La máxima de Bullock
Reportaje a la actriz que se hizo famosa por "Máxima velocidad" y que ahora protagoniza la segunda parte del film, que se estrena el 7 del mes próximo en Bs. As.
LOS ANGELES._ En el cielo de Hollywood, toda estrella que se precie tiene su propia imagen. Sandra Bullock no es la excepción a la regla.Pero a la hora de construir su perfil, prefirió no transitar el camino de las sex-symbols en constante celo ni el de la star que de tan glamorosa se vuelve inalcanzable. Lo suyo pasa por otro lado. El de la vecina que todos quisieran tener. El de la chica que, de puro espontánea y terrenal, a más de uno se le antoja una novia posible. Algo así como la mujer de la próxima puerta, pero dotada de un encanto que la vuelve irresistible.
Basta verla llegar al encuentro con la prensa internacional, invitada a Los Angeles para el lanzamiento de "Speed 2_Cruise Control" ("Máxima velocidad 2"), para entender que la imagen elegida le calza como un guante. Casi no tiene maquillaje. En lugar de exhibir su anatomía en la vidriera de un escote pronunciado, la pone a buen resguardo detrás de un cardigan negro. Habla en voz muy alta y se ríe con fuerza.
En "Máxima velocidad" interpretó a la pasajera que junta fuerzas para tomar el volante del micro en el que una bomba está a punto de estallar. El film, protagonizado por Keanu Reeve y dirigido por Jan De Bont, cosechó el suficiente éxito de taquilla como para justificar la realización de la secuela. Claro que, entre una y otra, Sandra ganó puntos en el ascendente camino a la fama. Su labor en la comedia romántica "Mientras dormías" le valió una nominación para el Golden Globe como mejor actriz, y una serie de películas _"La red" y "Tiempo de matar", entre otras_, le permitió demostrar que estaba dispuesta a pisar fuerte en el cine norteamericano.
Según cuenta Jan De Bont, la idea de realizar la segunda parte de "Máxima velocidad" no era algo que le quitara el sueño. "Pero realmente me gustaban los personajes y la relación que se había establecido entre ellos", agrega. El de Annie, encarnado por Bullock, había pegado fuerte. "La gente se sintió bien con esa muchacha, porque la sintió abierta, natural y real _opina De Bont_. Es el tipo de personaje con el que uno tiene ganas de embarcarse en otro viaje. La llave del éxito está en crear un personaje que quede en el público más allá de la pantalla; un personaje con el que uno estaría dispuesto a ir a una fiesta o a salir de paseo. Eso es mágico y muy atractivo", sostiene el realizador.
Lo cierto es que a la hora de encarar el nuevo viaje hubo cambios de escenario y de elenco. A diferencia de su antecesora, "Máxima velocidad 2" no transcurre en un colectivo que dispara por las autopistas, sino en un crucero que atraviesa las aguas del Caribe. Esta vez, para la acción y el romance, la Annie interpretada por Bullock ya no tiene como socio a Keanu Reeve, sino a Jason Patric. Y ahora, el malvado capaz de poner en peligro a toda la tripulación es Willem Dafoe.
"Sospechaba que el secreto del éxito estaría en crear una situación que hiciera brotar una maravillosa química entre dos personas atractivas. Y un crucero por el Caribe me parecía el marco perfecto para que ellos vivieran sus pasión", explica De Bont, cuyo set de rodaje fue construido en la isla St. Martin.
Al no estar disponible Keanu Reeve, la elección recayó sobre Jason Patric. "Quería a alguien capaz de agregarle su propia fuerza y su personalidad al personaje y que, además, generara una química interesante con Sandra", apunta el director.
Cuando se le pregunta en qué medida se puede hablar de una secuela de "Máxima velocidad", después de tanta modificación, el cineasta sostiene que "lo importante son los personajes y la energía. Nadie hubiera querido ver de nuevo el micro. Eso ya se vio. Hacer una secuela no es hacer una copia. Por eso buscamos otro medio de transporte para plantear la historia _un crucero_ y tiempo de vacaciones. La idea es que la película sea parecida, pero diferente. Este último film tiene, además, una gran dosis de comedia", opina el cineasta.
Estrella terrenal
Sandra parece estar hecha con la madera ideal para la comedia. "No me tomo a mí misma demasiado en serio. Esa es la mejor forma de trabajar en las comedias _sostiene Bullock_. Sé que soy una mujer inteligente. Sé hasta dónde llega mi capacidad y también sé lo que he conseguido hasta ahora. No necesito decir:miren cuánto valgo.
"Jan me dio una carrera. Por eso acepté inmediatamente su propuesta de rodar Speed 2", dice Bullock con relación a De Bont. Alguien le hace notar que entre aquel primer film y esta secuela, ella recorrió un camino tan largo como el que hay que andar para convertirse en estrella.
"No sé exactamente qué significa ser una estrella _retruca Bullock_. Eso no tiene que ver con el trabajo que uno haya hecho o dejado de hacer. Todavía me divierto, todavía cometo errores, todavía trato de mantener mi vida privada fuera de la esfera pública porque no quiero terminar dando a publicidad la vida de mis amigos. Me niego a convertir mi vida privada en un show."
Puesta a mirar hacia atrás, Sandra no saca a relucir una montaña de aplausos y logros. Admite que en su carrera hubo ventura y desventura, y ni siquiera asegura que en el futuro todo vaya a ser un jardín de rosas. Después de todo, ella no es más que una vecina muy hermosa, pero vecina al fin. Y, sabido es, que a diferencia de las estrellas de Hollywood, a la vecina le está permitido equivocarse."Estoy orgullosa de todo lo que he hecho _dice Sandra_, aun de mis peores trabajos, porque considero que con cada película, buena o mala, se aprende. Ese es el camino para crecer. Yo crezco por medio de las películas. Crezco equivocándome y empezando de nuevo. Si todos los films en los que trabajara fueran un éxito, la presión sería insostenible. El hecho de que algunos sean exitosos y otros no, me permite un ejercicio de humildad que es saludable."
El circo fantástico
Nacida hace 31 años, en Washington, Bullock acaba de debutar como guionista y directora en un cortometraje titulado "Sandwiches", que este año fue presentado en el Sundance Film Festival. Sin embargo, ella se niega a que esa realización se convierta en el comienzo de un giro en su carrera. No es una actriz a la pesca de la primera oportunidad para convertirse en cineasta, asegura.
"No tengo talento para dirigir. Me gustó mucho hacer el corto, pero eso es parte de mi formación, de mi propia historia. Quería conocer todos los aspectos de la producción de una película y por eso encaré ese cortometraje pensado como un regalo para mis amigos, pero no para el consumo público. Sé que no soy directora. Sé que como actriz tengo condiciones para integrarme a la historia que quiera contar un realizador, pero que yo no tengo mi propia historia para contar", explica, separando los tantos entre la actuación y la dirección.
En materia de realización, "Máxima velocidad 2" está regada con efectos especiales e implicó la construcción de complicados escenarios en los que, entre otras cosas, debía construirse una ciudad que pareciera tan real como para ser creíble y tan inventada como para poder ser destruida por necesidad del guión.
"Cuando uno afronta una película de este tipo, debe tener, permanentemente, la totalidad del film en la cabeza _señala De Bont_. Son tantos los departamentos y la gente que trabaja al mismo tiempo y en distintos aspectos del film, que si uno no se concentra corre el riesgo de perderse en la inmensidad de la producción."
Entre tantas escenas filmadas debajo del agua y tanta danza de efectos especiales, cabe preguntarse si el director nunca temió que la historia que quería contarles a los espectadores terminara ahogada por el despliegue visual y sonoro. "No _responde_. Ir a ver un film de acción y con mucho despliegue de efectos visuales es como ir a un circo fantástico. Uno va para pasar un momento de fantasía. Así es este tipo de películas."
El marido perfecto
Tan natural es Bullock para mostrar lo que los otros quieren ver que, a pesar de su insistencia en marcar la frontera que divide su vida profesional de la privada, hay quien se anima a preguntarle lo que cualquiera le preguntaría a una prima que pasó los treinta y no amenaza con boda ni embarazo.
"Me siento presionada para eso por la gente, pero no quiero apresurarme -responde Sandra, de buen grado-. Voy a casarme sólo cuando encuentre a la persona que sea perfecta para mí, cuando encuentre a alguien con quien me sienta lo suficientemente cómoda como para compartir la vida."
Habla del casamiento con la gravedad de quien lo considera como una decisión que se toma de una vez y para siempre. "Por mi vida ha pasado muy buena gente, pero creo que elegir con quién voy a pasar el resto de mi vida es una decisión lo suficientemente fuerte como para tomarla presionada por los demás. Sé que todos los que insisten para que me case y tenga hijos desean mi bien, pero no voy a hacerlo por ningún otro motivo que no sea mi propio deseo. Si no aparece nadie que me vuelva loca hasta el punto de querer compartir con él veinticuatro horas al día y siete días a la semana, no lo voy a hacer", agrega.
Los hijos, un tema
A diferencia de muchas de sus colegas, no se embandera detrás del deseo de ser madre a cualquier precio. "No quiero tener hijos por el hecho de tenerlos. Quiero que sean mis hijos y los hijos de alguien más.", sostiene. Una vez más, todo cierra. Cualquiera puede abrigar la ilusión de que Sandra busca al futuro padre de sus hijos y que, después de todo, la vecina, por más que trabaje en Hollywood, no es inalcanzable.
"Muchos de los films de hoy son aburridos"
Contundente: Jason Patric, el coprotagonista de "Máxima velocidad 2", le apunta a la gran industria del cine y hasta a las películas que ganan Oscar.
LOSANGELES._ En casi cualquier punto del planeta sería una virtud. En Hollywood es una flaqueza casi imperdonable. Jason Patric es serio, dicen en los corrillos previos al diálogo con el actor A poco de andar, no falta quien le eche en cara su seriedad. "Me tomo mi vida tan en serio como usted toma la suya _responde Patric_. Usted es seria respecto de su trabajo; yo también. El mío es un trabajo especial en el sentido de que nada es real, todo es ilusión, todo es subjetivo, pero trato encontrarle un sentido a lo que hago. A veces se nos pide que estemos todo el tiempo sonriente porque en América somos movie stars, a diferencia de los ingleses, por ejemplo, que son actores. Me resulta gracioso que se diga que yo soy serio, mientras que de los ingleses se diría que son dedicados."
Admirador confeso del cine inglés, Patric deduce que "seguramente las películas británicas son tan buenas porque como ellos no pueden competir con la gran maquinaria de las superproducciones, se ven forzados a contar buenas historias. No digo que lo hagan por elección. Es más, creo que si ellos pudieran apostar al cine de gran presupuesto y superproducción, lo harían. Pero como no pueden, tienen que concentrarse en historias bien escritas y con buenos personajes. Eso les da la oportunidad a los actores de tener papeles muy interesantes".
El actor de "Los hijos de la calle", encaró su experiencia en un film de acción como "Speed 2" convencido de que valía la pena. "Consideré que ésta era una oportunidad de hacer algo diferente, algo que hasta ahora no había hecho. Y para probar _dice_ quise hacerlo con la mejor gente posible: Jan (De Bont) y Sandra (Bullock)". A la hora de compartir el trabajo se define como " un verdadero jugador de equipo".De su experiencia de trabajo con Bullock, dice que "ella es extremadamente humilde y quiere aprender". En todo caso, lo que Patric tiene para enseñar respecto de su oficio es que el actor "tiene que buscar dentro suyo la parte de sí mismo que le puede servir para componer al personaje que le toca en suerte en esa historia, en ese preciso momento". Pero, por aquello de que todo tiene su contraprestación, confiesa que "de cada trabajo intento llevarme algo a casa; espero que cada personaje me sirva para ser mejor".
Cuando se le pregunta si estaría dispuesto a incursionar en el género de la comedia, responde que lo haría "si se tratara de una comedia bien escrita. Puedo ser divertido, pero quiero elegir mi trabajo. Todo depende de la historia que me ofrezcan".
Aburrimiento
¿Faltan buenas historias en el Hollywood actual? Patric responde sin eufemismo:"Es terrible. En los últimos diez años se han hecho las peores películas de todos los tiempos. Eso nadie lo dice, pero todos lo sienten. Los otros actores están allí, sonriendo, ganando dinero y diciendo que todo es bárbaro. Pero hay que admitir que muchos de los films que se hacen son muy aburridos. Los directores y los guionistas que conozco hacen dinero, pero no se entusiasman con la obra. Y no hablo sólo de las películas de gran presupuesto, sino también de del Oscar, que son completamente mediocres comparadas con las que se filmaban tiempo atrás".
Puesto a buscar las causas de la mediocridad de conjunto, considera que "lo terrible es el dinero. La cantidad de dinero que está en juego en las películas es increíble. Y es necesario recuperarlo muy rápidamente. No hablo de recuperarlo en la primera semana, sino en el primer día. Actualmente, el mercado internacional es muy grande. Uno podría pensar que eso es alentador, pero no lo es. Contrariamente a lo que se podría esperar, esa globalización contribuye a que se produzcan films mediocres, que no presenten muchas dificultades y que puedan ser traducidas rápidamente a cualquier idioma".
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