La historia de amor de “Dumbledore”: Michael Gambon estuvo casado 31 años, se separó pero jamás olvidó a su primera esposa
El actor, que murió este jueves e interpretó al director de Hogwarts en Harry Potter, supo entregar su corazón a dos mujeres
- 3 minutos de lectura'
Este jueves, el mundo de la actuación -y de la magia- se encontró con una triste noticia: Michael Gambon murió a los 82 años, a causa de una afección respiratoria. Lo curioso es que hasta su último suspiro, el intérprete de Dumbledore en Harry Potter convivió perfectamente con dos amores, entre los que se turnaba para compartir diferentes momentos, entre ellos, ver crecer a sus hijos más jóvenes.
El primer matrimonio del actor fue Anne Gambon, con quien tuvo un único hijo, Fergus. Ellos fueron los que anunciaron a la prensa que Michael había muerto. “Estamos devastados al anunciar la pérdida de Sir Michael Gambon. Amado esposo y padre. Murió pacíficamente en el hospital acompañado por su esposa y su hijo, ambos junto a su cama, después de un ataque de neumonía. Michael tenía 82 años”, dice el mensaje completo que emitió el publicista Clair Dobb.
Una vida, dos amores: la historia de Michael Gambon
La vida de Michael Gambon estuvo marcada por la actuación y, también, por una doble historia que todo Reino Unido conoce bien, pero que quizás el resto del mundo se encuentra ahora. Es que el intérprete se había separado de su esposa y se había casado con un escenógrafa 25 años menor que él: Philippa Hart.
Michael y Anne vivieron juntos bajo el mismo techo, en una casa valuada en más de 5 millones de libras esterlinas, ubicada en Gravesend, en el condado de Kent. Tras 31 años de matrimonio, Gambon se separó de la madre de su primer hijo y se instaló en Londres con Philippa, pero, aun así, continuó visitando la casa de su primera esposa.
A Philippa la conoció en 2000, en medio de la grabación de la película Longitude, en donde Michael interpretó a un relojero del siglo XVIII, John Harrison. Con ella, el actor tuvo dos hijos más: Will, en 2007; y Tom, en 2009. Ellos fueron parte, además, de los sets de filmación de diferentes obras. Algo que, según explicaron sus colegas, lo hacía “feliz”.
A pesar de su edad, aprovechó la mayor parte del tiempo con sus pequeños. La actriz Hetty Baynes, que compartió diferentes largometrajes con Gambon, dijo en 2015 al medio británico Daily Mail: “Eran tan dulces y se puede ver que él los adora absolutamente. Sin embargo, tener un hijo en una edad avanzada puede ser algo agotador, pero trae mucha alegría”.
Luego de un año en pareja, Michel presentó a sus amigos y conocidos su relación con Philippa. Algo que “devastó” a Anne, hasta que aceptó por todos los medios el nuevo vínculo de su exesposo. Luego de un acuerdo entre ambos, establecieron que el actor viajaría cada tanto más de 60 kilómetros hasta Gravesend. Lo hacía en sus autos de alta gama: un Ferrari y un Audi R8. Otra particularidad: Michael se compró una tercera casa en la capital inglesa. Es decir que tenía tres hogares: el de su exesposa, el de su actual pareja y un espacio para él solo.
A pesar del distanciamiento y la ruptura, ambas familias supieron entenderse y llevar un buen vínculo que aún perdura hasta estos días. Desde el medio británico antes mencionado, destacaron que Fergus se lleva muy bien con sus hermanos menores, que actualmente tiene 16 y 14 años.
Otras noticias de Celebridades
Super sexy. Emilia Attias causó furor con un osado look de encaje blanco: “La más hermosa del mundo”
"Oficial". La tajante decisión que habría tomado Pampita para ponerle punto final a su historia con García Moritán
“Para que me desmaye”. El pícaro comentario de Sabrina Rojas sobre Esteban Lamothe que dejó atónito a más de uno
Más leídas de Espectáculos
"Quedó atónito". La reacción de Tom Brady al enterarse de que su exesposa, Gisele Bündchen, está embarazada
“Me dejó rota”. Eugenia Quibel, la última pareja de Rozín entre el legado profesional, el deseo final y los recuerdos
Escándalo. Sabrina Rojas destrozó a Griselda Siciliani y la actriz le respondió
Modelo a repetición. Secuelitis, la enfermedad de la que Hollywood no quiere curarse