La historia de la millonaria familia Fort

Ricardo Fort comenzó a coquetear con la fama en 2008, cuando lanzó un reality show para mostrar su opulento estilo de vida. Los televidentes comenzaban a consumir una figura alejada de los cánones de un hombre común que dilapidaba sus millones para mostrar que era diferente a los demás: una de las características de la fama.

Su irrupción fue con Reality Fort, un programa que mostraba los placeres terrenales del empresario: viajes en primera clase, dólares, restaurantes lujosos, música electrónica, hombres musculosos y aceitados, un séquito de patovicas que oficiaban de "seguridad privada", fiestas, alcohol y supuestos romances con mujeres despampanantes. De fondo, la escenografía predilecta de la farándula argentina: Miami.

En sus inicios, Fort era entrevistado por Chiche Gelblung, quien se asombraba en público de su estilo de vida hedonista y desenfrenado y, de tanto en tanto, lo presentaba como un potencial cantante. El linaje del empresario hizo que los medios lo bautizaran como "chocolatero", por su vinculación familiar con la fábrica de golosinas Fel Fort. Este punto lo acercó más al público masivo.

Los negocios de la familia. Felipe Fort, abuelo de Ricardo, fue quien fundó Fel Fort, en 1912. Felipe supo hacer de ella una gran industria chocolatera y cuando Carlos -padre de Ricardo- la recibió en sus manos no tenía más que hacerla crecer. El éxito de Fel Fort es legendario y eso se ve en su permanencia en el mercado. Ya cumplió 100 años de vida. Tras la muerte de Carlos Fort, la fábrica quedó en manos de los tres hijos, Ricardo, Eduardo y Jorge, pero Ricky siempre evitó hacerse cargo de los negocios. Lo suyo era la farándula.

Alcanzó su pico de popularidad en 2009, cuando Marcelo Tinelli lo convocó para participar del certamen "El musical de tus sueños", donde resultó subcampeón . En 2010, volvió a ser llamado para trabajar en el programa, pero como jurado. En esta última presentación no brilló como artista, sino por sus peleas mediáticas con sus colegas Graciela Alfano y Aníbal Pachano.

Por ese tiempo y en el marco del mediatismo alcanzado por la familia Fort, la astróloga Encarnación Ruiz Ruiz, más conocida como "Aschira", contó que fue amante de Felipe Fort, a quien conoció en Madrid en un viaje que realizó para borrar el dolor por el suicidio de su hijo mayor. De esta relación furtiva nació Paloma Fort, quien ahora vive en Londres. Que esta historia circulara en los medios fue un verdadero escándalo para los Fort.

En los años de mayor exposición, la prensa indagó más profundamente en la historia familiar. Su madre, Marta Campa fue conocida como cantante lírica y amante de la música clásica. Ricardo desfilaba por todos los programas de chimentos contando las miserias de la relación con su padre, en algunas ocasiones a modo de catársis pública.

Fort continuó abriendo las puertas de su vida a medida que ganaba exposición y horas de pantalla: comenzó a presentar en las revistas del corazón a sus dos hijos, los mellizos Marta y Felipe (de 9 años), quienes nacieron el 24 de febrero de 2004 en Estados Unidos mediante el alquiler de vientre de una mujer.

El propio Fort contó en innumerable cantidad de oportunidades la frustración personal por el deprecio de su padre a su carrera artística. De hecho, a los 12 años en Fel Fort fue cuando comenzó a soñar con el canto y la fama.

Luego de un tiempo de menos exposición pública en 2011, Fort volvió en 2012 a la televisión con un programa propio: presentó Fort Night Show en América TV, un ciclo que combinaba concursos,reportajes y musicales al estilo Broadway que lo tenían como protagonista.

Utilizó su patrimonio para producir obras teatrales en Villa Carlos Paz, Mar del Plata y Buenos Aires. En general, espectáculos que mezclaban revista y comedia.

Si bien se le conocieron romances con Violeta Lo Re, Virgia Gallardo, Claudia Ciardione, entre otras modelos, el año pasado Fort recuperó notoriedad en los programas de espectáculos al hablar públicamente de su homosexualidad y al presentar a Rodrigo Díaz, primer novio oficial.

En paralelo, el chocolatero desarrolló una carrera como modelo, cantante de pop latino y una marca de indumentaria masculina.

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