
La ópera de Francia premia a un argentino
El ex director del Teatro Colón Ricardo Szwarcer recibió el premio Victoire de la Musique
Ser director de un teatro de ópera es una tarea compleja y estresante, pero para algunas personas puede ser también un desafío. Después de haber estado al frente del Teatro Colón entre 1986 y 1989 el argentino Ricardo Szwarcer no escarmentó y se fue a Europa a buscar nuevos proyectos vinculados con el mundo de la ópera. En 1991 encontró uno en Francia, cuando le asignaron la tarea de reabrir la Opera de Lille después de seis años de inactividad.
El año pasado, el director argentino logró cosechar los primeros frutos de su trabajo cuando la puesta de "Pelleas y Melisande" de Claude Debussy recibió el premio "Victoire de la musique" a la mejor producción lírica francesa, equivalente al "Moliére" en literatura o al "Cesar" en cine.
De su paso por el Colón se destacan la primera presentación de Luciano Pavarotti en Argentina cantando "La Bohéme" y la innovadora apuesta de llevar el Colón al Luna Park, con "Mahagonny", ópera de Kurt Weill que contó con la puesta de Jaime Kogan. Al frente del Teatro de Lille , Szwarcer lleva adelante un proyecto atípico y polémico para el mundo de la ópera. Por problemas presupuestarios, el Teatro no cuenta en esta nueva etapa con elencos estables. En este aspecto Szwarcer no teme afirmar que esto "es una situación maravillosa". El director explica que su intento es construir el programa "con un perfil de calidad y originalidad con respecto al resto de los teatros que están en la misma posición que nosotros -los teatros regionales-, que al estar condenados a orquesta y coro "perpetuo` tienen un problema distinto". Szwarcer explica que los elencos estables generan problemas de financiamiento "que es el mismo en todos lados, el 80 % del presupuesto se te va en salarios. Te queda un 20 que tenés que usar para cantidad de obras, porque hay que amortizar el tiempo de trabajo de los elencos estables". Por esta razón, según el director de la ópera de Lille "la declinación en cuanto a la calidad de la producción es matemática".
Szwarcer decidió para posicionarse " hacer pocos productos, pero de calidad. Tenemos cuatro producciones por temporada en el mejor de los casos y hay una cantidad de conciertos, recitales y a veces algún ballet". Al no tener elencos permanentes, el Teatro de Lille tiene la ventaja comparativa de poder armar las producciones en función de cada estilo, una tendencia cada vez marcada en Europa, especialmente en obras del período barroco. "Es una ventaja, -confirma Szwarcer- ahora estamos haciendo un "Eugenio Onieguin" en su versión original para orquesta de cámara. Para esto traigo un regisseur que vive en Rusia, al igual el coreógrafo y el escenógrafo. Busqué además una paleta de voces eslavas y convoqué al coro de cámara de San Petersburgo" .
Un proyecto resistido
El director argentino es consciente de encontrarse en una situación peculiar, que genera resistencias, por eso valora el premio que recibió el años pasado. "El ministerio de Cultura nos ve como un proyecto que no pueden apoyar politicamente, porque de alguna manera estamos contra la política de empleo habitual. Aunque ellos saben que el sistema de empleo permanente está en ruina". "Por un lado tienen que defender un situación que artísticamente no les puede dar resultado -agrega-, al mismo tiempo no nos pueden legitimar a nosotros porque estamos dando el "mal ejemplo".
Sin dudas el planteo es polémico, pero también refleja la situación actual de la ópera y sus teatros en Europa. A partir del auge del "revisionismo barroco", Szwarcer comenta que "es muy difícil volver a escuchar versiones que no sean hechas en instrumentos originales. Pero en un teatro de ópera tradicional como en la Bastilla, tienen que manejarse con los instrumentos modernos. Están en en cierto sentido limitados para crecer en determinado repertorio".
A pesar de hacer sólo cuatro o cinco títulos por año, Lille puede, al contrario de la Bastilla y los teatros regionales ofrecer un repertorio variado y con intérpretes especializados. El Teatro tiene convenios con la Orquesta Nacional de Lille que dirige Jean Claude Cassadessus para hacer una producción francesa por año y con la London Sinfonietta para hacer música contemporánea. Szwarcer reconoce que el sistema utilizado en Lille no puede extenderse demasiado por las implicancias que tiene para el empleo. Mientras tanto, dice que "objetivamente, pienso mucho en la circunstancia que me toca vivir a mi. ¿Cuántas producciones debería tener para justificar tener una orquesta y un coro estables?", se pregunta. "Por ahora este sistema es más barato e interesante".