La novela de "Casablanca"
Leonardo Sbaraglia explicó por qué abandonó el programa que prepara Telefé.
Esta "Casablanca" no es la historia de Ingrid Bergman y Humphrey Bogart, pero, como en la película, se encamina hacia un final no feliz. El proyecto de Telefé, que comenzó sus grabaciones en mayo, se fue desarticulando con el correr del tiempo y a esta altura lo que el canal lleva invertido -una cifra que supera el millón de dólares- podría quedar en la nada.
Primero fue Rodolfo Ledo. El autor y director abandonó el barco para ir al Sur a recuperarse de una enfermedad, según él mismo manifestó en una carta que le envió a Leonardo Sbaraglia y a Natalia Oreiro, protagonistas de la frustrada novela. Pero el primero en recibir una carta fue Gustavo Yankelevich, gerente general de Telefé, con quien aparentemente Ledo habría tenido ciertas diferencias por la salida al aire de la novela.
"Casablanca" iba a ser pautada a las 21, pero Telefé habría decidido mantener en ese horario a "Verano del ´98". Ledo no trabaja por adelantado, de modo que se habría resistido a grabar sabiendo que la novela no iba a salir pronto.
Otra característica del autor es ser seguido con fruición por los actores. Algunos dicen que es por su libertad para trabajar y otros aseguran que además genera armonía en el equipo. Por eso, Leonardo Sbaraglia y Norman Briski pusieron una cláusula en sus contratos -que además eran por seis meses con inicio el 15 de abril- por la cual sólo trabajarían si Ledo escribía la novela. Una vez que el autor abandonó, ambos actores quedaron formalmente liberados de sus compromisos, aunque siguieron grabando.
Pero anteayer, Sbaraglia tuvo una reunión con Gustavo Yankelevich en la que acordó su partida. "En realidad, no hubo demasiado para decir", explica Sbaraglia. "Mi planteo fue que no siento que tenga que ver con el producto y Yankelevich coincidió con eso. Para mí, era fundamental la presencia de Ledo para el trabajo y lo que se hizo con él es un buen trabajo, un producto digno. No sé cómo va a seguir la historia, pero en principio voy a seguir grabando unos días más para que el personaje tenga una salida." La misma opción eligió Norman Briski.
Luego de la partida de Ledo, el puesto de autor fue ocupado por Miguel Barrón y por Eduardo Ledo, que en poco tiempo abandonaron también la novela. La plaza de director fue ocupada entonces por Carlos Olivieri, que se mantiene en su cargo. Finalmente, el autor Sergio Vainman fue convocado con la idea de retomar el producto.
Hay 22 capítulos grabados. Esto es oficial. Pero hay muchas versiones. Algunas dicen que tan sólo es el primer capítulo el que vale la pena. Otras, que hay unos diez capítulos rescatables y que el resto son fragmentos sin editar. En cuanto al contenido, muchos rumores hablan de escenas de mal gusto o poco claras (para ambos casos un ejemplo sería el personaje de una prostituta que luego se asume como lesbiana). Sin embargo, quienes han participado en el producto, como Sbaraglia, aseguran que el error es sacar las escenas de su contexto porque de ese modo se tergiversan y pierden sentido.
A pesar de lo desafortunado de los traspiés, Telefé no se da por vencido. Jorge González Roulet, su gerente de Programación, asegura que "el canal está evaluando el proyecto que dejó Ledo. Vainman, Olivieri, Raúl Lecouna y yo estamos tratando de encauzarlo. Tenemos firmes intenciones de encontrar una salida para el producto".
Por eso todavía están buscando un galán para Natalia Oreiro. Su novio, Pablo Echarri, fue el primero en ser convocado y el actor todavía no dio una respuesta.
Por otra parte, y más allá de los últimos esfuerzos de rigor, en Telefé no se descarta que todo el proyecto quede en agua de borrajas porque será difícil en el futuro promocionar el lanzamiento de una novela con un elenco que se sabe de antemano que ya no está.
Más de un millón
Aunque no hay declaraciones oficiales acerca del monto que Telefé ya lleva gastado en "Casablanca", una aproximación a ese número puede realizarse con el estimativo de los contratos de sus protagonistas. Natalia Oreiro, que interpreta a una chica del interior que viene a la gran ciudad y termina trabajando en un restaurante, atiende las mesas por unos 50.000 o 60.000 dólares por mes. Leonardo Sbaraglia, que hasta el momento de partir era un cocinero intelectual, cobraría unos 100.000 mensuales. Norman Briski, el dueño del local, tiene un contrato por 18.000 dólares. A estos sueldos deben agregarse los del resto del elenco, como, por ejemplo, el de Diego Ramos que habría firmado por unos 15.000 al mes.
Con contratos por seis meses, tomando en cuenta sólo los casos de Sbaraglia, Oreiro, Briski y Ramos, se suman 1.128.000 dólares. Si se agregan los sueldos del elenco completo, los de producción, los de autores y director, más todos los gastos de la planta técnica, fácilmente se llegaría a los dos millones de dólares, si es que no se supera la cifra.