La desopilante anécdota de Joaquín Levinton con Andrés Calamaro que hizo estallar las redes

Durante su paso por PH:Podemos Hablar (Telefe), Joaquín Levinton confirmó - una vez más- que es un individuo bastante inusual. Desde su forma de expresarse hasta sus extrañas anécdotas, todo lo que rodea a su persona está cargado de una extravagancia que invita a seguir escuchándolo al menos para saber a donde se dirige. Y así fue el caso de la historia que lo involucró a él, a Andrés Calamaro y a una rata.

“Es una historia muy linda”, expresó el líder de Turf antes de comenzar a narrar un hecho que, en realidad, no fue para nada lindo. Muchos años atrás, él vivía en una casa a la que había apodado cariñosamente “El Terror”. Aunque esa es una historia que merecería su propia categoría, por el bien de la contextualización fue necesario que la trajera a colación.

“El Terror” ya mencionado era un jardín de infantes abandonado en donde el artista terminó viviendo por pura casualidad o, más bien, impulsividad. Joaquín estaba caminando tranquilamente por la calle Aráoz cuando dos personas captaron su atención. La pareja salía de una “mansión del terror”, según la describió el protagonista, y eso fue suficiente para que lo picara el bichito de la curiosidad.

Intrigado les preguntó qué era ese lugar y, cuando le respondieron que era una casa en alquiler, no pudo contenerse. Averiguó cuanto pedían, le contestaron que solamente cincuenta pesos y al ver que era justo lo que tenía en el bolsillo, tomó la repentina decisión de que ese sería su hogar. Y así marcó el comienzo de una serie de extrañas aventuras de las cuales solo dejó entrever la punta del iceberg.

En la cocina de su nueva casa había otra inquilina: una rata. Su compañera no estaba sola, la acompañaba una gata y, contrario a lo que cualquiera podría pensar, una no cazaba a la otra sino que eran casi amigas. Tan bien se llevaban, que se entretenían día y noche jugando con un pedazo de pan. Así estuvieron seis meses hasta que un día llegó el cuarto personaje de la historia, Andrés Calamaro.

Los dos cantantes, a pesar de hoy en día estar distanciados, fueron muy cercanos y, en una ocasión, ‘El Salmón’ decidió pasar a visitar a su amigo. Después de una divertida jornada juntos, le preguntó a su anfitrión si no tenía nada para comer. Levinton se vio en un aprieto ya que su cocina estaba totalmente pelada. O casi, porque en el suelo estaba el pan-juguete de la rata.

Desesperado tomó una decisión algo arriesgada. Se agachó disimuladamente, agarró el producto suelo y lo puso sobre la mesa. Andrés vio el pan de seis meses de antigüedad e ignorando su origen lo agarró, le puso mayonesa y se lo comió.

La historia generó una variedad de reacciones entre los presentes que fueron desde la risa hasta el absoluto asco y todo culminó en Levinton admitiendo que su colega se estaría enterando de la verdad del pan cuando viera el programa al aire. Por otro lado, las redes hicieron rápidamente eco de la historia y mientras muchos aplaudieron la gracia del cantante otros lo acusaron de inventar el relato.

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