La noche en que los Grammy hablan o cantan en español
Los Fabulosos Cadillacs, Illya Kuryaki and the Valderramas, Nicolás Ledesma y Claudia Montero, los argentinos ganadores
Los argentinos tuvieron una buena cosecha en esta 17» entrega de los Grammy Latinos que se realizó antenoche en Las Vegas. Los Fabulosos Cadillacs marcaron la tendencia en materia de rock en esta nueva edición. De hecho fueron los únicos que hicieron rock. No sólo protagonizaron uno de los momentos más punks de la noche cuando tocaron su versión de "Matador" y terminaron rompiendo instrumentos, sino que se llevaron los premios a Mejor canción de rock por "La Tormenta" y Mejor álbum de rock por el disco La salvación de Solo y Juan.
Los Illya Kuryaki and the Valderramas también sumaron dos estatuillas, en la entrega de las 48 categorías, que no entraron en la transmisión televisiva, por Mejor video corto con "Gallo Negro" y Álbum alternativo por LHON; incluso Rafa Arcaute (integrante de IKV) se ganó la estatuilla a Productor del año.
El otro rubro que fue copado por los argentinos, además del rock, fue el tango, en el que ganaron Nicolás Ledesma con su orquesta. Y en el rubro Mejor obra/composición clásica contemporánea ganó Claudia Montero con su obra "Cuarteto para Buenos Aires", pero no hubo mucho más.
En el historial general, Puerto Rico y Colombia siguen llevando la supremacía de estos galardones junto a México. Si bien este año, la delegación argentina era numerosa y se desparramó en varios rubros, la balanza se volvió a inclinar por dos géneros preponderantes en la industria del mercado latino como el reggaeton y el vallenato. Carlos Vives y Shakira se llevaron los premios más importantes de la noche con Mejor canción del año por "La bicicleta" y Grabación del año. A la revitalización que le dio la industria a Carlos Vives y el posicionamiento de Juanes, que abrió con su show la ceremonia, ahora la Academia Latina de los Grammy le dio un espaldarazo categórico a los colombianos Fonseca con su disco Homenaje (tributo a Diómedez Díaz) y al cantautor Manuel Medrano (Mejor nuevo artista), con dos Grammy para cada uno. El Álbum del año quedó para el mexicano Juan Gabriel y su trabajo póstumo LosDúos 2.
En la ceremonia se notó la influencia del reggaeton en la industria contemporánea y en la lista de ventas de los países de habla hispana. Los conciertos en vivo de Wisin y Yandel, en sus versiones solistas, fueron los que tuvieron más eco en los espectadores presentes en el T-Mobile de Las Vegas. El mismo impacto tuvo la presencia de J. Balvin que se mostró con Pharrell Williams, el creador de "Happy", para una comunión musical en vivo de dudosa factura. Otro que levantó la temperatura reggaetonera fue Farruko junto a Mani Marley (hijo de Bob Marley), que se plegaron a la moda del maniquí challenge en vivo.
En contra de Trump
No fue finalmente un Grammy de mensajes altisonantes en contra del presidente electo Donald Trump. Pero sí es verdad que la Academia se puso de acuerdo en posicionarse con un mensaje claro: "Unidos por la música", fue la frase que usaron de hashtag para viralizar la entrega de los Grammy Latinos en las redes sociales. "Porque en la música no hay fronteras ni muros", fue uno de los mensajes que se repitió como un rezo a lo largo de la ceremonia, en los artistas que subieron a entregar los premios y en los anfitriones de la noche, Sebastián Rulli y Rosely Sánchez.
Fuera del guión del teleprompter, la integrante femenina del dúo mexicano Jesse & Joy dedicó su premio: "Para todos los latinos que viven en este país y las comunidades minoritarias".
Sin embargo, también, es verdad que el premio que se otorga en los Estados Unidos no sólo contribuye al posicionamiento comercial del mercado, sino a contribuir a una imagen de estigmatización sobre la música y la cultura latina. Quizá lo que más impactó en la ceremonia de antenoche no haya sido la presencia del rock argentino con Los Fabulosos Cadillacs, sino la versión de "Vete y pega la vuelta", de Pimpinela, en las voces de dos estrellas como Jennifer Lopez y Marc Anthony. Esa mirada clisé de lo latino es la que sigue funcionando como un muro de división entre los Estados Unidos y el resto del continente.