abundante vegetación como olivos y altas palmeras. Los terrenos de la propiedad cerrada fueron diseñados para evocar los jardines de una finca palaciega en Italia.

Tan solo en el exterior, es posible visualizar una gran construcción rodeada por altos árboles que buscan garantizar la privacidad de los huéspedes. Adicionalmente, hay una cabaña exterior de dos pisos usada para futuros visitantes.

El entorno de la vivienda cuenta con varias zonas de acceso, una pista de tenis, un spa y hasta una fuente en el centro de la mansión. Al ingresar por una de las múltiples puertas de cristal es posible ver murales de pintura, candelabros que penden del techo y una sala color marfil. De acuerdo con el grupo inmobiliario, el interior de la vivienda principal consta de seis dormitorios y diez baños.

“Los acabados de calidad artesanal se destacan por los techos altos de nueve metros, los murales pintados a mano y los pisos de piedra italiana. El dormitorio principal palaciego ofrece baños dobles inspirados en un spa y dos vestidores dignos de una boutique. Seis dormitorios adicionales con baño completan la casa principal. La residencia de invitados es magnífica, con una sala de estar formal, cocina y amplios dormitorios”, afirman desde Fridman.

Una vez en la cocina, es posible apreciar un pequeño comedor de cuatro puestos con mesa de mármol, una cocina con fogones tallados en oro y cientos de compuertas para guardar los elementos necesarios para esa labor. Del techo cuelga otro candelabro, más pequeño que el de la entrada.

“El corazón de la casa es una lujosa cocina de chef con encimeras de ónix, una gran sala de desayuno y una estufa La Cornue que parece una joya. Un verdadero oasis en uno de los enclaves más prestigiosos de Beverly Hills”, aseguró el grupo. Como si de una casa presidencial se tratara, la pareja tiene un despacho con una silla central y un escritorio colosal de madera negra y cuero. Los estantes a su alrededor contrastan con el amplio lugar e intentan hacerlo más acogedor.

Aunque no tengan hijos en común y Vergara solo haya tenido uno por fuera de su matrimonio, Manolo Gonzalez-Ripoll Vergara, lo cierto es que pareciera que ambos esperan recibir a múltiples visitantes, ya que su comedor es de 12 puestos al estilo palaciego. Al centro de mesa lo rodean los techos abovedados, tupidos cortinajes y lámparas de cristal que se repiten por toda la casa.

Al subir al segundo piso por una escalera de caracol tallada en madera es posible encontrar murales de colores claros y el acceso a las habitaciones. Cada una de estas cuenta con su respectiva cama con ropaje de seda, un sofá, un baño privado con tina de porcelana y un armario con vestidor.

Como si todos estos lujos no fueran suficientes, en esa misma planta hay una sala de cine con capacidad para 12 personas y un gimnasio privado equipado con todas las máquinas profesionales necesarias para mantenerse en forma. Durante sus dos años de estancia, la actriz compartió muchas fotos dentro de la mansión. Además, invitó a muchos de sus colegas y familiares a celebrar eventos como Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.

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