La larga y provechosa jornada del cine argentino en el festival de Cannes
Ganadora del Bafici, La larga noche de Francisco Sanctis se presentó ayer en la sección Un Certain Regard
CANNES.- ¿Los últimos serán los primeros? Si el dicho popular se aplica también en Cannes los beneficiados podrían ser los jóvenes directores argentinos Andrea Testa y Francisco Márquez, ya que su ópera prima, La larga noche de Francisco Sanctis, cerró ayer la sección oficial Un Certain Regard. Ahora sólo queda esperar las reacciones de la crítica internacional y los premios que esta noche anunciará el jurado presidido por la mítica actriz suiza Marthe Keller.
La organización del Festival de Cannes decidió que la presentación oficial de esta transposición de la novela homónima de Humberto Costantini y protagonizada por Diego Velázquez como un hombre de familia y dócil empleado que vive una noche pesadillesca en la ominosa Buenos Aires de 1977 fuese en la función matutina (hubo otra por la tarde) en la inmensa Sala Debussy, colmada como siempre. Testa y Márquez cumplieron con todos los rituales de la ocasión: subir las escaleras rojas (con la canción "Un beso y una flor", de Nino Bravo, sonando de fondo), brindar antes de la función, posar para las fotos y subir al escenario. Allí, acompañados por Velázquez y parte del equipo técnico y artístico, fueron recibidos por el director del festival, Thierry Frémaux, quien tuvo una muy elogiosa introducción hacia la película ("todo un descubrimiento", indicó) y hacia el presente ("y la importante tradición") del cine argentino en general.
Lo de esta pareja de treintañeros -que llegaron a Cannes con su bebe de tres meses- ha sido digno de un cuento de hadas. "Hasta hace pocas semanas no sabíamos qué iba a ser de nuestra película. La mandamos al Bafici, obtuvo un apoyo del Fondo Metropolitano que nos permitió terminarla, luego entró en Competencia Internacional y ganó los principales premios del festival de Buenos Aires, la inscribimos en Cannes sin tener ningún contacto y cuando recibimos el mail con la confirmación tuvimos que leerlo varias veces porque estábamos convencidos de que nos estaban diciendo que la habían rechazado. Pero aquí estamos, felices y con las puertas que se van abriendo no sólo para este film, sino también para nuestros futuros proyectos", aseguraron en diálogo con LA NACION.
La sección oficial Un Certain Regard tuvo este año entre sus 18 largometrajes pocos títulos que se destacaron de manera nítida y La larga noche de Francisco Sanctis no sólo no desentonó sino que se ubica entre los favoritos: "No estuvimos pendientes de las otras películas y la verdad es que hay muy buen cine y descubrimientos en el festival. Tampoco estamos obsesionados con los premios, aunque es obvio que ayudan. Para nosotros tener un agente de prensa y otro para ventas internacionales como Film Boutique son cosas impensadas hasta hace poco tiempo. Todo esto es un sueño. Hasta horas antes del estreno estaba tranquilo, pero un rato antes de la primera función salieron todos los nervios juntos. Fue una experiencia muy fuerte", admitió Márquez, egresada, como su pareja, de la Enerc, la escuela de cine que depende del Incaa.
En una jornada intensa para el cine argentino en Cannes también se presentó ayer en Cinéfondation (la competencia oficial de cortometrajes de escuelas de cine) el corto Business, de Malena Vain (surgida de la FUC) sobre una conflictiva relación padre-hija (Leonardo Murúa y Telma Crisanti) que también transcurre durante una noche y fue rodado íntegramente en un lujoso hotel ubicado a metros del Obelisco porteño.
"La idea del corto -indicó Vain a LA NACION- surgió por cierta fascinación que fui adquiriendo por las habitaciones de hotel. Muchas veces son espacios bellos que intentan ser familiares y cálidos, pero en realidad son totalmente ajenos a nosotros. Despliegan el escenario para generar otro tipo de preguntas sobre la identidad. Ésta es cierta metáfora o analogía que fue el disparador para la historia. Hay un aceleramiento y una lejanía emocional contemporánea que quería abordar y sinteticé esa búsqueda en un vínculo padre-hija. En este tipo de relaciones uno se lo pasa negociando esa distancia entre lo que uno quiere o piensa de la vida y lo que puede ofrecerle el otro. Sobre todo en la adolescencia, como es el caso de la protagonista del corto."
La movida argentina se completó con la exhibición de dos largometrajes, como Terror 5, propuesta de los hermanos Sebastián y Federico Rotstein que intercala cinco historias bien negras, y La valija de Benavidez, de Laura Casabé (ya vista en el Bafici), en las Galas de Blood Window, mientras que los cortos Gallo rojo y Paraya, codirigidos por Alejandro Fadel y Martín Morgenfeld con realizadores sudafricanos, se presentaron en la sección paralela Quincena de Realizadores.
En el ámbito del mercado, dos proyectos encabezados por ese imán que es Ricardo Darín (Nieve negra, de Daniel Hodara, con Leonardo Sbaraglia, Dolores Fonzi y Federico Luppi, y La cordillera, de Santiago Mitre) generaron muchos negocios y repercusión mediática, al igual que películas como Permitidos, comedia con Lali Espósito y Martín Piroyanski que Ariel Winograd rodó tras el éxito de Sin hijos (ya se vendió a 45 países).
También se anunciaron varios cambios en el mercado de cine latinoamericano Ventana Sur (tendrá nueva sede), se firmó un acuerdo de coproducción con Chile (habrá cuatro subsidios de 50.000 dólares cada uno) y se organizaron en el stand 127 del Incaa en el imponente Village International Riviera jornadas con productores de Canadá y Finlandia para la concreción de proyectos conjuntos. Negocios y arte, la clave infalible de ese gigante bifronte que es Cannes.
Los últimos tramos de la competencia
CANNES.- La Competencia Oficial, que había arrancado de excelente forma, se fue cayendo en las últimas jornadas. La de ayer fue claramente la peor de todas con dos films abucheados de manera contundente por la prensa: The Last Face, épica de Sean Penn que narra una historia de amor (entre Javier Bardem y Charlize Theron) en el marco del trabajo de la organización Médicos sin Fronteras en los campos de refugiados en África, que -más allá de su espíritu concientizador- resultó penosa artísticamente, y The Neon Demon, película del danés Nicolas Winding Refn con Elle Fanning, ambientada en el mundo de la moda, que, a pesar de sus excesos sangrientos (canibalismo incluido), terminó siendo un ejercicio de virtuosismo formal para una propuesta artificiosa y vacía. Hoy se cierra la sección principal con los esperados nuevos trabajos del holandés Paul Verhoeven (Elle, con Isabelle Huppert) y el iraní Asghar Farhadi (Forushande).
Más leídas de Espectáculos
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa