La fea que supo conquistar al mundo
La versión norteamericana de la novela encabeza la nueva temporada de Sony, que comienza hoy
Era sólo cuestión de tiempo. La "bettymanía" tardó bastante más de ochenta días en dar la vuelta al mundo, pero después de aterrizar, estrenar y triunfar en España, México, la India, Alemania y Rusia llegó el momento de conquistar a los conquistadores: los Estados Unidos. El año pasado, Yo soy Betty, la fea , la telenovela fenómeno nacida en Colombia, se transformó en Ugly Betty para la pantalla chica del país del Norte y, contra los incrédulos que creían que la tira no pegaría con los gustos de los norteamericanos, el éxito fue inmediato y centrífugo.
Así, pasado mañana, a las 21, por Sony se estrenará Ugly Betty para toda América latina. En el caso de la Argentina, ésta será la tercera puesta diferente del mismo cuento que se verá en siete años, ya que Telefé programó la original por primera vez en 2000 (luego la repitió un par de veces) y hace unos meses hizo lo propio con la mexicana, llamada La fea más bella . Pero ¿en qué se diferencia esta Betty de habla inglesa, pero de origen latino, de las ya conocidas? Si se piensa en los elementos del relato y en las características de los personajes la respuesta es que en nada. Todos los elementos de telenovela están presentes, pero acomodados de manera distinta. Salma Hayek, productora y la mayor impulsora de Ugly Betty , utilizó las mismas cartas argumentales, pero mezcladas y repartidas de nuevo para satisfacer las exigencias del público anglosajón. Entonces, lo que de cara al sur del continente era un melodrama diario, mezclado con mucha comedia física, en el Norte tiene la forma de una comedia de enredos semanal con toques románticos. Y sin embargo, con los cambios incluidos, hay algo que permanece en la versión que forma parte de la nueva programación de Sony (ver aparte). En la historia de Betty, en sus ganas de triunfar en un mundo que la rechaza, en la relación con su incondicional familia y en la llegada del amor persiste el encanto de la primera vez.
Buscando a Betty
Para que esta ficción funcionara, el casting era tan esencial como los libros, y aquí uno y otro rubro fueron completados a la perfección. Para interpretar a Betty Suárez, la poco agraciada pero inteligente y dulce chica de Queens, Hayek propuso y defendió a America Ferrara, la maravillosa protagonista del film Las mujeres reales tienen curvas . Cuando la cadena ABC quiso contratar a una latina más parecida a Jennifer López, la actriz mexicana devenida productora se plantó: si America no era Betty, entonces nadie lo sería. El premio Emmy a la mejor actriz de comedia que ganó Ferrara este año le dio la razón a Hayek, que, además de como productora, participa de Ugly Betty como una de las actrices de Pecados del corazón , la ficticia telenovela que mira toda la familia Suárez. De hecho, en el primer episodio de la serie, Salma (que comenzó su carrera como protagonista del culebrón Teresa ) hará un papel en la ficción dentro de la ficción y los fanáticos del género se sorprenderán con una participación pensada como un guiño para ellos.
En la transformación de telenovela a serie, la diferencia más notable está en la historia de amor. Aquí, el objeto del afecto de la fea también será el apuesto y malcriado hijo de los dueños, Daniel Meade, pero como el enamoramiento puede y debe -según las reglas de este tipo de comedia-, estar en duda hasta último momento, el acercamiento entre ellos será mucho más sutil que en las otras versiones.
Esta vez, toda la acción transcurre en la editorial Meade, más precisamente en la revista Mode, de la que Daniel (Eric Mabius) acaba de hacerse cargo y a la que llega Betty para ser su asistente. Allí reina Wilhemina Slater (Vanessa Williams), la directora creativa que aspiraba a más y no parará hasta conseguirlo. La acompañan su asistente Marc, que se ocupa de su agenda e inyecciones de Botox, la recepcionista rubia y malísima Becki y un trío que forma parte del alma del programa dondequiera que va: el cuartel de las feas, o las únicas amigas de Betty en el mundo de mujeres y hombres que la desprecian por ser como es. "Son la versión bizarra de Sex and The City", dirá el ingenioso Marc cuando las vea juntas. Y ése será el tono de todo el programa, que irá de la comedia física al dramón (la mamá de Betty en esta versión murió hace tiempo) pasando por los comentarios agudos sobre la situación de los latinos en la sociedad norteamericana y hasta la compleja situación del sobrino de Betty, un dulce e inteligente adolescente que comienza a descubrir su homosexualidad.
Si quedaba alguna duda de que tanto el personaje como el universo creado por el colombiano Fernando Gaitán en 1999 eran infalibles, el estreno de Ugly Betty terminará por despejarla. Tardó más de ochenta días, pero valió la pena: Yo soy Betty, la fea terminó por conquistar el mundo.