La nueva vida de Rodrigo Fernández Rumi: de ganar Gran Hermano a los 19 años, a trabajar en una granja en Suiza y ser actor
Se consagró campeón en la edición de 2012 y en diálogo con LA NACION se refirió a su presente de la mano de Disney y rememoró la experiencia en el reality, la cual lo marcó para siempre
- 7 minutos de lectura'
“Me llamo Rodrigo Fernández, tengo 19 años y soy de Victoria, Entre Ríos. Siempre me gustó todo lo que es la televisión. Este año me vine a Buenos Aires a estudiar Diseño Industrial y cuando salga, después de un tiempo, pienso retomar, y si se da, me encantaría tener otro trabajo, como conducir un programa. Si vamos a soñar, soñemos en grande”. Con esas palabras se presentó Rodrigo Fernández Rumi cuando ingresó a la casa de Gran Hermano hace más de 10 años.
Ese discurso se mantiene hasta el día de hoy, pero en el medio pasaron muchas cosas: ganó el reality, vivió en Suiza donde trabajó en una granja, conoció a Miley Cyrus en un restaurante de Los Ángeles y hasta trabajó para Disney. A más de una década de ganar el certamen, dialogó con LA NACION y reflexionó sobre su presente, pero también sobre su pasado. “Siento que todo le pasó a otra persona”, reconoció.
Cuando era pequeño, Rodrigo tenía un sueño: ser un “chico Cris Morena”. Aunque su familia no veía con buenos ojos la posibilidad de que sea actor, cuando terminó el colegio armó las valijas y se mudó a Buenos Aires para tener hacer castings, pero también para estudiar Arquitectura y cumplir el deseo de sus allegados.
Tras cursar un cuatrimestre se cambió a Diseño Industrial y fue ahí cuando vio en la televisión el anuncio que le cambiaría la vida: Jorge Rial avisaba que faltaba poco tiempo para que finalizara el casting de Gran Hermano. Si bien el reality no era su gran sueño, lo tomó como una prueba más y se inscribió “por las dudas”.
A las tres semanas lo llamaron y, tras varias pruebas, consiguió el lugar que muchos -hasta el día de hoy- anhelan. Él lo veía como un “viaje de egresados” y sentía que por su corta edad “no tenía nada que perder”. De hecho, se consagró ganador del programa en la edición de 2011-2012. En diálogo con LA NACION reflexionó: “Siento que le pasó a otra persona. Es una época de mi vida vida muy borrosa, supongo yo que por el shock. Adentro es como que el tiempo se comprime. Lo surreal es cuando salís”.
La vida después de Gran Hermano
Al salir de la casa, Fernández se encontró con una realidad de luces y sombras. Por un lado, disfrutó del reconocimiento de ser el ganador de Gran Hermano, y, por el otro, vivió con “miedo a la caída”. Si bien el triunfo trajo consigo muchos beneficios, como conocer a su ídolo Peter Lanzani mientras iban a hacer presencia a un boliche, se topó con el prejuicio de que “los del reality y los de la actuación no se podían mezclar”. Una situación un tanto distinta a la que imaginó durante su estadía de 164 días en la casa.
Pero, consagrarse en el juego no solo le trajo reconocimiento mediático, sino también un premio de seis cifras. Mientras estaba en la casa, dijo que si ganaba iba a comprarse un departamento para que su mamá no le tuviera que pagar más el alquiler.
“A los dos meses de salir de Gran Hermano fui en el colectivo 60 hasta Telefe y volví con el cheque por $750.000 guardado en el bolsillo. Era mucha plata. Fui al banco a depositarlo y me acuerdo la cara de la cajera cuando vio el cheque, porque claro, yo tenía 19 años. Fue a llamar al gerente y me preguntaron de dónde lo saqué”, rememoró Rodrigo. Con el dinero se compró un departamento en Palermo que conserva hasta el día de hoy.
Así como muchas personas que pasaron por el reality encontraron el espacio para insertarse en el medio, a otras les fue más difícil mantenerse de pie. Rodrigo abandonó la carrera universitaria y se aferró a la exposición que consiguió en el reality. “Gran hermano me había demostrado que podía hacer un casting y quedar. Sentí que valía y que tenía algo para dar”, manifestó. Quedó seleccionado para la novela Señales, que fue vendida a Italia. Si bien cumplió su sueño, decidió viajar a Suiza para visiatar a una familia amiga y allí sus planes cambiaron.
De hacer una novela en la Argentina a trabajar en una granja en Suiza
“Me fui a Suiza por dos semanas y me quedé seis meses. La tía de mi amigo puso un anuncio en el diario del pueblo ofreciéndome para trabajar. Me llamó una señora para hacer una mudanza y una pareja mayor para limpiar su departamento. Cobraba entre 20 y 25 dólares la hora. También trabajé en una granja. Me levantaba e iba en bicicleta subiendo por las montañas”, recordó.
En ese sentido, trazó una comparación y reflexionó: “Era muy raro porque venía de dos años en el mundo de la televisión, de boliches y fama y de pronto estaba ahí. Sentía que ganaba un dinero trabajando, con lo otro sentía que era un ladrón. No lo veía como un trabajo”.
Tras regresar de Europa, probó suerte en los Estados Unidos. Se instaló en Los Ángeles con el objetivo inicial de formarse como actor. A esa experiencia la considera una de las más importantes de su vida. Trabajó tambipen en un restaurante de Studio City y conoció a Miley Cyrus, Kirsten Dunst y Mila Kunis y, con lo que ganó, hasta se compró un auto de alta gama.
Hasta que, inesperadamente, un día sonó el teléfono y sus planes volvieron a cambiar. Mientras estuvo en Buenos Aires hizo un casting para Diego Topa que sirvió para que años después lo convocaran para un proyecto de Disney. “Era para una nueva serie que iba a reemplazar a Soy Luna. Mandé los videos, aunque la convocatoria ya estaba cerrada y quedé para un taller, junto con otros chicos de Latinoamérica y Europa. Éramos 30 y quedamos 8″, contó. Lo seleccionaron para interpretar a Marcos Golden, el villano de la serie Bia, disponible en Disney+.
De actuar en Disney a protagonizar un controversial video
En los últimos años, Fernández Rumi encontró un lugar en las redes sociales, donde cobró mucha visibilidad. En 2022, mientras Gran Hermano era furor, publicó un video que generó polémica al afirmar que el programa “estaba todo armado”. Asimismo, dijo que los participantes una vez por semana podían comunicarse con sus familiares. El material se viralizó y, tras la polémica que se generó, salió a desmentir sus propios dichos.
“Siempre que estoy aburrido hago caga**s. Y esto fue eso. Nunca hice nada de Gran Hermano y como estaba aburrido en mi pueblo, grabé el video haciendo esa broma con las típicas preguntas que me hacen sobre el programa. En el mismo momento, sabiendo qué podía pasar si se virilizaba, grabé la otra parte, con la misma ropa y en el mismo lugar”, se sinceró.
De igual manera, su descargo generó repercusión y a pesar de que intentó ser creíble en su “desmentida” no logró convencer a todos. Rodrigo aseguró que nadie de la producción se comunicó con él y la considera como “una broma que salió tal cual lo planeado”.
Hoy, el entrerriano tiene 29 años y se mantiene vigente en el mundo de las redes, pero también tiene otros proyectos. En 202 grabó en México la serie L-Pop, que acaba de estrenarse en Disney +, donde interpretó a un cantante de reggaeton. Además, fue invitado por la casa de Mickey Mouse en Latinoamérica al Festival de Cannes.
Paralelamente, trabaja en un proyecto con influencers y vive en la ciudad que lo vio nacer. Sin embargo, no descarta la posibilidad de mudarse a Madrid y abrirse camino la industria del entretenimiento. Si bien a lo largo de su carrera, el exganador de Gran Hermano, cumplió sus distintos sueños, aún le queda uno que anhela y mucho: hacer cine.
Otras noticias de Celebridades
- 1
Claudia Villafañe: su mejor rol, por qué no volvería a participar de un reality y el llamado que le hizo Diego Maradona horas antes de morir
- 2
El mal momento que lo tocó vivir a China Suárez a pocos días de Navidad
- 3
Con qué figura de la selección argentina habría tenido un romance secreto Emilia Attias
- 4
John Goodman, el actor de Los Picapiedra, luce irreconocible tras su gran cambio físico