La infancia de Mercedes Sosa es recreada en una producción para chicos
Una pieza para que el público infantil conozca el legado que dejó la gran cantora del folklore argentino
Un redoble de bombo pone fin al ensayo, mientras que una zapada improvisada invita a la ronda de mate y torta casera. El buen ánimo es colectivo y se presta a la charla que perfecciona metódicos ajustes en el repertorio que acaban de interpretar con los ojos cerrados. El homenaje a la cantante tucumana Mercedes Sosa ultima detalles para salir a escena.
Con una propuesta para chicos y grandes, Cuando la Marta canta sube al escenario de El Tinglado en estas vacaciones de invierno para disfrutar de un recorrido por el repertorio menos difundido de Mercedes Sosa, y acercar a las nuevas generaciones el legado de una vida dedicada al canto popular y al compromiso con la humanidad, recordándola a cinco años de su partida.
Conocida popularmente como la "Negra Sosa" o la "Voz de América", cuenta la anécdota que al nacer su madre quiso llamarla Marta, pero su padre la anotó como Mercedes. Así, surge el nombre de esta obra que refleja su infancia en el seno de una familia muy humilde, donde ella misma prefirió ser la Marta, al igual que para la mayoría de sus afectos.
"Cuando empezamos a decidir los aspectos que iban a ser contados, sobre la vida de Mercedes, surgió el elemento del viaje", explica Claudio Grillo, autor y director de la obra. "Ella hacía referencia a menudo sobre aquellos viajes que implicaban un lugar de gozo y de utilidad social, pero también había un sufrimiento porque eso exigía dejar a su familia y los lugares donde ella se sentía contenida", asegura.
Con más de 800 canciones en su repertorio, la selección de temas consistió en encontrar aquellos que marcaron una época en su vida: desde aquel concurso radial tucumano, en el que Sosa se presentó bajo el seudónimo de Gladys Osorio, hasta su consagración definitiva. También se suman las anécdotas escolares y hasta aquellas propias de una familia numerosa, como las tardes de velorios en Tucumán en las que cantaba junto a sus hermanos. "Frente a la tristeza mi abuela cantaba. A veces la retaban o la mandaban a la casa de otro tío; otras veces la dejaban cantar", relata Araceli Matus, nieta de la artista y directora musical de la obra. "Es interesante mostrar que Mercedes cantaba frente a cosas buenas o malas, y que cuando las palabras no representan los que uno siente, uno canta. Eso es algo que aprendí de ella", recuerda.
El elenco está integrado por alumnos de El Descubridor, escuela de artes escénicas que dirige el actor Manuel Callau, quien desde 2011 propuso la idea de trabajar en una obra que rinda homenaje a la artista tucumana. Decidieron estrenarla el pasado 9 de julio, el día en que Mercedes hubiese cumplido 79 años, y regresa para la primera semana de vacaciones de invierno.
"Contar la vida de Mercedes a las nuevas generaciones es un desafío y una tarea distinta a la de otros trabajos", confiesa Martín Ideota, quien integra el elenco junto a Facundo Blanc, Silvana Margozzi y Victoria Otero Budiño. "Y lo más fascinante es que la obra propone un repertorio inusual que da una idea de lo que fue Mercedes para la gente, más allá de lo que sabemos que significó para la Argentina y el mundo", precisa. A partir de esa búsqueda musical, surgieron temas como "Rosarito Vera", "Si llega a ser tucumana", "Tristeza", "Tonada de otoño" y "El cosechero". Así, el viaje de estos cuatro personajes a la infancia de Mercedes está acompañado por el ritmo que marca Araceli con el bombo junto a Bruno Pezzano y Sebastián Lucía en guitarra y teclados.
Araceli recuerda las numerosas tardes junto a su abuela y describe aquel legado que determinó su vocación por la musicoterapia: "Me enseñó que todo el mundo canta bien y que hay que aprender a escuchar y degustar", cuenta orgullosa mientras asegura la continuidad de la Fundación Mercedes Sosa, que la artista comenzó a gestionar en vida.
Desde esta fundación, que funciona como sede de El Descubridor, Araceli reflexiona sobre la obra: "Me resulta muy especial porque abarca situaciones afectivas y muy íntimas de un artista. En lo particular, es la vida de mi abuela, y por lo tanto resulta algo extraño, por ejemplo, ver nacer a mi papá en la obra", confiesa.
"Cuando Mercedes canta, algo sucede. Y a los personajes de la obra, que sienten angustia o tiene inquietudes, estas canciones los calman y abren otra lógica de convivencia para vernos y para vincularnos", asegura Grillo. "Es el refugio que encontramos en las canciones de los grandes artistas populares."
Cuando la Marta canta, de Claudio Grillo
Funciones, lunes y martes de vacaciones de invierno, a las 17.
El Tinglado, Mario Bravo 948.
Entrada general, 90 pesos, jubilados y estudiantes, 70 pesos.
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