Por más de 50 años vivió rodeada de secretos que incluían no solo a su familia sino también otros aspectos; su lugar de nacimiento fue para ella una maldición con la que cargó hasta el día de su muerte
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Merle Oberon, una estrella de Hollywood de la era del blanco y negro, se volvió un ícono olvidado en la India, su país natal. Mejor conocida por interpretar el papel principal en el clásico Cumbres Borrascosas (1939), Oberon era una angloindia nacida en Bombay en 1911. Pero, como estrella en la Edad de Oro de Hollywood, mantuvo sus antecedentes en secreto, haciéndose pasar por blanca durante toda su vida.
Mayukh Sen, un escritor y académico radicado en Estados Unidos, tropezó con su nombre por primera vez en 2009, cuando descubrió que Oberon había sido la primera persona de origen sudasiático nominada a un Oscar. Su fascinación creció cuando vio sus películas y profundizó en su pasado.
“Como queer que soy, empatizo con este sentimiento de que debes ocultar una parte de tu identidad para sobrevivir en una sociedad hostil que no está realmente lista para aceptar quién eres”, dice. Sen trabaja en una biografía para contar la historia de la actriz desde una perspectiva del sur de Asia.
Dejar India: una madre oculta y su pasión por la actuación
Oberon, cuyo nombre real era Estelle Merle O’Brien Thompson, nació en Bombay en 1911, épocas en las que la India era una colonia británica. Su madre era en parte originaria de Ceilán -hoy Sri Lanka- y en parte maorí, mientras que su padre era británico.
La familia se mudó a Calcuta en 1917 después de que el padre de Oberon muriera en 1914, y comenzó a actuar gracias a la Sociedad Teatral Amateur de esa ciudad en la década de 1920. Después de ver por primera vez una película en 1925, el filme mudo “El ángel de las tinieblas”, Oberon se inspiró en su protagonista, Vilma Bánky, para convertirse en actriz, según Sen.
Se fue a Francia en 1928, después de que un coronel del ejército le presentara al director Rex Ingram, quien le dio pequeños papeles en sus películas. La madre de Oberon, Charlotte Selby, que tenía la piel más oscura, la acompañó como su mucama.
Un documental de 2002 llamado The Trouble with Merle (en español, El problema con Merle) descubrió más tarde que Selby era, de hecho, la abuela de Oberon. La hija de Selby, Constance, tuvo a Oberon cuando era adolescente, pero las dos presuntamente fueron criadas juntas como hermanas durante algunos años.
La elección de su “nuevo” país de origen
La primera gran oportunidad de Oberon vino de Alexander Korda, un cineasta con el que se casaría más tarde, quien la eligió como Ana Bolena en La vida privada de Enrique VIII (1933).
Los publicistas de Korda supuestamente tuvieron que inventar una historia para explicar sus orígenes. “Tasmania fue elegida como su nuevo lugar de nacimiento porque estaba muy lejos de Estados Unidos y Europa (en Australia) y, en general, se la consideraba ‘británica’ hasta la médula”, escribió Marée Delofski, directora de The Trouble with Merle, en sus notas sobre el documental.
Oberon se hizo pasar por una chica de clase alta de Hobart (capital de Tasmania) que se mudó a la India después de que su padre muriera en un accidente de caza, dijo Delofski.
Sin embargo, la actriz pronto se convirtió en una parte intrínseca de la tradición local en Tasmania y, durante el resto de su carrera, los medios australianos la siguieron de cerca con orgullo y curiosidad. Incluso reconoció a Tasmania como su origen y rara vez mencionó a la India.
Pero Calcuta la recordaba. “En las décadas de 1920 y 1930 hubo menciones pasajeras sobre ella en las memorias de muchos hombres ingleses” que vivían en la ciudad india, cuenta la periodista Sunanda K. Datta Ray. “La gente decía que nació en la ciudad, que era operadora de la central telefónica y que ganó un concurso en el restaurante Firpo”, agrega.
La consagración en Hollywood
Como fue haciendo más películas en Hollywood, Oberon se mudó a Estados Unidos y en 1935 fue nominada a un Oscar por su papel en una nueva versión de El ángel de las tinieblas. Pero fue su actuación en Cumbres Borrascosas, junto a la leyenda de la interpretación Laurence Olivier, lo que consolidó su lugar en la industria.
Supuestamente la eligieron a ella sobre Vivien Leigh, otra actriz nacida en la India, porque el equipo detrás de la película sintió que era un nombre más importante, dice Sen. Una reseña de la película publicada en The New York Times cuando se estrenó afirmaba que Oberon había “captado perfectamente el espíritu cambiante e inquieto de la heroína de (Emily) Brontë”.
El final de la década de 1930 catapultó a Oberon a las llamadas grandes ligas, narra Sen. Su círculo íntimo incluía figuras como el compositor de música Cole Porter y el dramaturgo Noël Coward.
La transformación en su acento y el color de piel
Korda y el veterano productor Samuel Goldwyn ayudaron a Oberon a cambiar algunos aspectos como su acento, que hubieran delatado sus orígenes del sur de Asia, dice Sen. Pero el secreto de Oberon pesaba sobre ella, a pesar de que su color de piel claro le facilitaba pasar por blanca en la pantalla.
“A menudo todavía sentía la necesidad de silenciar los frecuentes murmullos de que era mestiza. Los periodistas de cine de su época notaban su tez más bronceada”, dice Sen. Algunos reportes afirman que la piel de Oberon se dañó por tratamientos de blanqueamiento.
Después de que Oberon resultó herida y con cicatrices en la cara en un accidente automovilístico en 1937, el director de fotografía Lucien Ballard desarrolló una técnica que la iluminaba de una manera que disimulaba lo ocurrido (Oberon se divorció de Korda y se casó con Ballard en 1945).
“Algunas fuentes han sugerido que la técnica también era una forma de blanquear el rostro de Merle ante la cámara”, dice Sen.
El sobrino de Oberon, Michael Korda, quien publicó un libro de memorias familiares llamado Alexander Korda: Una vida de ensueño en 1979, dijo que ocultó detalles de su pasado después de que ella lo amenazó con demandarlo por incluir su nombre real y lugar de nacimiento.
“Supuse que había pasado suficiente agua por debajo del puente, pero a ella todavía le importaba mucho su pasado”, dijo en una entrevista con el diario Los Ángeles Times.
Las mentiras salen a flote
Con el paso del tiempo, la farsa se volvió más difícil de sostener. En 1965, Oberon canceló apariciones públicas y acortó un viaje a Australia después de enterarse de que los periodistas locales tenían curiosidad por sus antecedentes.
Reportes de esa época afirmaban que estaba angustiada durante su última visita a Tasmania en 1978, ya que las preguntas sobre su identidad seguían surgiendo. Pero ella nunca admitió la verdad en público. Murió en 1979, de un derrame cerebral.
En 1983, su herencia angloindia se reveló en una biografía, Princess Merle: The Romantic Life of Merle Oberon (en español, Princesa Merle: la vida romántica de Merle Oberon).
Los autores encontraron su partida de nacimiento en Bombay, su certificado de bautismo y cartas y fotografías que tenían sus parientes indios.
A través de su libro, Sen espera transmitir las enormes presiones que Oberon enfrentó como mujer del sur de Asia “navegando en una industria que no fue diseñada para adaptarse a ella y produciendo un trabajo tan conmovedor mientras luchaba esas batallas”. “Lidiar con esas luchas no pudo haber sido fácil. Es más útil sentir empatía por ella que juzgarla”.
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