La nueva paz de Eurythmics
El famoso dúo del pop británico rompe un silencio discográfico de diez años
NUEVA YORK (Newsweek).- Vean si encuentran alguna ambivalencia. Eurythmics, el gran dúo pop británico de la década del 80, vuelve a juntarse después de diez años para un nuevo álbum y una gira mundial en beneficio de Greenpeace y Amnistía Internacional.
El álbum "Peace" tiene una canción que expresa un profundo pesimismo sobre la paz. Otra critica todo el proceso de reunir a personas "que no pueden estar juntan y que no pudieron estar separadas" y la gran popularidad que tuvieron en la prensa ("todos los diarios estúpidos y las revistas estúpidas"). Incluso hace una agria referencia a la canción característica del dúo: "Sweet dreams are made of anything that gets you in the scene" ("Los sueños dulces están hechos de cualquier cosa que lo lleve a uno al escenario"). ¿Por qué Annie Lennox y Dave Stewart, ex enamorados, ex colaboradores y celebridades en recuperación, quieren pasar por todo esto de nuevo?
Si no hubiesen sido convencidos para que actuaran en una fiesta de retiro para el presidente de su sello discográfico, Lennox, de 44 años, podría estar ahora en su casa con su esposo y sus dos hijas, preparando un álbum solista que siguiera al doble platino "Diva" (1992) y al ganador del Premio Grammy, "Medusa" (1996).
Stewart, de 47 años, podría estar haciendo cualquier cosa: él ha pasado los 90 tocando en bandas, produciendo, exhibiendo sus fotografías y comenzando una cadena New Age por cable con el cofundador de Microsoft, Paul Allen. En vez de esto, aquí están. Una actuación privada, una canción nueva para la edición de sus grandes éxitos, luego la decisión, con dudas características, de hacer un álbum y realizar una gira siempre necesaria.
Pero, por supuesto, la tensión y los conflictos dieron origen a las mejores canciones de Eurythmics: esos temas de añoranza y devoción, ambientados con sintetizadores robóticos e impactantes ritmos. En los años 80, ellos abrazaron el pulso y el resplandor de la música disco, la angularidad de la nueva ola, el estilo de guitarra del rock clásico, las orquestaciones desvergonzadamente lujuriosas de porquería pura, y de alguna forma todo compaginó a la perfección. Aunque nada de eso habría tenido mucho significado sin la voz de Lennox.
Lennox y Stewart dicen que trabajan juntos con más fluidez ahora, y que "Peace" resulta su mejor colaboración hasta el momento. Claro, la producción de Stewart suena más rica y orgánica, y Lennox suena más cálida y expresiva. De todas formas, las nuevas canciones carecen en su mayor parte de la extrañeza trascendental del trabajo individual de Lennox o de esos viejos éxitos de Eurythmics. A lo mejor las cosas fueron demasiado fluidas. Stewart confiesa sentirse fuera de contacto con la música de los años 90. "Básicamente, estoy perdido -dice-. Por lo que sencillamente hicimos un disco de música muy conmovedora para nosotros. Supongo que es como la de Paul Simon o alguien así. El hace lo que quiere, y la gente lo entiende o no. De ninguna forma íbamos a grabar un tema hip hop."
No es el caso de Lennox, que siempre ha puesto el alma para complementar el corazón de rock de Stewart. "El hip hop ha tenido una influencia inmensa", dice ella. ¿Un conflicto? Ojalá. Si van a seguir trabajando juntos, ésta podría ser justamente la tensión que necesitan.
Canciones modernas y atemporales
En 1980, cuando Annie Lennox y Dave Stewart decidieron hacer proyectos juntos (musicales, pero también personales) eligieron un nombre que servía de contraseña: Eurythmics, una escuela de danza y mimo de principios de siglo, basada en ideas griegas sobre la enseñanza de la música por el movimiento.
Así sonaron durante los años ochenta: ritmos robóticos sobre los que construían canciones llenas de electrónica y, por encima, la particular y etérea voz de Annie Lennox.
La comunión musical duró toda la década. Más que la pareja que brevemente conformaron. Ahora, tras diez años, han vuelto a trabajar juntos. Y el resultado es "Peace", donde vuelven a la multiplicidad, a la música como movimiento. Eurythmics es aquí a la vez un dúo pop, un grupo de rock, una banda de sintetizadores y de música soul, todo sobre canciones que son modernas e intemporales, sin que esto se convierta en una contradicción. Con las características guitarras de Stewart, algunas cuerdas y más arreglos orquestales que en el pasado, a expensas de sus habituales ritmos. La dulce voz de Lennox nos sacude con los fantasmas del pasado: con volver a tener 17 años y una explícita referencia a "Sweet Dreams", uno de sus temas más conocidos, cerrando un círculo que es musical, pero también personal. Además está la extraña y perturbadora balada "My True Love", el ritmo rockero de "Power to the Meek" y cierto aire beatlesco en "Forever".
Los caminos en solitario que ambos tomaron se notan en este disco del reencuentro en el que ya no hay aquella urgencia, por momentos neurótica, del pasado. "Peace" es un álbum más reposado, más de búsqueda de belleza. La reina de la frialdad, como se la describió alguna vez a Lennox, ha entibiado su alma.
Todo el disco está esmeradamente producido, con una dedicación artesanal, incluso la portada tiene una extraña y despojada belleza: las nucas de ambos, una en cada lado del álbum. Tan sin nada.
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