La guerra más actuada de la tevé
Con más de 800 firmas como aval, la Asociación Argentina de Actores (AAA) anunció ayer la puesta en marcha de su medida de fuerza: "No asistir a programas de entrevistas, de invitados o talk- shows, ni dar notas a la TV, hasta tanto no se establezca un diálogo entre el gremio y la Asociación de Telerradiodifusoras Argentinas (ATA)".
Pero en la conferencia de prensa de ayer, que se realizó en la sede de Actores, en Alsina al 1700, hubo algunos pasos más. Según el documento firmado el martes último en la asamblea extraordinaria, los actores reclaman también "la inmediata intervención del Comité Federal de Radiodifusión y la pronta sanción de una ley de radiodifusión que cuide y salvaguarde el trabajo de actores, autores, directores y técnicos argentinos". Exige, además, "la necesaria e inmediata puesta en marcha de programación de ficción".
Justamente, por este último punto, los actores esperan encontrar una solución en ATA. Según anunciaron el presidente de Actores, Jorge Rivera López, y el secretario general, Rubén Stella, ya han "tenido contacto con los canales de televisión, y se va a producir algún hecho en esta semana o la próxima".
Sin embargo, ninguno de los dos voceros de la Asociación (de aquí en más los únicos autorizados para dar explicaciones a la TV sobre la situación, junto a la secretaria de prensa, Ana María Casó, y al secretario gremial, David Lewellyn), detalló en qué consistía ese hecho.
"Para no crear falsas expectativas, preferimos mantener el perfil bajo", explicó apenas Rivera López. Más tarde, Lewellyn dijo a La Nación que la reunión se realizará hoy o el lunes próximo. "Veremos qué nos ofrecen y qué aceptamos. Mientras tanto, la medida continúa", agregó.
El escenario del conflicto
Lo cierto es que la adhesión fue evidente. Ayer, el salón Olga Berg de la sede de la AAA, donde se realizó la conferencia de prensa, desbordaba de estrellas. Norma Aleandro, Manuel Callau, Leonor Manso, Patricio Contreras, Oscar Ferrigno, Luisa Kuliok, Juan Vitali, Claudio García Satur, Marita Ballesteros, Nora Cárpena, Mirta Busnelli, Arturo Bonín, Daniel Fanego y Cecilia Rossetto, entre otros, llegaron temprano y se colgaron los cartelitos que decían "Los actores queremos actuar", escrito en medio de un televisor.
Una consigna que se repitió en las paredes del lugar y que se repetirá de aquí en más. De hecho, ayer anunciaron también que piensan concurrir a la entrega de los premios ACE a la producción teatral con los mismos medallones en el cuello.
En cuatro palabras: ése es el reclamo. Que los canales vuelvan a los niveles históricos de ciclos de ficción, desplazados, según el documento, "por programas con invitados, de entretenimientos y de chismes que nos tienen como aporte sistemático". Al menos, según las cifras que maneja el gremio, mientras en 1994 había 50 tiras y unitarios, actualmente sólo hay 11. Justamente por eso acataron esta medida contra los 36 programas que no son de ficción.
Lo cierto es que ahora la AAA tiene varias reuniones en agenda para darle marcha a este reclamo. Además del encuentro con ATA, planean reunirse el próximo martes con la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para analizar la ley de radiodifusión y plantear además "la imperiosa necesidad de poner en marcha, con una clara política productiva de ficción, nuestra querida Argentina Televisora Color, a la que contribuyéramos a salvar reiteradamente de las amenazas privatizadoras".
Del lado de ATA, su director ejecutivo, Pablo Puiggari, aseguró a La Nación que "hay disposición y voluntad para llegar a un acuerdo".
Sin medias tintas
"Hasta no ponernos en contacto con ATA no vamos a dar notas. Este es el precio que pagan los compañeros por dignificar su tarea." Los aplausos de los cien actores que colmaban la sala de la AAA cerraron la explicación de Rivera López. Los periodistas, y algunos productores, querían saber si existían excepciones a la medida. Pero Rivera López y Stella fueron claros. "Nadie hablará. Ni siquiera para promocionar obras o películas. Somos actores, queremos actuar", concluyeron, con la consigna que identifica esta medida.
Sin embargo, aclararon que es probable que se vean todavía algunos ciclos grabados con anterioridad. Aseguraron además que si los canales presionan a sus figuras para que asistan a los ciclos de la propia emisora, "respaldarán a los compañeros", y que aún no tienen pensado si habrá represalias contra aquellos que no acaten la medida.
Además de los actores, la medida consiguió la adhesión de los diputados Luis Brandoni, Irma Roy y Delia Bisutti (todos actores), la Comisión de Cultura del Senado, del director del Instituto Nacional de Teatro, Lito Cruz; de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, de la Asociación de Reporteros Gráficos, del Sindicato de Cine, de Argentores y de la Sociedad Uruguaya de Actores.
Pero los actores quieren más. Y como están convencidos de que el público cuenta, instalarán mesas de trabajo en la calle para seguir sumando firmas a la ya extensa lista de afiliados. "El público es un poco cómplice de lo que sucede en la TV con la proliferación de los talk shows ; por eso, vamos a tener mesas para que la gente, el convidado de piedra en esta situación, diga qué es lo quiere ver." Los actores ya dieron su veredicto. Ahora quedan por delante las negociaciones. Y, sobre todo, el día a día de una TV que se las tendrá que ver sin ellos.
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