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Callejeros despedía su gran año de éxito en República Cromañón, el reducto regenteado por Omar Chabán, cuando se desató una tragedia llamada a modificar la industria del rock local. Una candela de luces, características en los shows de la banda, encendió en el techo del salón un fuego de proporciones enormes. Según fuentes oficiales, hasta el momento, son 191 muertos y al menos unos 800 heridos más (varios de ellos internados en estado crítico). Entre ellos, varios parientes directos de los miembros de la banda.
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La tragedia más shockeante que le ha tocado sufrir al rock nacional (y, probablemente, el incendio más trágico de la historia Argentina), sucedió el pasado jueves 30 de diciembre, alrededor de las 23, en el barrio porteño de Once: se incendió República Cromañon (un local rockero que los propios Callejeros habían inaugurado el 12 de abril de 2004 y en el que se sentían locales) a causa del uso de pirotecnia, mientras más de 6 mil personas intentaban ver el último recital del sexteto revelación de Villa Celina, Callejeros. Según fuentes oficiales, 27 personas perdieron la vida en el lugar –entre ellos varios familiares de la banda- y más de 150 adolescentes (de entre 15 y 25 años) en los hospitales de la zona, quemados o intoxicados por el humo que cubría el local ubicado en la calle Bartolomé Mitre 3060.
El recital estaba programado para las 20. Era el cierre del año más exitoso de la banda revelación del rock barrial argentino. Y, también, la tercera fecha consecutiva (y presentación definitiva de su último-tercer material discográfico, Rocanroles sin destino): el martes 28 habían tocado todos los temas de su primer disco: Sed; y el miércoles 29 los del segundo, Presión. Ojos Locos, el grupo soporte, terminó su performance minutos antes de las 22. Una hora más tarde –tres después de lo acordado- el lugar ya estaba colmado y, según coinciden muchos asistentes consultados, estaba excedido en su capacidad (el local, se dice ahora, estaba habilitado para 2 mil personas pero cuenta con una capacidad real de 4200). Se habla de que otras 4 mil personas estaban fuera del local, algunas aún intentando entrar.
En ese momento, después de una breve intro en off (hiper abucheada) de Chabán contra el uso de bengalas y pirotecnia en el lugar, Callejeros largó con el primer tema de una larga lista de un show planeado para tres horas. Justo ahí y como se acostumbra en las "fiestas" de la banda callejera, las bengalas nublaron el lugar y un proyectil pirotécnico clásico -conocido popularmente como "tres tiros" o “candela”- impactó contra las telas “media sombra” que revestían una guata inflamable pegada en el techo del recinto, con la función de “acustizar”. Y todo se incendió.
"El fuego se tragó el techo", dijo Claudia, una sobreviviente de la tragedia, al salir del recinto. Mientras tanto, los que habían logrado escapar primero al poder de las llamas, volvían a entrar para socorrer. Algunas fuentes mencionan al propio Patricio Santos Fontanet, frontman de la banda, descalzo y negro por el tizne del fuego, llorando, echándose la culpa del siniestro y corriendo desesperado, entre la multitud, buscando reconocer amigos, familiares y fanáticos sobre el asfalto, en la salida de la calle Bartolomé Mitre.
Según trascendió, cuando el techo comenzó a consumirse, se cortó la luz del recinto. Y con el fuego y el humo en contra, la desesperación copó el local. Muchos quedaron entre el fuego y el escenario. Así mismo, varias fuentes coinciden en resaltar que desde los balcones del primer piso optaron por tirarse desde más de cuatro metros hasta la planta baja, para salvar sus vidas. “¡Una chica saltó en llamas!”, recuerda una sobreviviente, en llanto. Muchos, al darse cuenta que cuatro (de las seis) puertas de emergencia estaban cerradas, empezaron a salir por la entrada de los invitados. Muchos murieron aplastados ahí mismo ya que además, según coinciden las fuentes, esta estaba cerrada para impedir el ingreso de las muchas personas que estaban expectantes en las inmediaciones del local.
"Otros, intoxicados, subieron al escenario con la intención de salir por camarines. Pero el escenario se vino abajo", dijeron algunos seguidores. Allegados al grupo confirmaron a este medio que la madre del baterista Eduardo Vázquez perdió la vida; y que la novia y Susana Fontanet, la madre de Pato, se encontraban en grave estado, internadas en el Hospital Ramos Mejía. Así mismo, varios músicos resultaron gravemente heridos. Entre ellos, Christián Torrejón (bajista del grupo) que aún sigue internado en la sección terapia intensiva del Hospital Francés.
Enrique Torrejón, tío de Christián, dijo en comunicación telefónica con Radio Continental: "Fue una negligencia total. En el lugar había más de seis mil personas, cuando la capacidad es de, a lo sumo, cuatro mil".
Algunos sobrevivientes y otros comerciantes de la zona, aseguran que las ambulancias tardaron 40 minutos en llegar. A diferencia de los bomberos que, a minutos del incendio, tenían 8 dotaciones en la puerta del boliche. Mientras tanto, algunas fuentes coinciden en un dato que resulto más trágico aún: considerando que el grupo es seguido por muchas familias jóvenes con hijos chicos, se habría improvisado una guardería en el baño de mujeres (que no tenía agua en los surtidores) y, alejado de la puerta de salida, resultó un lugar de muy difícil evacuación.
Según trascendidos, Omar Chabán, reconocido empresario del underground local y responsable del lugar (como así también del ex Parakultural, Einstein y Cemento), se fue en un taxi mientras todo era un caos. Ahora, mientras está siendo procesado (será indagado mañana será indagado mañana por la justicia acusado de homicidio culposo y lesiones culposas), hay intensos operativos de las brigadas de Investigaciones para encontrar a sus socios, de identidad reservada.
El Jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra también le apuntó a Omar Chabán manifestando, en declaraciones a la prensa, que “por la actitud criminal de un empresario pagan justos por pecadores”. Pero reconoció la “falla del Estado” y admitió que, por su cargo, es “responsable político de lo que pasa en la ciudad”. Aunque no dejó de acusar al empresario artístico: “En abril”, dijo Ibarra, “Cromañón estaba bien, los bomberos extendieron el certificado y Chabán luego hizo modificaciones por los ruidos. Pero la ley obliga a que cuando se hace una modificación se debe avisar.”
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