
La frontera de Verdú
La española llegó para trabajar en un film de Gerardo Herrero.
"Escuché demasiadas confesiones. Vi demasiados hombres desnudos", dice una españolísima regente de un burdel que se yergue en un Buenos Aires de principios de siglo.
Maribel Verdú, también española, pero actriz, repite estas líneas que pertenecen al personaje que vino a interpretar para la película "Frontera sur", que el director español Gerardo Herrero ya empezó a rodar en Luján, y en la que también actuarán Federico Luppi, Laura Novoa y Luis Brandoni.
Con 27 años, "La Verdú" -como la consideran sus compatriotas- ha crecido con el cine español de las últimas décadas. Entre otras, fue una de las hermanas en la nominada al Oscar por "Belle époque", de Fernando Trueba. Y ha integrado triángulos amorosos en "Amantes", de Vicente Aranda, junto a Victoria Abril y Jorge Sanz, y en "El amante bilingüe", junto a Imanol Arias y Ornella Muti. Una de sus últimas actuaciones ha sido en "La buena estrella", que ganó en el Festival de Mar del Plata los premios a mejor director (Ricardo Franco), y mejor actor (Jordi Mollá).
Hoy, en su país, ella es una especie de musa erótica. Así como en su juventud lo fue Charo López, y en algún otro momento Victoria Abril, las españolas con su carácter, verborragia, tono y sensualidad se van dando paso en el trono. "En cuanto eres un poco guapa a las actrices nos dicen que somos sex symbols -dijo alborotada y vivaz a La Nación -. Y hasta hay un ranking. Entre las mujeres más deseadas de España siempre estamos la actriz Penélope Cruz, de 21 años, y yo. Pero nosotras hemos demostrado que somos actrices, fundamentalmente", dice Maribel, cuyo recorrido ascendente no esquivó la publicidad, la moda y un programa de TV que le dio mucho dinero.
Cuenta que trenzas y uniforme colegial tenía cuando un hombre la paró en una calle de Madrid buscando a una chica que se pareciera a la actriz de "Atame". "Bueno, lo de Victoria Abril fue una gilipollez. Nunca vi el parecido. Lo cierto es que llamaron a mis padres, me tomaron una prueba y así empecé. Nunca antes había soñado ser actriz".
Maribel habla de una suerte de boom del cine español "por la cantidad de directores jóvenes que comenzaron a filmar", si bien menciona las dificultades para exportar ese cine, tan difícil como que le agreguen la eñe a los teclados de las computadoras. "Pero las coproducciones ayudan a financiar las películas y también ayuda a verlas en otros países. Nuestro cine tiene que conservar su firma. Odio eso de rodar películas españolas en inglés", agrega.
Alguna vez, La Verdú soñó con llegar a ser La Loren, "la latina que triunfa en Hollywood, que se ganó un Oscar". Pero hoy, esta madrileña asegura que ya no la encandila la posibilidad de poner un pie en Hollywood, como ya lo hicieron con bastante éxito las españolas Aitana Sánchez Gijón y Penélope Cruz. Con su firme determinismo español, declara: "Rechacé protagonizar la película "Asalto al tren del dinero" junto a Wesley Snipes y Woody Harrelson. Era el papel de una policía. Pero cuando me dijeron que tenía que estar en Los Angeles durante cinco meses sólo por quince días de rodaje, dije que no, porque mi felicidad pasa por otro lado".
Pero el determinismo muestra su flanco débil cuando en medio de la entrevista se le empiezan a caer unas lágrimas. Todo empezó cuando comentó que el día anterior a la entrevista había ido a ver la película "El faro": "¡Dios, cuando la vida se empeña en no darte la felicidad!" Y avisa que le entran ganas de llorar, "porque estoy muy sensible. Estoy fuera de casa y extraño lo mío. Y ayer vi esa película y encima termina con la canción de Joan Manuel Serrat".
Así confirma que es capaz de resignar -hasta con lágrimas- cualquier ambición de triunfar fuera de España. "Es que no sé estar sola. Ahora quiero rodar las películas en Madrid, y como muy lejos La Coruña", afirma (que es como decir "sólo en la Capital Federal, y como muy lejos, en Haedo").
El fantasma y la prostituta
Nunca había estado en Buenos Aires. En la soledad de un hotel porteño, La Verdú pregunta cómo es Colonia, Uruguay, porque durante el rodaje -que le llevará tres semanas- va a tener tiempo libre. Y no hay que dejar lugar para que los fantasmas de la angustia acechen. Dice que no es sólo estar sola con su personaje, "es estar sola con tu persona, tu cabeza, tus dudas, tus miedos e inseguridades".
Maribel dice que el personaje que va a interpretar en Frontera sur "es un regalo. Me pagan y no entiendo por qué no pago yo por hacerlo". Y ya sueña con probarse el vestuario de época (principios de siglo) que usará su personaje, la regenta Teresa Piera, en la película.
Pero la española no quiere contar mucho. "Sí te puedo decir que me entusiasman los diálogos. Y es una película de personajes, para que los actores disfruten. Yo tengo muchas escenas con Federico Luppi, y sin embargo, no hablamos nunca. Es que él interpreta a un fantasma. Lo asesinaron y decide proteger a dos personas: a mí y a quien se relaciona conmigo, el actor español José Coronado", dice la actriz, que, como la regenta, también sabe de confesiones y de hombres desnudos.
La melancolía porteña le atacó de entrada a Maribel Verdú, si bien, según ella, vive "haciendo el indio" (hacer el payaso). Y si Serrat la escuchara, tal vez reformaría aquello de "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". Para Verdú, lo que no tiene cura es la experiencia. "Es una m..., es mentira eso de que de los errores se aprende. Dices "no voy a enamorarme de un hombre así" y vuelves a caer, dices "no voy a volver a filmar una película así", y la vuelves a hacer. Cuando tú empiezas es lo mejor, porque eres una irresponsable. No sabes y haces las cosas sin criterio. Y conforme vas adquiriendo experiencia es peor, porque tus miedos se acrecientan. Todo es tremendo por la p... experiencia. Por eso creo que lo mejor en esta vida es ser un inexperto en todo. Juegas a todo. Te lo perdonan todo.
La vieja aldea
"Frontera sur", la película que ha comenzado a dirigir en la Argentina el director español Gerardo Herrero (que ya dirigió "Territorio comanche" y produjo "Martín (Hache)" está basada en el libro del argentino Horacio Vázquez Rial. Recorrerá 20 años en las vidas de un grupo de inmigrantes en la Buenos Aires de fin de siglo. La transformación de una gran aldea en ciudad de la mano del progreso, pero en la que también hay riñas de gallos, trata de blancas y la apropiación salvaje de tierras.
La película, en coproducción entre la Argentina, España, Francia y Alemania, tiene un presupuesto de 3,5 millones de dólares e implica un gran esfuerzo de producción: construir decorados y ambientaciones de época; diseñar un vestuario cambiante según pasan los años (de 1880 a 1899); secuencias con gran despliegue de extras (unos 1800); el maquillaje para los actores que envejecerán en la película, y los efectos especiales para el fantasma Maidana (Luppi).
Junto a Maribel Verdú estará el español José Coronado; los argentinos Federico Luppi, Luis Brandoni y Laura Novoa, y el alemán Peter Lohmeyer. Y se sumarán Villanueva Cosse, Gastón Pauls, la francesa Prune Lichtlé, y el debut cinematográfico de Norberto "Ruso" Verea.
La banda de sonido será de Luis Bacalov, ganador del Oscar por la música de "El Cartero". "Frontera sur" se estrenará en octubre de este año.